Entrevista a María de Lourdes Santiago
Su primera participación política fue como funcionaria de colegio. Ahora, la licenciada María de Lourdes Santiago Negrón va por su cuarto término como senadora por acumulación por el Partido Independentista Puertorriqueño (PIP) en estas próximas elecciones. Antes de entrar de lleno al tema de la campaña política actual, decidimos conversar un poco sobre aspectos más personales de esa experiencia.
“Papo Massol, del PIP en Adjuntas, nos fue a buscar a mi hermana y a mí, porque sabía que éramos independentistas. ¡Tuvo la valentía de ir a casa de mi papá a buscarnos!”. Dice valentía porque sus padres eran populares muñocistas. Años más tarde, comenzó a militar de lleno, entrada en los 20 años, y ya siendo abogada. Como no quería seguir trabajando en la práctica privada, por medio de un amigo común llegó a la oficina legislativa de Víctor García San Inocencio.
“Siempre recuerdo que para mí fue una gran influencia Tinti Deyá (fundadora de Casa Pueblo), cuando Casa Pueblo no era ni de lejos lo que es ahora. Una vez me prestó el libro El Diario del Che en Bolivia. Lo tenía en el bulto y, un día, bajándome del carro de mi papá, como en las películas, se caen todas las libretas y queda el diario del Che arriba. Eso fue motivo de reunión familiar y de amonestaciones”, recuerda.
Entre esas primeras influencias, una lectura que expresó que le impresionó fue la lectura de la novela Usmaíl, de Pedro Juan Soto que, también, dice jovial, se lo prestó Tinti. “Pero en casa se leía mucha poesía. En Adjuntas había un festival de declamación que, lamentablemente, ya no se celebra, y yo era participante consistente”. En ese género, entre sus autores favoritos se encuentran Llorens, De Diego, Julia de Burgos y José Antonio Dávila”.
Abordamos a María sobre con qué obstáculos se encontró como mujer en esos primeros pasos. De primera intención cuenta que comenzó su militancia en el precinto 2, que era un precinto dirigido por mujeres, en el cual Irma Rodríguez y Lydia Alfaro, de la generación de los fundadores del partido, así como Anita Álvarez, le enseñaron lo que era la militancia de base.
No obstante, reparó en que tiene la impresión de que en aquel momento —a mediados de los 90— había más espacios de discusión política, más foros. Reconoce que lo más difícil que se le hacía era que algunos medios aceptaran a alguien que no fuera Rubén Berríos, Fernando Martín, Manuel Rodríguez Orellana o Víctor García San Inocencio. “Eran esos cuatro o nadie. Y era difícil. Recuerdo mi primera entrevista, que fue en el Paseo Atocha, en Ponce, con Luis Penchi en 1998. El principal obstáculo era que los medios aceptaran una persona que no fuera esos cuatro varones conocidos del PIP”.
La Alianza
Como una de las líderes del PIP que ha ocupado diversas posiciones, a la pregunta de si había pensado que podría darse con otra colectividad un evento como la Alianza, Santiago Negrón, expresó que nadie pensaba que estas circunstancias iban a llegar. “Para mí, una de las lecciones políticas más importantes de Rubén (Berríos) es que hay que separar todo, en política y en la vida, en dos espacios: las cosas que están bajo nuestro control y las cosas que no están bajo nuestro control. En la medida en que optimicemos las que están bajo nuestro control, cuando llegue lo inesperado, vamos a estar listas. Y en el partido de alguna manera mantuvimos la fe, mantuvimos la llama viva, mantuvimos el entusiasmo, la constancia. Creo que fuimos trabajando eso para que cuando llegara algo, que es una circunstancia que está totalmente fuera de nuestro control, el partido estuviera listo como lo ha demostrado”.
La senadora independentista habló sobre la confianza en las posibilidades del PIP y del Movimiento Victoria Ciudadana (MVC) en estas próximas elecciones. Considera que este es otro país, no únicamente por la Alianza, sino por sucesos como el de Vieques, el cual catalogó de “punto de inflexión” porque demostró que se podía pelear y ganar. Y que ese mismo sentimiento lo revivió otra generación en el verano del 2019, combinado con el sufrimiento que trajeron los huracanes y, luego, los terremotos. “Creo que todas esas circunstancias crearon una conciencia de país, en un país desamparado, en un país en quiebra que no existía antes y que, de alguna manera, por un lado, generó en el país una inmensa indignación y un sentido de desesperanza, pero, a la misma vez, permitió que la gente se despojara de muchos miedos y que naciera una nueva manera de entender la política. Creo que eso representa la Alianza para la gente”.
De cara al próximo cuatrienio y sobre cuáles serán sus expectativas de trabajo, la candidata a un cuarto término observa que no da ningún voto por sentado: “Los estamos buscando uno a uno”.
El trabajo en el Senado
La senadora considera que de los tres términos que lleva en el Senado, el asunto que más le ha ocupado en el presente cuatrienio ha sido el de Educación Especial. De hecho, preside una comisión especial que atiende ese asunto. Denunció que esta es la población más vulnerable, aunque supuestamente está protegida tanto en términos judiciales, estatutarios como constitucionales, porque es, sin embargo, la población cuyos derechos son violados con la mayor impunidad. “Nadie ha tenido que pagar jamás consecuencia alguna por lo que no se hace por los estudiantes de Educación Especial”.
