La educación: Uno de los principales aportes del Periódico de la Nación Puertorriqueña

Por Ángel Israel Rivera / Edición Especial

Todo país, toda nación, debe tener un órgano de prensa que sea particularmente promotor del pensamiento crítico y que cree conciencia sobre los retos y oportunidades que enfrenta en cada momento de su historia. En Puerto Rico esa función de prensa profunda y aleccionadora sobre lo que acontece en el país la ha cumplido destacadamente, con un compromiso honesto con el Pueblo y con la Verdad, el Periódico de la Nación Puertorriqueña, CLARIDAD.

Desde las columnas de análisis político de César Andreu Iglesias y Juan Mari Brás, junto a otras, también muy importantes, de Ángel Agosto, Manuel de J. González, Carlos Gallisá, Héctor Pesquera Sevillano o Gervasio Morales, pasando por los trabajos y noticias culturales de su suplemento “En Rojo”, donde han publicado cuentos o poemas muchos de nuestros literatos jóvenes y se hace además uno de los mejores análisis del cine que se realizan en el país, hasta la sección deportiva del insigne comentarista ya fallecido Elliott Castro, este periódico ha contribuido con información y formación a todos los públicos. Una de sus grandes virtudes ha sido, por supuesto, el desenmascarar la colonia y el traer al conocimiento del gran público todo tipo de vicisitudes causadas por el mal gobierno o por la falta de compromiso genuino con la verdadera democracia, por parte de los partidos políticos, así como de algunos grupos de la sociedad civil que no han estado a la altura de lo que realmente ha necesitado nuestro pueblo.

Pero en esta celebración de los 60 años del periódico CLARIDAD, muchos de ellos también acompañados del Festival de Apoyo a Claridad, lugar de encuentro para los patriotas de Puerto Rico y esfuerzo denodado para mantener con vida al periódico, cabe destacar una función muy particular de este periódico, más allá de sus aportes nacionales al gran público puertorriqueño. Me refiero a los aportes de CLARIDAD a la educación y a la vida académica en las escuelas y en las universidades, a la vida y a la producción de estudiantes y profesores procedentes de los distintos centros universitarios del país. Esta función la ha cumplido CLARIDAD tan a cabalidad, y tan estelarmente, que puedo decir con toda confianza que han sido muchos los estudiantes y profesores de nuestros centros docentes superiores quienes, para la discusión académica en gran variedad de cursos, han hecho uso de sus artículos y análisis sobre las problemáticas principales que ha enfrentado el país en estos 60 años.

Por un lado, CLARIDAD ha informado sobre todo lo pertinente a la Universidad Pública y las amenazas que se han cernido sobre ella en diferentes momentos. Ha informado cuidadosamente sobre los asuntos universitarios, las huelgas estudiantiles y la represión policial contra la libertad de expresión, que en ellas ha ocurrido, demostrando, lamentablemente, que los espacios democráticos no se respetan en las colonias y que los derechos humanos y civiles de los que protestan han sido conculcados en Puerto Rico demasiado a menudo. Pero además, CLARIDAD ha provisto un foro analítico a múltiples profesores, tanto como a estudiantes universitarios. Sería imposible mencionarlos a todos, por lo que paso a señalar algunos de esos autores cuyos trabajos han sido más utilizados en el análisis académico universitario. Me refiero, por ejemplo, a los enjundiosos artículos económicos del economista de Ponce, Luis Rey Quiñones, así como los de la que fuera presidenta de la Asociación de Economistas, Marta Quiñones, profesora en UPR en Arecibo; a los trabajos de análisis político y social de los doctores Rafael Bernabe, Julio Muriente Pérez, Aarón Gamaliel Ramos, Raúl Cotto Serrano, Doris Pizarro Claudio, Nilsa Medina Piña, Francisco Torres y de este servidor Ángel Israel Rivera. Igualmente importantes han sido las publicaciones de Juan E. Rosario Maldonado, representante del interés público en la AEE; Luis Pedraza Leduc, en el frente laboral; Mildred Santiago Ortiz, sobre el mundo cooperativista, y de los licenciados Hiram Lozada Pérez, Osvaldo Burgos Pérez, Alejandro Torres Rivera (este último ha sido presidente del Colegio de Abogados), Luis Abreu Elías, Hiram Meléndez Juarbe, María de Lourdes Guzmán y el ya fenecido e inolvidable Lcdo. Juan Santiago Nieves. En el frente estadounidense, se han destacado los análisis del exrepresentante Luis Gutiérrez y de su ayudante por muchos años, Enrique Fernández Toledo. 

