Cientos vuelven a marchar en la Habana contra la homofobia y la transfobia

 

Corresponsal de CLARIDAD

 

La Habana, Cuba-Cientos de personas marcharon por las calles de La Habana en la celebración de la tradicional Conga Contra la Homofobia y la Transfobia, una de los eventos más importantes que tienen lugar en el país para concienciar a la población sobre los derechos y responsabilidades de la comunidad LGBTIQ.

La marcha, que recorrió varias calles de la capital cubana el pasado 13 de mayo, forma parte de una jornada más amplia de eventos –simposios, charlas, encuentros culturales e intercambios– que organiza cada año el Centro de Educación Sexual (Cenesex) de Cuba en varias ciudades del país.

Si bien la iniciativa, originada hace 16 años, surgió entonces de la necesidad de reclamar espacios y derechos para las personas LGBTIQ+, la edición de este año se enfocó en la reciente aprobación del nuevo Código de las Familias, que, entre otras cosas, hizo legal el matrimonio entre personas del mismo sexo.

“Es una celebración distinta porque ahora ya no es para abogar por el reconocimiento de los derechos, ahora es para celebrar y dar a conocer que tenemos que seguir trabajando, educando, para que se transforme la cultura patriarcal que hemos heredado de los sistemas coloniales y neocoloniales; y eso no se va tan fácil”, expresó Mariela Castro Espín, diputada cubana y Directora del Cenesex.

Desde la aprobación del Código de las Familias a finales del año pasado, han contraído matrimonio unas 745 parejas del mismo sexo, de ellas 462 parejas de hombres y 283 de mujeres; una cifra que a juicio de Castro Espín demuestra que “había muchas personas necesitando ese derecho reconocido”.

Miembros de la comunidad LGBTIQ+ opinan que la nueva Ley –aprobada en referéndum popular– es un paso de avance para la sociedad cubana y la Revolución, pero reconocen que aún queda trabajo por hacer para erradicar la cultura del machismo y la homofobia en el país.

“La aprobación [del Código] hay que llevarla a la práctica. Somos un país muy prejuiciado, eso no se borra ni en un año ni en dos años, eso lleva un proceso educativo. Claro, ya por Ley está aprobado el matrimonio [homosexual], esa es una cosa que los gays ya tenemos a favor de nosotros”, sostuvo Felipe Mirabal, quien asistió a la conga.

Además de elevar a rango constitucional el matrimonio entre personas del mismo sexo, el Código de las Familias –que para muchos es ya uno de los más avanzados de la región– abrió las puertas a un amplio abanico de legislaciones que incluye los derechos y responsabilidades de los menores de edad, los derechos de las personas mayores y la adopción de hijos en parejas homosexuales, entre otros.

En su momento, quienes abogaron por su aprobación e implementación, aseguraron que se trataba de la punta de lanza con la que Cuba habría de atemperarse a los tiempos que corren en todo el mundo, en términos de alcance de los derechos para todas las personas.

Después de cinco años de no haberse celebrado por distintos motivos, entre ellos la pandemia de la COVID-19, la conga regresó este mes de mayo a las calles de La Habana. En el pasacalles participaron importantes personalidades como Lis Cuesta, esposa del presidente Miguel Díaz-Canel, y autoridades del Ministerio de Salud de Cuba. Bajo el lema “Por todas las familias, el amor es Ley”, la marcha atrajo también a grupos religiosos identificados con el mensaje.

Jorge González, miembro del Movimiento Estudiantil Cristiano, subrayó los avances que supone para el país la implementación del Código de las Familias, pero resaltó que se debe seguir trabajando para ganar espacios de inclusión en la sociedad.

“Tiene que ver con un cambio cultural que no es solo en Cuba, es en América Latina y en el mundo […] La apuesta por la construcción del Socialismo y de una Cuba mejor tiene que ver también con que haya cada vez más derechos reconocidos para las personas LGBTIQ [y] construir espacios de mayor inclusión”, aseveró.

En la misma línea recalcó Mariela Castro que la transformación del proceso revolucionario y socialista que atraviesa hoy Cuba pasa por llegar a comprender los cambios culturales que se requieren.

“Cuando se hace Socialismo las cosas no cambian por decreto, hay que construir consenso, hay que educar y lograr una profunda transformación cultural”, sentenció.

 

 

 

 

 

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