Para celebrar el mes de orgullo bajo la luz de la luna: Moonlight

Especial para En Rojo

He eats little boys, puppy dog tails, and big, fat snails! Take care! Beware!

El Científico, Glen or Glenda

Un elemento que se repite en el cine sobre temas LGBTQ es el viaje. Dejándonos llevar por la estructura de las historias que Joseph Campbell elabora en El héroe de las mil caras, el viaje del héroe es uno que se repite a través de la historia del cine. Desde la travesía de Luke Skywalker en la trilogía de Star Wars hasta la lucha de Frodo por destruir el anillo del poder en The Lord of the Rings, el héroe pasa de su normalidad al desafío de una nueva experiencia. Este cambio lo marcará, y así el héroe regresará a su mundo inicial con un nuevo elemento que inevitablemente impactará su normalidad.

Distingo el juego con la estructura de Campbell en las road movies que retratan ciertas experiencias de la comunidad LGBTQ, como My Own Private Idaho (dir. Gus Van Sant, EEUU, 1991), donde Mikey (River Phoenix) busca a su madre a través de las calles de Portland; y The Adventures of Priscilla, Queen of the Desert (dir. Stephan Elliott, Australia, 1994), donde Tick (Hugo Weaving), un talentoso travesti, parte en un viaje emocionante a través del Outback australiano para encontrarse con su hijo.

A través del viaje, nunca cesa de escucharse la voz del Científico (Bela Lugosi) en la interesante Glen or Glenda (dir. Ed Wood Jr., EEUU, 1953) advirtiendo que Él come niños y colas de perro. La ambigüedad de ese Él nunca se esclarece en la película. Puede representar tanto a una sociedad que engulle todo desafío a la heteronormatividad como también a la bestialización de todo aquel que reta la norma.

En la maravillosa Moonlight (dir. Barry Jenkins, EEUU, 2016), el protagonista pasa por tres etapas en su viaje, que dividen la película en capítulos. En la primera, Little (Alex R. Hibbert) es un preadolescente que huye de sus bullies y de una madre negligente y adicta. Little encuentra apoyo en un gentil vendedor de drogas cubano, Juan (Mahershala Ali), que, junto a su compañera, Teresa (Janelle Monáe), le ofrece un albergue necesario al niño. En la segunda etapa, Little es un adolescente que todos conocen como Chiron (Ashton Sanders). Aunque Juan ya no aparece, posiblemente porque ha sido asesinado o encarcelado, Chiron continúa refugiándose en la casa de Paula. Sus bullies también han crecido, pero Chiron encuentra apoyo en su amigo, Kevin (Jharrel Jerome). Sin embargo, este episodio termina con una dolorosa traición y el momento en el que Chiron arremete contra su detestable bully, Terrel (Patrick Decile). Durante el tercer y último capítulo, Little/Chiron lleva el nombre de Black (Trevante Rhodes). El flaquito Chiron que huía del abuso a su alrededor es ahora un musculoso vendedor de drogas con el cual nadie se mete.

Un elemento esencial que marca el viaje de Little/Chiron/Black es su identidad sexual. En su etapa preadolescente, Little es identificado como diferente por los niños a su alrededor. Ellos perciben en él una aparente actitud femenina. Little no entiende el porqué del prejuicio de los demás, y un día le pregunta a Juan por el significado de la palabra fa- (epíteto usado en inglés en contra de hombres de la comunidad). Juan, un hombre heterosexual que se desenvuelve en el mundo callejero y cruel de las drogas, le responde que Little no es esa palabra, aunque fuera homosexual, porque es un insulto. A falta de madre, Juan sabiamente asume la posición de guía para Little.

