Haití “Las gangas han tomado el poder de la calle”

CLARIDAD

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“Haití siempre ha sido difícil de gobernar porque hay siempre un déficit de legitimidad, y creo que eso vale también para el gobierno que tomó el poder tras la muerte de Moise”.

La difícil situación  que vive el hermano país caribeño ha impulsado a que aumente el número de haitianos  que intenta llegar a Puerto Rico en los llamados viajes ilegales.  El  naufragio  de una embarcación rudimentaria el 14 de mayo con más de 86 personas, en que 11 murieron, 31 sobrevivieron (20 hombres y 11 mujeres) y el resto está desaparecido ha conmovido a Puerto Rico. La mayoría de las personas eran de nacionalidad haitiana; dos eran dominicanos.

El profesor Paul Latortue, líder de la comunidad haitiana en Puerto Rico, compartió con CLARIDAD una descripción de lo que sucede en Haití, que empuja a un riesgoso viaje, y por qué le ha sido tan difícil al Gobierno controlar el país luego del asesinato del presidente Jouvenel Moise, en julio del 2021. Ese histórico déficit de legitimidad —expuso— se agudiza tras el asesinato, por peleas entre los  diferentes grupos dentro y  alrededor de Moise por el poder. El ministro que este había nombrado días antes de su asesinato,  Ariel Henry, y el ministro interino,  Claude Joseph,  entraron en una lucha por el poder. Al final, por presiones de Estados Unidos y la Corte Internacional, Claude Joseph, le cedió el poder a Ariel Henry, quien continúa al presente en la posición.

“El aumento en la migración impulsa a las personas a tomar ese riesgo. La gente está muriendo en la calle, las gangas han tomado el control de la calle”, describió  Latortue.

Como ejemplo de lo alarmante de la situación en Haití, comparó lo sucedido aquí en Caguas con lo que sucede en la parte norte de la capital Puerto Príncipe, donde  en lo que va de año han muerto casi 600 personas.

“Es una situación de guerra. Y a la Policía en las últimas dos semanas no se le ha visto la intención de  ir a meter mano a esa ganga. El Gobierno no está en posición para ordenar a la Policía a meter mano a la ganga porque los mismos policías no querían, en parte. Porque en las dos o tres veces que ha habido el intento, las gangas han ganado la batalla con la Policía.”

Latortue  considera que si las gangas le ganaron a la Policía es porque alguien les pasó la información a las gangas.  En otras palabras, un porciento alto de policías está colaborando con las gangas. La situación es de tal magnitud, que nueve gangas se han federado y el jefe proviene de la Policía. Las gangas les pagan mejor a sus integrantes que lo que paga la Policía a sus miembros.

Estos grupos manejan el trasiego de droga que, en el caso de Haití, sirve de tránsito  hacia el mercado de Estados Unidos y Europa. Hay avionetas que vuelan de Colombia y de Venezuela, además de que el  número de kilómetros de playa es enorme. Está el uso de embarcaciones rápidas y hasta hay unas cuantas pistas de  aterrizaje para transportar droga. “A veces son los mismos carros de la Policía los que transportan la droga. No hay una guardia costanera de verdad, ni aerostato”, comenta el profesor.

En tanto, las organizaciones no gubernamentales (ONG) son las que llevan el peso de la atención social, describe el profesor retirado de Administración Pública y Economía de la Universidad de Puerto Rico.

Aunque existen ONG haitianas, la ayuda exterior que recibe el país es a través de ONG que en su mayoría son estadounidenses, canadienses y francesas. Aunque reconoció que las ONG son eficientes para el país, subrayó que no hay confianza  de parte de estas para entregar los recursos financieros al Gobierno, por la corrupción.

“Si trabajas sin la coordinación  del Estado, no puedes ser eficiente. Tú puedes gastar dinero, se puede aplacar algunas necesidades, pero no se resuelven los problemas de fondo. En un país donde el Estado está quebrado y no funciona, esas ONG casi están sustituyendo al Estado”.

En el plano político diplomático, Estados Unidos mantiene relaciones con el Gobierno de Haití, quien incluso va a recibir una invitación a la próxima reunión de la OEA (Organización de Estados Americanos) para la llamada Cumbre de las Américas, a celebrarse en los Ángeles, California. Latortue se cuestionó el que esas relaciones existan de una manera formal. Este hizo la observación de que durante la presidencia de Donald Trump la relación era perfecta: gobiernos de extrema derecha en ambos lados.

Pero mientras las gangas delincuentes se adueñan del país desde el 2004, en Haití existe un llamado CORE Group, que es un ente impuesto por la ONU, integrado por el representante de Haití en la ONU, el representante especial del Secretario General de la ONU, un representante especial de la OEA y embajadores de Brasil, Canadá, Francia, Alemania, España y la Unión Europea, Son estas personas las que están tomando  las decisiones fundamentales del país, denunció Latortue. “El país está intervenido sin que oficialmente se reconozca”.

Esta misma denuncia la hizo la Conferencia de Pastores de Haití (COPAH), una institución  independiente del sector protestante haitiano, en una carta dirigida al CORE Group, divulgada el 12 de mayo. La carta expresa que quieren llamar la atención, tanto al CORE como al mundo entero, de los “daños casi irreparables que le han causado a Haití” al apoyar a regímenes corruptos, totalitarios e incompetentes y garantizar los intereses de sus respectivos países en contra de los de Haití. La carta está firmada por el Revdo. Dorvila Normil, presidente, y el Revdo. párroco, Ismael Baptiste, secretario.

Latortue, quien tiene un programa graduado de Administración de Empresas en la Universidad Católica Notre Dame de Haití, hizo hincapié en que la situación en su país es una complicada. Con otros datos, como que el ingreso per cápita haitiano, hoy por hoy, es en términos reales menor que el que había al término de la segunda guerra mundial, la aportación de la diáspora representa entre 30 a 40 % de los ingresos, por lo que sin esa aportación la situación sería peor. Observó que ese dinero que entra y sale no se ve como un factor de progreso para la producción en el país debido a que el 60 % de los ingresos de las personas se va en la compra de comida importada de la República Dominicana.

Para Latortue las tantas cosas que están pasando ayudan a abrir el entendimiento para que la gente se haga su propia opinión, lo que siempre ayuda a un despertar. Añadió que todavía no ha tomado forma una visión positiva de transformación ya que el problema en Haití es que la gente se revela, pero no se pueden tomar formas de organización sin visión. No obstante, se expresó esperanzado: “Hay  que imaginar un mejor futuro, pero primero hay que convencerse de que es posible. Eso en Haití como en Puerto Rico”.

Nota: La carta completa de COPAH se encuentra  publicada en la página Web de la Agencia Ecuménica de Comunicación.

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