El Puerto Rico Queer Filmfest 2024: Una vista a tres películas LGBTQ+ más allá de Puerto Rico

 

Nota editorial: En En Rojo, conmemoraremos el Mes de Orgullo con la publicación de artículos destacados de temas que versan sobre la comunidad LGBTTIQ+ a lo largo del mes, la dedicatoria de cada portada de junio y la totalidad de la versión impresa del suplemento. Agradecemos en especial la colaboración de Egidio Colón Archilla en la búsqueda de colaboradores y textos. ER

Sebastián Colón Avilés
Especial para En Rojo

Desde el siglo XX, el cine se ha convertido en uno de los principales medios de comunicación y entretenimiento. ¿Acaso es un arte, propaganda, o un simple negocio en la época capitalista? Se puede afirmar que sí hay un consenso entre artistas y académicos: el cine es un área interdisciplinaria, con fines no solo de mero entretenimiento, sino que funciona como una herramienta efectiva al plasmar historias personales. Estas historias no necesariamente corresponden con la distribución comercial, sino que se esparcen en espacios culturales o festivales de cine.

Durante las fechas del 23 al 29 de mayo se celebró en el Caribbean Cinemas de Fine Arts en Miramar el festival de cine conocido como el Puerto Rico Queer Film Fest, un festival de Cine Gay, Lésbico, Bisexual y Trans. Este evento figura como una entrada simbólica al mes del orgullo, ya que fue enfocado en historias, asuntos y memorias de la comunidad LGBTQ+. El festival de cine exhibió alrededor de 39 cortos y largometrajes, desde películas locales en Puerto Rico hasta producciones internacionales (Estados Unidos, Colombia, Uruguay, Marruecos, Pakistán, Brasil, España, Alemania, Inglaterra y México).

El catálogo de películas locales e internacionales por el Puerto Rico Queer Filmfest es un esfuerzo de ejercicio curatorial que busca representar y explorar diferentes temáticas y problemas que involucran la comunidad LGBTQ+, desde la exploración de la identidad, el género y la sexualidad hasta las consecuencias de la homofobia y la transfobia. El Puerto Rico Queer Filmfest es una manifestación de cómo se puede utilizar el cine como medio masivo para transmitir experiencias íntimas y personales de comunidades vulnerables.

Uno de los atractivos de este festival es que no se limita a un solo género cinematográfico, sino que su catálogo brinda películas desde el género documental, la ficción y el cine experimental. Se puede interpretar que el festival no solo tiene como objetivo usar la el cine como herramienta de educación para combatir los estereotipos presentados de la comunidad LGBTQ+, sino que también busca de alguna u otra manera celebrar artistas LGBTQ+ con la exhibición de sus películas. En la última noche del festival, se presentaron las películas de Desire Lines (2024) producido en los Estados Unidos y Drifter (2023) de Alemania. También se pudo apreciar el cortometraje El Intercambio (2023), filmado en Uruguay.

Después de las premiaciones del Puerto Rico Queer Filmfest el 29 de mayo, el festival exhibió el cine documental híbrido, Desire Lines (2024) dirigido por Jules Rosskam. Esta película es un híbrido, ya que Rosskam juega con los limites de la ficción y el documental. En otras palabras, la película tiene una historia ficticia, pero acompañada con segmentos de aspecto documental como entrevistas a personas transexuales en ciertas ocasiones. Nos relata la historia ficticia de Ahmad (Aden Hakimi), un hombre trans que se adentra en un archivo que recolecta información y memorias de personas LGBTQ+. En este archivo, el personaje, a través de diferentes documentos, cartas personales y entrevistas, se sumerge en las historias, las prácticas sexuales y la represión política durante la época de crisis del Sida en la década de los 1980. En la película se puede valorar cómo la historia de ficción es un vehículo para testimonios íntimos de personas transexuales alrededor de los Estados Unidosen los que conversan sobre su vida privada y pública. La audiencia se sumerge en estas diferentes historias de personas trans, pero siguiendo todavía la línea narrativa del personaje de Ahmad que mayormente se refugia en el archivo donde está investigando para propósitos personales como hombre trans.

