El mejor cine de 2021 ( 2)

 

En Rojo

“Macbeth” es una de las tragedias de Shakespeare que mejor traduce al cine y ha sido puesta en escena por directores tan creativos como Orson Welles (1948), Akira Kurosawa (Throne of Blood 1957), Roman Polanski (1971), y más reciente Justin Kurzel (2015 con Michael Fassbender). Pero ninguna de estas versiones nos preparó para el filme en blanco y negro de Joel Coen con un Macbeth gigantesco, temeroso, agresivo y al final sin empatía o compasión interpretado por el también gigantesco Denzel Washington (quien en Much Ado About Nothing de Kenneth Branagh de 1993 interpreta a Don Pedro de Aragón). Todos los otros personajes palidecen ante su presencia, excepto cuando Lady Macbeth—una rigurosa y determinada Frances McDormand—entra en escena para alentar a su marido y dirigirlo hacia convertirse en Rey. Los espacios abiertos no parecen tener barreras (los campos de batalla) y los cuartos del castillo permanecen vacíos cuando los personajes se mueven de un lugar cerrado a otro. Las batallas y los asesinatos son sangrientos, crueles y sin arrepentimiento, excepto cuando Lady Macbeth decide lavar sus manos de tanta sangre. Cada cuadro es una historia en sí donde la cámara permanece lo suficiente para que la mente de los personajes se confunda y nunca tenga seguridad de sus acciones. Las “Weïrd Sisters” se transforman en telas circulares que se convierten en cuervos para siempre estar por encima de la realidad de la muerte. The Tragedy of Macbeth encabeza mi lista de mejores filmes del 2021.

Sé que incluyo algunos filmes que aparecen como 2020, pero las fechas de exhibición de ese año fueron cambiando según la pandemia se intensificaba o aflojaba y volvían a abrir las salas de cine. Además, los directores de festivales (Sundance, Berlin, Cannes, San Sebastián, Venecia) y las organizaciones de premiaciones (Golden Globe, Oscar, sindicatos de actores, productores, directores, escritores, César, Goya, etc) movían sus fechas para cualificar sin dejar muy claro dónde se situaban algunos de los filmes estrenados en plataformas de streaming. Bergman Island de Mia Hansen-Løve es un hermoso viaje al mundo de Ingmar Bergman, tanto el real como el imaginado y plasmado en sus filmes, a través de una pareja que comparte su ojo narrativo y estilo de dirección y que, a la misma vez, explora sus propios mundos. The Dig de Simon Stone, protagonizado por Carey Mulligan y Ralph Fiennes nos adentra al mundo de excavaciones en un lugar rural en 1938 para descubrir y entender la importancia de Sutton Hoo. The Courier de Dominic Cooke con una actuación perfecta de Benedict Cumberbatch, como un comerciante que casi sin proponérselo se convierte en espía del gobierno británico, es comparable en experiencia y excelencia a Bridge of Spies (2015). Y ya que estamos en el mundo actoral de Cumberbatch, The Power of the Dog de Jane Campion es un experimento en crear un ambiente (como Campion lo hizo en The Piano de 1993) donde el resto del mundo desaparece de las vidas de personas que han escogido vivir aisladas con lazos familiares muy distantes. Con palabras muy escogidas que distan de su comportamiento y actitud, Phil Burbank se va transformando ante nuestros ojos.

Entre los filmes que tomaron su tiempo para desarrollar a sus personajes y que no temieron concentrar en caracterizaciones apartadas de los conceptos tradicionales del bien y el mal, distingo seis. Limbo de Ben Sharrock es un filme minimalista tanto en sus espacios exteriores e interiores. Por eso la atención de lxs espectadorxs se centra en los refugiados en espera con una cámara detenida y con tomas cercanas para que las expresiones sustituyan las palabras de idiomas conocidos o por conocer. The Mauritanian de Kevin Mcdonald es la historia de Mohamedou Ould Slhi, quien estuvo prisionero por 14 años y después de habérsele violado todos los derechos de cualquier ser humano, de ser torturado con la autorización del gobierno de Bush/Cheney/Rumsfeld, de esconder/falsificar pruebas que contradecían las acusaciones formuladas, logra regresar a su hogar. Stillwater de Tom McCarthy fue descartada por los críticos que responden a la mirada de Hollywood (Variety, The Hollywood Reporter, etc) quizá por no corresponder a lo esperado de un actor del status de Matt Damon o por considerar la historia de poca monta. Discrepo totalmente. El Bill de Matt Damon es un individuo taciturno, habla lo mínimo y nunca verbaliza sus miedos, dudas o creencias, excepto para invocar a Dios a la hora de recibir alimentos y cuando está solo y no encuentra salida. Damon evoca perfectamente ese encerramiento emocional y los errores que destruyen cualquier otro acercamiento.

