Mirada al País: Jubilados, pensionistas y sindicatos

 

 

Especial para CLARIDAD

Los días 28 y 29 de abril de 2022 se celebró la Segunda Conferencia de la Unión Internacional de Sindicatos, Jubilados y Pensionados de la Federación Sindical Mundial (UIS-FSM), en la Habana-Cuba. Presentes en esta Conferencia había delegados de Grecia, Colombia, Uruguay, Honduras, Chile, Puerto Rico, Argentina y Cuba. Con la modalidad virtual participaron, Provincias de Cuba, México, Guatemala, Estados Unidos, Paraguay, Perú, El Salvador, Brasil, Venezuela, Ecuador, Colombia, Argentina y otros países como Rusia, Ghana, Burkina Faso y Tunes. El objetivo fundamental de este encuentro ha sido para reafirmar el trabajo que está llevando a cabo la novel UIS-FSM sobre un PLAN DE ACCIÓN que gira alrededor de temas como: el 8 de marzo, 1º. De mayo, participación en la OIT, y especialmente la Jornada por el día del Pensionado, Jubilados y adulto mayor (1º. de octubre).

Así mismo se ratificaron estrategias y estructuras locales, regionales e internacionales que permitan fortalecer, consolidar y lograr la sostenibilidad de nuestra organización mundial. Este encuentro lo realizamos en el marco de un mundo convulsionado por graves problemas, como el cambio climático que ha causado estragos en la salud y los medios de vida de la población de todo el mundo; la presencia del COVID a fines del año 2019, que ha provocado millones de contagios y miles de muertos, especialmente en las personas mayores. Por otro lado, enfrentamos las enormes desigualdades expresadas en problemas de la injusticia, pobreza y extrema pobreza, el hambre, la corrupción, la falta de seguridad alimentaria, la falta de agua, el encarecimiento de la energía entre otros problemas sociales.

Las intervenciones de los delegados resumieron las situaciones que los países de América Latina enfrentamos en términos políticos, económicos, ambientales y sociales que los ponen en crisis, especialmente en grupos vulnerables como los niños, jóvenes en riesgo social, mujeres jefas de familia, campesinos e indígenas empobrecidos, los adultos mayores, los discapacitados, así como las consecuencias de las guerras imperialistas.

Los adultos mayores, jubilados y pensionados estamos siendo víctimas de este sistema de explotación capitalista, agudizado más aún en quienes no pueden acceder a una jubilación. En Puerto Rico la realidad del adulto mayor se atiende mediante la válvula de escape que es la migración hacia Estados Unidos.  Allá le reconocen a ese adulto mayor un aumento en su ingreso mensual por razón de incapacidad o bajos ingresos. Acá en la colonia, se organizan grupos para exigir en los tribunales federales el derecho que creen les debe ser reconocidos como ciudadanos norteamericanos. El Tribunal Supremo del imperio acaba de resolver que si usted vive en Puerto Rico no tiene derechos a los beneficios adicionales que se le reconocen si viviera en el imperio. Es una invitación a dejar el país y mudarse hacia el imperio ya que en términos puramente económicos, aparentemente, es una ventaja.

Pero la realidad es otra. Tal ventaja no existe cuando usted suma las complicaciones que la migración forzada trae a los pensionados o personas de bajos ingresos. Desigualdad, discrimen, el dominio del idioma, problemas de vivienda, los cambios de clima, ajustes culturales y siga sumando. Ya lo experimentaron las migraciones del siglo pasado. Su defensa ha sido sobrevivir sin dejar de ser boricuas. Reafirmar sus raíces, su cultura al punto de ser puertorriqueños sin haber nacidos en Puerto Rico.

Esta realidad política que confronta a la colonia con el imperio se asume en los principios de la Federación Sindical Mundial. Nacida en 1945, la FSM se compromete desde su inicio con la lucha contra el colonialismo y las expresiones imperialistas. La organización sindical de los trabajadores, plantea la FSM, debe trascender de la lucha economicista y asumir los problemas que ocasionan el sistema capitalista y el imperialismo como su máxima expresión. Los pensionados y jubilados tenemos que reafirmar nuestra condición de trabajadores. Somos parte de la clase trabajadora y de un movimiento obrero que tiene que ser solidario e internacionalista.

