Jane, la puertorriqueña

Llevo semanas preguntándome cuándo los y las puertorriqueñas nos representaremos a nosotras mismas en la pantalla grande y chica.

Siempre que encuentro películas y series de televisión en que participan puertorriqueños y puertorriqueñas trato de verlas. Y no solo es para apoyarlas, sino porque quiero descubrir cómo somos representados en la pantalla.

No obstante, la mayoría de las ocasiones –en el caso específico de actores y actrices de televisión– me frustro porque usualmente encarnan a alguna otra nacionalidad. Está sobre entendido que así es el trabajo actoral, “hacer de otro”. Sin embargo, sería chévere verlos hacer de boricuas.

Hace un tiempo a instancias de una amiga comencé a ver la serie “Jane the Virgin”. El programa navega la vida de las mujeres Villanueva, con Jane como su protagonista. Es un tipo de telenovela moderna, que incluye comedia, suspenso, drama, romance y situaciones ‘telenovelescas’ como hermanas gemelas malvadas, parapléjicos que pueden caminar y asesinatos misteriosos. La serie está protagonizada por la puertorriqueña Gina Rodríguez, como Jane. A ella la acompañan en el elenco estelar, las puertorriqueñas Andrea Navedo e Ivonne Coll. Ellas, que son hija, madre y abuela respectivamente, son las “Villanueva”, una familia venezolana.

También me encanta la nueva versión de la serie ‘One Day at the Time’, sobre una madre soltera latina que cría a su hija e hijo con la ayuda de su mamá. El programa está protagonizado por la puertorriqueña Justina Machado (‘Penélope Álvarez’), el puertorriqueño Marcel Ruiz (‘Alex Álvarez’), la colombiana Isabella Gómez (‘Elena Álvarez’) y la brillante y distinguida puertorriqueña Rita Moreno (‘Lydia Riera’), una de las pocas ganadoras EGOT: que han recibido premios Emmy, Grammy, Oscar y Tony. La familia ‘Álvarez-Riera’ es cubana.

Hay como un patrón, ¿verdad? Claro, en tiempos en los que el presidente Donald Trump amenaza con quitar mas derechos a los latinos e inmigrantes, en los que se valida y se normaliza el racismo, es siempre una buena idea denunciar y resistir a través de todas las plataformas disponibles.

Por eso cuando la ‘Abuela Alba’ (Ivonne Coll) y la ‘Abuela Lydia’ (Rita Moreno) se ven amenazadas por ser ‘ilegales’, a pesar de que llevan viviendo en los Estados Unidos toda la vida, fue el momento perfecto para hablar sobre el tema de la inmigración y denunciar las injusticias cometidas a diario contra los latinos e inmigrantes en este país.

Pero entonces… ¿cuándo veremos las problemáticas de los oriundos de La Isla del Encanto, y su descendencia, en la pantalla? ¿Cuándo se discutirá el estatus de la colonia mas antigua del mundo? ¿Cuándo le presentaremos a los mismos estadounidenses y demás poblaciones que consumen sus productos mediáticos la falta de derechos y la represión por la que pasamos a diario solo por el hecho de ser puertorriqueños?

Hay múltiples ejemplos de actores y actrices puertorriqueñas, reconocidos como boricuas, que siempre interpretan otras nacionalidades, como la super estrella Ricky Martin cuando hizo del maestro de español chileno ‘David Martínez’ en Glee (2012) o del italiano ‘Antonio D’Amico’ en ‘American Crime Story’ (2018).

Y es que la historia de cómo se representan los boricuas en el cine y la tv anglo no es la más favorable. A pesar de que siempre hubo racismo en Hollywood, a principios del siglo 20 la situación era tolerable y artistas tuvieron la oportunidad de brillar y hasta de ser galardonados. Este es el caso de José Ferrer, quien recibió un premio Oscar en 1951 por su actuación en ‘Cyrano De Bergerac’. Después con el macartismo la represión se recrudeció. Diez años más tarde llegó el musical ‘West Side Story’ y todo cambió.

La historia de amor entre ‘María’ y ‘Tony’, y la rivalidad entre los ‘Jets’ y los ‘Sharks’, labró unos profundos estereotipos de que los puertorriqueños eran maleantes que pertenecían a gangas violentas y de que las mujeres lo único que querían era parir y vivir de gratis en ‘América’. La letra de la canción ‘America’ pone en voz de Rita Moreno todos los supuestos males de Puerto Rico: los huracanes, las enfermedades, la sobrepoblación, la falta de luz eléctrica o de carreteras, que las balas vuelan por el aire, entre otros.

Se puede hablar de un antes y un después de este musical.

Por eso tenemos a los boricuas que encarnan a puertorriqueños, pero en personajes que perpetúan los estereotipos negativos. Como por ejemplo los que hacen de convictos, como Amaury Nolasco ‘Fernando Sucre’ en ‘Prison Break’, las chicas de ‘Orange is the New Black’, de las cuales solo Elizabeth Rodríguez (‘Aleida Díaz’) es boricua, o de sirvientas como Roselyn Sánchez en ‘Devious Maids’. La cantante y actriz Jennifer López ha encarnado a muchas mujeres diferentes, pero cuando hace de puertorriqueña es sirvienta (‘Maid in Manhattan’) o policía corrupta (‘Shades of Blue’).

Claro, en la televisión hay puertorriqueños en otro tipo de rol, más positivo, pero estos casi nunca son explícitamente boricuas, usualmente son de latinos genéricos. Algunos ejemplos son Jimmy Smits, Esaí Morales, Ana Ortiz, Rosario Dawson, Carlos Ponce y Yara Martínez, para mencionar algunos. Nolasco y Sánchez también han tenido roles como estos. Además tienes a un Luis Guzmán y a una Rosie Pérez que son puertorriqueños pero que casi siempre hacen papeles estereotípicos de boricuas o latinos de clase baja.

Es obvio que no se puede pedir que todo el tiempo haya representación de cada una de las nacionalidades, ni de todos los grupos étnicos que conviven en los Estados Unidos. Pero nos guste o no, somos la colonia del imperio desde 1898, somos ciudadanos americanos –lo que pagamos con sangre–, peleamos en sus guerras y pagamos sus contribuciones.

Y sin embargo, no existe un personaje, interpretado por un o una puertorriqueña, que hable de lo que es ser boricua, que plantee el colonialismo o la discriminación de la que somos sujeto por parte de anglos y latinos, que sea profesional, que no tenga un acento ‘mascao’ del inglés y que sea un buen modelo a seguir.

Eso nos hace falta. Es más que merecido, justo y necesario.

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