The Card Counter del experimentado escritor y director Paul Schrader y The Lost Daughter de la actora y directora de su 1er filme, Maggie Gyllenhaal, hacen que los detalles sean los que cuenten la historia y enlazan casi como un círculo el presente del diario vivir—tan complejo o sencillo como aparente ser—con un pasado confuso que salta a la memoria en el momento menos esperado. Ambos filmes cuentan con actorxs que pueden sostener las complejidades de sus personajes a través del camino tortuoso de sus vidas presentes: Oscar Isaac en The Card Counter y Olivia Colman en The Lost daughter. Belfast de Kenneth Branagh es uno de los cuatro filmes que pude ver que experimentan con las múltiples facetas de filmar en blanco y negro (The Tragedy of Macbeth, C’Mon, C’Mon, Passing). Este actor y director lo hace para recrear lo que fue un periodo extremadamente difícil de permanecer en la comunidad donde sus abuelos y padres habían vivido por tantos años. “The Troubles” (1960-1998), con un saldo de más de 3,500 asesinatos, 52% de ellos civiles, es visto desde la perspectiva de un niño de nueve años.

Entre las pocas mega producciones que se estrenaron en 2021, destaco a No Time to Die de Cary Joji Fukunaga, la última entrega de Daniel Craig como James Bond y Dune en la nueva versión de Denis Villeneuve, esta vez con un estilo muy diferente a la versión de 1984 de David Lynch. Prevalece la sensibilidad de los personajes hacia la familia y lxs amigxs y el trato a los desconocidos para ir en busca de la paz y armonía en mundos poblados por la desconfianza, la venganza y la avaricia. La 2nda parte de Dune está pautada para el 2023. No Time to Die es un digno final porque ata todos los cabos de las historias anteriores y añade elementos humanos siempre escondidos o ensombrecidos para un personaje que controla todo a su alrededor, especialmente sus sentimientos. Algunas historias se cierran, perdemos algunos de los personajes que han acompañado a Bond/Craig a través de los cuatro anteriores episodios, pero cada escena es pura energía, confrontación, movimiento y acción que nunca se detiene.

Dos de mis directores preferidos, por siempre inventarse nuevas maneras de presentar realidades alternas, también estrenaron en 2021: No Sudden Move de Steven Soderbergh, con un elenco de ensueño que incluye a Benicio del Toro y Wrath of Man de Guy Ritchie con otro de sus actores preferidos, Jason Statham. Ambos filmes llenos de intrigas, traiciones y alianzas, sin diferenciar entre bien o mal y con violencia contenida o a veces a la libre. King Richard de Reinaldo Marcus Green es un intento de reivindicar al padre de Venus y Serena Williams con una gran actuación de Will Smith, a quien no habíamos visto interpretar un papel con esta intensidad desde Six Degrees of Separation (1993), The Legend of Bagger Vance (2000), Seven Pounds (2008) y Concussion (2015). Incluyo aquí a The House of Gucci de Ridley Scott por las actuaciones de Lady Gaga, Adam Driver, Jeremy Irons (que como pasa casi todo el tiempo, ocupa centerstage), Al Pacino y Salma Hayek, pero particularmente a un transformado Jared Leto (como suele hacer) como el hijo menospreciado de la familia.

La gran comedia del año fue The French Dispatch de Wes Anderson que reúne historias narradas o escritas por periodistas, entrevistadores, administradores para contar no muy acertadamente lo que ocurrió en un estilo wesandersoniano (The Life Aquatic with Steve Zissou, Moonrise Kingdom, The Grand Budapest Hotel, Isle of Dogs). Aquí se integran todas las modalidades fílmicas de manera tan rápida y muchas veces incoherente que su resultado es una sala de espectadores riendo, aunque no puedan explicar por qué.

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