Para agosto la vista preliminar de estudiantes de la UPR

Aunque está en proceso la situación judicial que enfrentan siete estudiantes tras irrumpir en la reunión de la Junta de Gobierno de la Universidad de Puerto Rico (UPR) el pasado 27 de abril, es de conocimiento público que entre el 21 y el 25 de agosto de 2017 podría celebrarse la vista preliminar por los cargos que prevalecieron en la pasada vista de causa para arresto (Regla 6).

Mientras, el Departamento de Justicia aún no ha pautado la fecha para la vista en alzada, por los cargos de escalamiento y motín, que solicitó contra estos estudiantes el pasado 23 de mayo en la vista de seguimiento.

El caso sigue contra los estudiantes Francisco A. Santiago Cintrón, Randiel J. Negrón Torres, Thaliangelly Torres González, Gabriel Díaz Rivera, Alexa Paola Figueroa Carrasquillo, Juan Carlos Collazo Vázquez y Verónica del Carmen Figueroa Huertas por los delitos de empleo de violencia o intimidación contra la autoridad pública, daño agravado, restricción a la libertad agravada y por los dos cargos en alzada.

Debido a la confidencialidad que requiere un caso judicial en proceso, tanto los(as) abogados(as) que han seguido el caso, como los propios estudiantes, no pudieron revelar más información a preguntas de este medio.

En entrevista telefónica para CLARIDAD, el estudiante Juan Carlos Collazo puntualizó que, aunque lleva varios años militando en diversas causas como la del movimiento agroecológico y la de Playas Pal Pueblo, es la primera vez que está inmerso en un proceso legal.

“Francamente no me lo esperaba, pero definitivamente en los tiempos de crisis que estamos viviendo siempre hay una primera vez y cuando se asume una posición de responsabilidad, pues el neoliberalismo va a atacar”, expresó sobre la situación legal que carga junto a sus compañeros(as).

En cuanto a cómo han reaccionado sus familiares, Collazo narró que “más o menos una semana antes del suceso, ya nosotros teníamos la expectativa de que el Estado nos iba a estar demandando. Yo fui preparando mentalmente a mi madre y a mi tía, que son las que han estado conmigo en este proceso y las personas más cercanas a mí. Por lo menos mi tía, que es independentista y ha sido solidaria toda la vida, es la que le ha dado fortaleza a mi vieja. La realidad es que yo he afrontado este proceso muy tranquilo, pero el efecto emocional que tiene en uno es la presión que sienten ellas”.

“Pero me toca la presión que cae sobre mi señora madre y mi tía porque ellas son las que están haciendo el papeleo, mirando para afuera de la ventana que no venga la policía, pendiente a las citaciones, llamándote para que llegues temprano. O sea, que el efecto psicológico y emocional me llega a través de ellas”, continuó el joven universitario.

¿Sientes un peso por lo que estás representando en estos momentos, que es al movimiento estudiantil, es la situación en la UPR, es al país entero?”, le increpó este semanario. “Hay un peso bien puntual. En cuanto a los preacuerdos que se estaban negociando con la Junta de Gobierno de la UPR, hay un punto siete en el que se habla de no sancionar a los compañeros y compañeras acusados en este proceso, no obstante la otra parte no ha estado dispuesta a garantizarlo”, respondió el estudiante.

“Yo he reivindicado que nuestro proceso no debe ser un impedimento para el objetivo principal del movimiento estudiantil, ni la integridad física de cada uno. Así que si los recortes a la Universidad, los aumentos en matrícula, las eliminaciones de sanciones son la ficha de tranque, que las sanciones no lo sean, pero definitivamente ha habido mucha solidaridad de parte del movimiento estudiantil”, añadió Collazo.

Divisiones dentro del sector estudiantil

Respecto a las divisiones recientes que han surgido dentro del sector estudiantil de los recintos de Humacao y Río Piedras a dos meses de la huelga sistémica, el estudiante comentó: “Por lo menos, hablándote como Juan Collazo, a mí los discursos de unidad por sí solos no me convencen. Desde el día primero, el Movimiento Estudiantil ha acaparado distintas tendencias y visiones de lo que debe ser la lucha por la defensa universitaria. Por otro lado, el Consejo General de Estudiantes, del cual soy parte, se configura como un brazo de la administración de la Universidad y en muchas ocasiones no baja la información necesaria para que el estudiantado esté al tanto de lo que está sucediendo y pone trabas a los distintos pasos de la lucha estudiantil, por ejemplo convocando asambleas inoportunas y restringiendo negociaciones de las cuales el Movimiento Estudiantil nunca se entera”.

Según Collazo, ha habido roces debido a “estas personas que en algún momento fueron parte del Movimiento Estudiantil, pero que ahora como concejales han asumido unas posturas en contra de la democracia horizontal y participativa”.

Artículo anteriorLa renuncia del alcalde, un poquito de justicia
Artículo siguiente18o Festival de Cine de La Habana en Nueva York