Claridad a través de ojos nuevos

Por Ángeles R. Rodríguez Negrón

Especial para CLARIDAD

Mi mentora y gurú del fotoperiodismo puertorriqueño, Alina Luciano, me dijo conmovida que no pudo contener las lágrimas mientras veía el estreno del documental CLARIDAD: Hasta la victoria de la idea. “Especialmente, cuando salió Elliott (Castro)”, su gran amigo, compañero y periodista destacado por las coberturas deportivas en CLARIDAD, en la pantalla blanca del teatro de la Facultad de Derecho de la Universidad Interamericana de Puerto Rico. Hasta la noche del martes, 10 de diciembre, no supe la trayectoria del periódico en el que practiqué por los pasados tres meses.

Al terminar la presentación cinematográfica, las personas presentes se abrazaron en júbilo y halagaron el trabajo del equipo de Filmes Zapatero, la casa productora que se dio a la tarea de investigar las seis décadas del trabajo periodístico de este semanario. Durante este semestre universitario –—de hecho, el último en la Escuela de Comunicación de la Universidad de Puerto Rico —, tuve la oportunidad de realizar un corto documental junto a mis compañeros de clase. Me tocó redactar parte del escrito académico, y admito que fue complicado y tedioso. No imagino el afán que pasaron los productores para filmar tan detallada película en 45 minutos.

A muchos periodistas y empleados del periódico que vi en el documental, no los conozco personalmente. No sabía sus nombres ni las historias que escribieron, diseñaron, ilustraron, fotografiaron y reportaron. Relataron historias fuertes ante la cámara del director Kacho López Mari, nieto de uno de los fundadores de CLARIDAD, Juan Mari Bras.

Entre ellas se encontró José Pucho Charrón, quien cubrió la revuelta en la antigua prisión La Princesa. “Yo lo que quiero es ver las condiciones por las cuales ustedes protestan”, recordó el fotoperiodista en entrevista para el documental. Junto a la periodista Dixie Bayó, entró a la penitenciaría solo para retratar a los presos encerrados en calabozos de nueve pies de altura y camas de alambres, sin colchones.

“No es que tú defiendas la delincuencia, pero cuando tú logras hablar con una persona de estas, que está presa y que se te revela tal y cómo es, tú dices, ‘pues, si estos son seres humanos rehabilitables’. Lo que pedían era lo mínimo; era jabón, toalla, comida, lo básico para un ser humano sobrevivir. Y confirmé que sí, que era necesario que CLARIDAD estuviera allí”, expresó Bayó.

Por revelar verdades duras a la sociedad, la vida de los periodistas de CLARIDAD y los empleados de la Imprenta Nacional no ha sido fácil, puesto que han sido víctimas de múltiples ataques violentos. “A este periódico le pegaron fuego varias veces. Nos tirotearon. Persiguieron a nuestra gente. Allanaron el periódico. Todo tipo de golpetazo que pudieron hacerle al periódico, lo hicieron”, señaló Kike Estrada uno de los artistas gráficos del semanario.

No obstante, CLARIDAD también ha disfrutado de realizar aportaciones significativas para la comunidad puertorriqueña. La circulación del ahora inexistente CLARIDAD BILINGÜE para los nuyoricans del Barrio y el Bronx empoderó a aquellos que no hablaban ni leían el español. La sección deportiva profundizaba en la afición por los juegos más allá de las estadísticas. El suplemento cultural “En Rojo” todavía brinda un espacio para que escritores expongan sus trabajos literarios.

CLARIDAD también creó un vínculo directo al periodismo investigativo con su vocación de generar cambios sociales profundos. “Hacían muchas coberturas de temas sociales, de temas de corrupción, de temas ambientales. A veces no se trata de revelar algo nuevo o desconocido por completo, pero de explicar las cosas”, reveló la directora ejecutiva del Centro de Periodismo Investigativo, Carla Minet.

Por otro lado, con una variedad periodística tan amplia, el administrador Domingo Vega, optó por una vía creativa para ayudar con la situación económica del periódico y la imprenta. En 1974, nació el Festival de Apoyo a CLARIDAD en un pastizal de Villa Capri. Desde entonces, la iniciativa anual convoca a artesanos, artistas, músicos y comerciantes para también celebrar la cultura puertorriqueña.

Del mismo modo en que el documental de López Mari conmemoró las vivencias de los entrevistados, también presentó una reflexión importante: ¿Qué le espera en el futuro a CLARIDAD? Luciano comentó que desea ver que el semanario logre competir con otros noticiarios cibernéticos, mientras que la directora actual, Alida Millán Ferrer, recalcó que el objetivo de la organización independentista no se debe perder.

La presidenta de la Junta de Directores, Carmen Ortiz Abreu, cerró el largometraje: “CLARIDAD es la mejor respuesta a los que dicen que la lucha por la independencia de Puerto Rico está muerta, y mientras CLARIDAD permanezca, no está muerta la lucha por la independencia de Puerto Rico”.

Los aplausos irrumpieron la sala del teatro por aproximadamente dos minutos. Luego del evento, Irene Alberti Cardona, de Filmes Zapatero, agradeció al público por su asistencia y les despidió. Millán pidió que tanto el Comité Ejecutivo como el colectivo de CLARIDAD se reunieran en la plazoleta de la Facultad de Derecho para tirarnos una foto. Por mi corto periodo de trabajo, no pensé que me invitarían a formar parte del grupo, pero los periodistas veteranos insistieron en que me integrara. Así hice.

Quizás en diez años vuelva a mirar esa foto y me reiré de lo joven e ingenua que soy ahora en el presente: una recién graduada que no sabía exactamente lo que hacía en un periódico con tantos años de trayectoria y de lucha. Mas estoy complacida de estar rodeada de personas con tantas historias que contarme. Algún día contaré las mías a alguna joven periodista que me recuerde a mí a esta tierna edad. Como bien formuló la escritora Mari Mari Narváez: “Las luchas más exitosas son las que uno se sienta más feliz de llevar”. La lucha por el buen periodismo será una que llevaré felizmente. Esa es la victoria de mi idea, esa es mi CLARIDAD.

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