Otros temas abordados son el tema ambiental, el cual es uno de los pilares del PIP, y la moratoria de la construcción en las costas. También señaló el hecho de que, aunque se logró que se aprobara un proyecto de su autoría para eliminar el discriminen contra las personas LBGTTIQ+ en los hogares de cuido, la medida llegó a La Fortaleza y el gobernador no la firmó. Según el gobernador, el Senado debía solicitar su devolución porque tenía ciertos reparos. Aunque se lleva casi un año tratando de saber cuáles son esos reparos, no hay interlocutor en Fortaleza. “Sencillamente, creo que el gobernador no está dispuesto a firmar una medida que abiertamente proteja a las comunidades LBGT de adultos mayores”.
El proyecto más insulso que ha visto
Preguntamos a la senadora del PIP cuál ha sido el proyecto más insulso que a su juicio se ha presentado en el Senado, y nos contestó: “Yo creo que lo del Wedding Planner se lleva la Palma de Oro, porque no es solo que a alguien le haya pasado por la cabeza la idea y llegara y escribiera el proyecto; es que tuvo un informe positivo de la Comisión de Educación, Turismo y Cultura, incluyendo la firma del presidente del Senado, Javier Aponte Dalmau, que es quien lo lleva a calendario. Creo que ese se lleva la Palma de Oro”.
En contraste, nos narra de una investigación que hizo sobre el tema de estorbos públicos, de la cual envió un referido muy documentado al Departamento de Justicia y por la que no ha recibido ninguna reacción. Indicó que ya están trabajando enmiendas al Código Municipal para ver en una nueva próxima sesión. Otros asuntos que mencionó que ha estado trabajando y espera darle seguimiento son temas vinculados a la salud de la mujer, como la endometriosis. Además, se ha reunido con parteras, ya que considera que son una voz importante ante la crisis de servicios de obstetricia y que debe haber mayor disposición al diálogo de parte del sector médico para atender ese asunto. La falta de cuidadores y el envejecimiento de la población también son objeto de su atención. Indicó que aún quedan algunos de los proyectos bandera del PIP, como la moratoria de la construcción en la zona costanera, la Ley de Costas, el tema de los incentivos a los extranjeros y la derogación de la Ley 22.
La senadora Santiago Negrón fue enfática en que la Ley 22 hay que derogarla y no enmendarla, como por el contrario han propuesto en un proyecto los senadores Rivera Schatz y Juan Zaragoza “la alianza PNP y PPD que lo que persigue es requerirle inversión en inmuebles y unos requisitos mínimos de empleo; pero yo creo que no les importa lo que han sido las consecuencias de la Ley 22. No creo que no es que no la ven —porque me parece que son gente capaz de ver y entender lo que está pasando—, yo creo que no les importa las consecuencias del desplazamiento y la anomalía en el mercado inmobiliario”.
Lecciones de su experiencia en el Senado
“Creo que primero es importante escuchar todos los puntos de vista y reconocer que la Legislatura es una oportunidad de aprender. A pesar de que parece que el país ve lo peor de Cámara y Senado porque es lo que tiene más difusión, es un privilegio encontrar gente que sabe mucho de muchas cosas y quisiera hacer mucho por el país. Esa ha sido la lección más importante: reafirmar la convicción en las capacidades que tiene este país, que se quedan estancadas en una esquina porque el sistema está diseñado para que esas cosas que son buenas no florezcan”.
Esa apreciación no exime el reconocimiento de que, sin embargo, hay mucha gente que llega a la Legislatura sin tener idea del mucho trabajo que ello implica. “Hay que leer mucho, hay que estudiar, hay que escribir. Es un trabajo bien intenso. Hay que salir del Capitolio, justamente, para ver la gente y para conocer lo que está pasando en el país”.
Respecto a la experiencia del actual cuatrienio, manifiesta que para ella ha sido muy dramático ver la falta de calidad del ejecutivo. Se supone que en la Legislatura se reciben los insumos de los jefes de agencias. Pero el hecho es que, según la senadora, “cada vez van menos. Los que van son el ayudante del ayudante. El nivel de ignorancia e ineficiencia, de incompetencia, es algo muy preocupante cuando en una agencia no pueden contestar preguntas básicas y tampoco les preocupa, o cuando dicen cosas que son patentemente falsas. Esa falta de seriedad en el Ejecutivo es algo bien preocupante”.
Considera, además, que en cada cuatrienio el esfuerzo legislativo es más pobre y que no existe la conciencia de un trabajo colegiado, de un trabajo colectivo, que la senadora entiende que sería posible a pesar de las diferencias ideológicas. “Pero, sobre todo, en este cuatrienio, el presidente del Senado trata de no hacer ola, de no estar ni bien ni mal con nadie, y así no se puede dirigir nada. Hay que asumir posiciones. Este ha sido el cuatrienio de la inercia, puramente reactivo. No hay un proyecto del Senado o de la Cámara como institución”.