La relación paternofilial entre Juan y Little se solidifica en el mar. Una de las escenas más poderosas de la película se da en la playa, con Juan y Little. Mientras Juan se quita la camisa, Little juega rodeado de palmas, arena y el sonido de las olas del mar. Juan invita a Little al agua. Al principio, la cámara, algo sumergida en el mar, sigue a Little de cerca. Este se mueve torpemente tratando de asomar su cabeza por encima de las olas. Pero Juan toma a Little en sus brazos y lo acuesta bocarriba sobre el agua. Mientras su mano derecha mantiene la cabeza de Little a flote, Juan le dice al niño que él está en el medio del mundo. Juan le da la seguridad que Little necesita en su momento más vulnerable, ya que el niño no sabe nadar. El contacto de Juan le afirma a Little que no se ahogará. Independientemente de cuán bravía esté la corriente, Juan le recuerda: “I got you” (“Te tengo”).

Mientras descansan en la arena, Juan le cuenta a Little que, cuando era pequeño, una vecina le dijo que los niños negros eran azules bajo la luz de la luna. Por eso, Juan era azul. Cuando Little le pregunta si se llamaba Azul, Juan le explica que no, porque llega el momento en el que uno tiene que decidir quién uno es. Este instante revela el tema de la película, las complejidades de la masculinidad negra.

Asociamos el mar con lo húmedo. En nuestro lado del Caribe, Yemayá es ese mar azul que vela por los navegantes. Independientemente del artículo masculino, el mar es un ente femenino. Es allí, flotando en ese espacio de una historia milenaria, que sirve de tumba a generaciones de esclavos que murieron en los barcos europeos, donde, según la leyenda, Juan, un niño negro cubano en una barca junto a unos pescadores, vio a la Virgen de la Caridad del Cobre.

Yemayá, la madre marítima, y Juan, el padre terrenal, acogen a Little y le enseñan que solo él decidirá su verdadera identidad. Juan representa una masculinidad vulnerable y contrarresta la idea convencional de la homofobia que predomina en las comunidades marginadas. No es que en las comunidades negras y latinas no exista el rechazo a sexualidades que desafían la heteronormatividad, sino que hay espacios inclusivos como este, en donde Little tiene la libertad de decidir quién es.

Entendemos por qué Chiron esconde su sexualidad. Su vida está plagada por la violencia de Terrel. Sin embargo, su deseo se asoma una noche en la playa después de fumar marihuana con su amigo, Kevin. La escena en el que Little se sentó junto a Juan en la playa se repite. Pero, esta vez, Chiron está sentado a la luz de la luna junto a Kevin. Protegidos por la oscuridad y sumidos en el arrullo de las olas, Kevin y Chiron se besan. El semen que concluye su encuentro y que Kevin tiene en su mano se mezcla con la arena de la playa. La tierna pérdida de la virginidad de Chiron ocurre bajo la amorosa mirada de Yemayá en el lugar donde Juan lo enseñó a flotar en el mar. Sin embargo, la felicidad de Chiron es corta. Su viaje lo lleva al momento más duro, la traición de Kevin.

Ya en su adultez, Black recibe una llamada telefónica de Kevin. Este trabaja en un diner en Georgia. Aunque Black ya no vive en el área, el protagonista regresa a su lugar de nacimiento, donde experimentó el doloroso rechazo de su madre, el tierno encuentro de un padre que lo llevó al mar, la aterradora persecución de sus bullies y la aceptación de su amigo, Kevin. Aunque esta amistad terminó en traición, ese momento amoroso siempre se mantuve como una luz divina en la oscuridad de su experiencia. Su viaje final lo lleva al encuentro con Kevin después de muchos años. Ambos se reconocen y, otra vez, con el lejano arrullo de las olas del mar y en completa oscuridad, Black recuesta su cabeza en el pecho de Kevin.

El viaje de Little/Chiron/Black termina en ese amor que nunca murió y que sobrevive el dolor. La belleza de la imagen final demuestra que el reencuentro de Black y Kevin es dulce precisamente porque siempre los protegerá de los depredadores que canibalizan la inocencia de un niño. La protección que siente Little junto a Juan se torna al final en la plenitud que encuentra Black en el pecho de Kevin.

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