Personalmente la noción del archivo como espacio recurrente es lo que llamó mucho mi atención. Esto debido a dos razones. La primera es que la película utiliza ese espacio no solamente para propósitos narrativos, sino que es un hilo para las entrevistas que se muestran en la película. Por ejemplo, Ahmad investiga los espacios donde personas trans y homosexuales se reúnen en el cine, bares, duchas o los cuartos de vapor en la década de los ochenta. Este tema se convierte en un punto de partida para la parte documental de la película en donde se visualizan diferentes entrevistas con personas transexuales conversando sobre su vida sexual y la importancia de protección o educación sexual en sus comunidades. La segunda razón es que la película esparce la importancia de poder crear archivos LGBTQ+ en los que se pueden salvar las experiencias individuales y colectivas.

Después de Desire Lines, se presentó una nueva producción por Marco Berger, un director argentino reconocido por sus películas homoeroticas. Esta vez, Berger nos ofrece su cortometraje titulado, El Intercambio (2023). A diferencia de Desire Lines, el cortometraje es una ficción entre dos mejores amigos, Mateo (Franco Mosqueiras) y Lucas (Gonzalo Garrido). El conflicto principal empieza a desarrollarse cuando Mateo tiene un encuentro sexual con Lucía (Irune Porcel). Lucía roba algo de Mateo y este llama a Lucas para que ambos puedan recuperar lo que Lucía robó de Mateo. Es un cortometraje cómico, pero una manera creativa de experimentar y jugar el género del realismo mágico enfocado en temas de la amistad, la masculinidad y el deseo sexual. A lo largo de esos 22 minutos la amistad de Mateo y Lucas se va transformando, evolucionando y sobre todo van conociéndose más en lo personal y lo físico.

Por último, como cierre del Puerto Rico Queer Filmfest presentaron la película alemana, Drifter (2023) dirigida por Hannes Hirsch. Este director ofrece una perspectiva sobre la comunidad LGBTQ+ desde la ciudad de Berlín, Alemania. Seguimos a Moritz (Lorenz Hochhuth) que se muda a Berlín para estar con su pareja Jonas (Gustav Schmidt). Sin embargo, rápidamente Jonas decide romper su relación sentimental con Moritz. La película se enfoca en cómo Moritz reacciona al quiebre de su relación con Jonas que, además de lidiar su recién fallida relación, también tiene que adaptarse a una nueva ciudad. Es una película con una hermosa cinematografía y excelente elección de sonido, específicamente en escenas que involucran las discotecas en Berlín. La película en sí intenta construir de manera lineal una transformación de identidad con Moritz específicamente. Se puede observar esta transformación desde el uso de vestimentas y la experimentación de diferentes recortes que lleva a cabo el personaje. Se vislumbra también esta transformación a medida que Moritz conoce otras personas que influencian y lo ayudan a descubrir sus objetivos de vida en su juventud. Es una película que toca los temas de la soledad, la importancia de reconocimiento como una persona autónoma, las constantes negociaciones entre la masculinidad y el cuerpo musculoso como una falsa imagen ideal de atracción sexual y, sobre todo, la reconciliación de amistades.

Estas películas ofrecen nuevas perspectivas y narraciones queer más allá de Puerto Rico. No obstante, el festival también hace un esfuerzo de visualizar y representar experiencias LGBTQ+ en Puerto Rico con las secciones exhibidas tituladas Boriqueer. Estas secciones son dedicadas a cortometrajes que se llevan a cabo en el cine documental, ficción, lo experimental y video musicales de artistas en Puerto Rico.

“El Festival de Cine Queer es importante y yo creo que necesario porque de una alguna forma visibiliza lo que son las experiencias de las comunidades LGBTQ en Puerto Rico y en el mundo. Es como una plataforma para conocer cómo viven estas comunidades, comprenderlas y tal vez llevarnos a un mundo más inclusivo y tal vez de mucho más respeto”.

Esa fue la respuesta de Victor González, director ejecutivo del Puerto Rico Queer Filmfest, cuando la compañía Caribbean Cinemas preguntó el porqué el festival es importante. Diría que el Puerto Rico Queer Filmfest no es solo un espacio importante para la comunidad LGBTQ+ y la industria del cine, sino que es un espacio necesario para celebrar proyectos y películas de artistas LGBTQ+ y para poder encontrar diferentes narraciones que puedan presentar esta comunidad sin caer en estereotipos o burlas. Esperemos que en un futuro cercano podamos disfrutar de otra edición del Puerto Rico Queer Filmfest

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