No debe haber separación entre las luchas de sindicatos y la lucha de jubilados. Reconocemos que la realidad puertorriqueña es enfatizar en esa condición de “retirado” que implica que usted dejo atrás el trabajo y todo lo que eso implica. El “retiro” puede ser una realidad social para aquel que tuvo ingresos excepcionales y altos por su condición de privilegiado. Pero la realidad del trabajador asalariado es que después del “retiro” hay otras necesidades que obligan a continuar trabajando y luchando.

Hoy, una de las realidades que con mayor claridad nos llaman a organizarnos sindicalmente como trabajadores y trabajadoras es el costo de vida. Todo jubilado o pensionado recibe menos ingresos que cuando trabajaba. A su vez, su realidad como adulto mayor lo enfrenta a condiciones de salud que requieren de una cubierta de salud que debe ser pagada. Y ahí es cuando el costo de vida nos deja saber que simplemente la pensión no da para vivir con dignidad. Entonces comenzamos a jugar a la suerte para “pegarnos” y ser millonarios cada semana. Al despertar de este sueño, las cuentas por pagar siguen ahí. Necesitamos entonces un caso legal que nos asegure algún ingreso adeudado o beneficio adicional a recibir. Ya la Junta de Control Fiscal se aseguro que por la próxima década no debe haber cambios en ningún sistema de retiro que beneficie a los pensionados y jubilados en Puerto Rico.

¿Sera una lucha de clases entre ricos y pobres, donde los adultos mayores no son escuchados? Claro que es lucha de clases. El neoliberalismo nos habla de un nuevo orden mundial y nos invita a organizarnos por sectores donde se evita reconocer la lucha de clases. Pero la realidad es que lo que ha escrito y explicado la historia de la humanidad sigue viva, la lucha de clases. Los adultos mayores no somos una excepción a la lucha de clases. Creamos a las clases dominantes un viejo problema, ¿qué hacer con ese sector social que trabajo, produjo y en el contrato social de la post guerra se le ofreció una pensión y seguridad social con dignidad?

La Segunda Conferencia de la UIJ de P y J de la FSM reafirmó la lucha para que se respete y atienda con prioridad a las personas mayores, ya que tenemos los mismos derechos humanos y libertades fundamentales que otras personas y que, estos derechos, incluido el de no verse sometida a discriminación fundada en la edad ni a ningún tipo de violencia, dimanan de la dignidad y la igualdad que son inherentes a todo ser humano; reconociendo que la persona, a medida que envejece, debe seguir disfrutando de una vida digna y plena, independiente y autónoma, con salud, seguridad, integración y participación activa en las esferas económica, social, cultural y política de sus sociedades.

Los delegados presentes rechazamos los sistemas previsionales privatizados y los proyectos de nuevas privatizaciones. Reafirmamos también la necesidad de abordar los asuntos de la vejez y el envejecimiento desde una perspectiva de derechos humanos que reconoce las valiosas contribuciones actuales y potenciales de la persona mayor al bienestar común, a la identidad cultural, a la diversidad de sus comunidades, al desarrollo humano, social y económico y a la erradicación de la pobreza.

Como reacción solidaria y entendiendo nuestra realidad como país latinoamericano e intervenido por Estados Unidos los participantes de la Segunda Conferencia expresaron necesario redoblar nuestra solidaridad con este pueblo sobre el cual Estados Unidos impone medidas que pretenden establecer un Puerto Rico sin puertorriqueños.

No podía faltar la expresión de solidaridad internacionalista con la hermana República de Cuba, la cual de manera heroica, patriótica y combativa ha resistió y resiste 62 años de bloqueo imperialista de Estados Unidos. Bloqueo condenable e injustificado desde todo punto de vista, ya que su objetivo es impedir el desarrollo del sistema socialista y crear condiciones de insatisfacción y descontento en la gente.

Sobre estos principios y retos trabajaremos para unir los esfuerzos diversos que cada grupo de pensionados y jubilados realizan en Puerto Rico y de esta manera tener un encuentro el 1ro de octubre de 2022.

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