A todos, CLARIDAD nos ha provisto de la oportunidad de un foro libre para analizar los asuntos públicos de Puerto Rico, tales como el problema del estatus, los partidos políticos y, por supuesto, los avatares y accidentes de nuestra economía colonizada. Algunos de los trabajos iniciados por nosotros mediante algún artículo en CLARIDAD, fueron base para lo que publicamos más adelante como libros útiles para los propios cursos universitarios. Un ejemplo notable es el de los trabajos ambientales suscritos por Julio Muriente Pérez, que luego han visto la luz como libro y han enriquecido la labor investigativa universitaria, sobre los daños al ambiente natural de Puerto Rico de la llamada “Operación Manos a la Obra”, impulsada por el PPD.

En una ocasión —memorable además—, una académica universitaria prestigiosa, de los campos de la sociología y del trabajo social, Doña Awilda Palau, tomó al propio periódico CLARIDAD como objeto de estudio y, aplicando las metodologías de análisis de contenido de la Sociología y de la Ciencia Política, publicó un libro sobre las contribuciones de este periódico a nuestro país y a la discusión de los asuntos públicos.

En fin, a los trabajos de sus excelentes periodistas, como Cándida Cotto, que con su labor titánica prestigia la profesión del periodismo en Puerto Rico, hay que unir lo que han contribuido profesionales y académicos de todo tipo (abogados, médicos, sociólogos, científicos políticos, políticos de carrera y economistas) a la difusión de saberes en Puerto Rico y a los análisis certeros de múltiples problemas que han desfilado por el espacio público puertorriqueño. Por alguna razón, a CLARIDAD se le divisa a menudo en los escritorios de legisladores y alcaldes de todos los partidos y en todos los rincones del país.

Y como señalé anteriormente, la docencia universitaria misma se ha nutrido de manera importante de las publicaciones de CLARIDAD. En diversas ocasiones, a lo largo de mi carrera docente en la UPR, asigné lecturas de CLARIDAD, como parte de las referencias sobre temas a investigar por los estudiantes. En otras ocasiones, fueron los propios estudiantes quienes recurrieron a CLARIDAD por información y datos necesarios para alguno de sus ensayos, reseñas o trabajos de investigación. Esto demuestra la función educativa que ha cumplido El Periódico de la Nación Puertorriqueña, más allá de la pura difusión periodística dirigida al público en general. No menos importante ha sido la labor de la CLARITIENDA, en donde se ha promovido la lectura y la compra de libros sobre los más diversos temas que preocupan al patriotismo puertorriqueño. Si nuestros estudiantes universitarios han podido entender mejor ciertos asuntos complejos de nuestra vida colectiva (políticos, económicos, culturales, sociales y ambientales) gracias a los trabajos que se han publicado en CLARIDAD y a los libros que este órgano periodístico difunde y promueve, vemos cómo el periodismo investigativo que a menudo contiene este periódico ha servido justamente esa función educativa tan importante para toda sociedad humana.

Por todo lo antedicho, y porque estamos seguros que CLARIDAD continuará activo y con mucho entusiasmo la insustituible labor que realiza, saludamos en esta publicación conmemorativa de los 60 años de CLARIDAD a todos cuantos dirigen y contribuyen a este esfuerzo, ya sea como directores, periodistas, fotoperiodistas, artistas gráficos, así como a los muchos colaboradores que con sus columnas y artículos de fondo han enriquecido al periódico. Muy enfáticamente expreso además mi agradecimiento personal por todas las ocasiones en que por iniciativa propia o por invitación de El Periódico de la Nación puertorriqueña he tenido la oportunidad de contribuir en algo con mis escritos a la ingente labor periodística de este órgano de comunicación social tan especial, que es de gran valor e importancia para todo el pueblo puertorriqueño: CLARIDAD. 

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