En los últimos años ha habido un cambio radical en la realidad política de Puerto Rico que ha sido ignorado por gran parte de las estructuras políticas del país y minimizado por otra. Es sabido que el elemento más determinante de la invasión y ocupación yanqui en el 1898 obedeció a intereses militares. Fue la localización estratégica de la Isla para el control del Caribe lo decisivo para la conquista de la isla.
El plan naval de Estados Unidos le asignó a Puerto Rico tres funciones:
1) Servir de base carbonera
2) Culebra como punto estratégico para vigilar la entrada al Caribe de una potencia europea y
3) Controlar y defender la vía marítima del Canal de la Mona.
Asegurar estos objetivos antes de comenzar las negociaciones de paz con España es lo que explica la invasión a Puerto Rico a pesar de que ya España había sido derrotada. El plan estratégico del imperio sobre la Isla, como era de esperarse, estaría en manos del Departamento de Guerra estadounidense hasta principios de los años treinta. Pero dentro del enclave militar norteamericano le correspondió a la Marina de trazar la política sobre Puerto Rico. Su visión de la isla llegó al extremo de llamarnos el Décimo Distrito Naval. En un momento nos llegaron a exigir la entrega de Vieques. En Roosevelt Roads y otras bases nos despojaron de miles de cuerdas de tierras.
La Marina tuvo participación en la discusión de la ley 600 que dio paso al ELA. El Almirante en Roosevelt Roads tenía un teléfono directo con Fortaleza. Se dice que Sánchez Vilella lo arrancó al asumir la gobernación.
Cuando decimos que la realidad política de Puerto Rico ha cambiado radicalmente, podríamos señalar el comienzo de ese cambio con la salida de la Marina de Vieques y el cierre de Roosevelt Roads. El que los militares ya no tengan la primacía en el dominio norteamericano sobre la Isla es un cambio de 100 años en la política imperial.
Esto hace que no tengamos que enfrentar a un enemigo tan poderoso como la Marina que con sólo invocar la seguridad nacional imponía sus demandas. Derrotar a la Marina en Vieques fue un gran paso en nuestra lucha de independencia.
La salida de la Marina en forma alguna significa que Estados Unidos esta preparando su retiro de la Isla como alegan algunos, incluyendo el liderato pipiolo, grave error de un independentismo sentarse a esperar que el imperio nos de la independencia.
El gran cambio después de la partida de la Marina es la decisión del Tribunal Supremo USA en el caso Sánchez Valle en que afirma la condición territorial (colonial) de la Isla bajo la claúsula territorial de la constitución de USA.
Esta decisión del 2016 del Tribunal Supremo pone fin a una discusión de 64 años sobre si el ELA había resuelto el problema colonial. Un enorme cambio el que se haya logrado el reconocimiento de la condición colonial por todos y se pueda hablar de la colonia abiertamente aún por los que la negaban. Reconocer el problema es comenzar a resolverlo.
El mismo día en que se anuncia Sánchez Valle por la tarde el congreso de EU aprueba legislación imponiendo una Junta para gobernar el país, afirmando la condición colonial por si algunos tenían dudas de lo resuelto por Sánchez Valle. ¿Cómo y por qué se da el que EU haya destapado el colonialismo luego de haberlo oculto y negado por décadas en la Isla y en el plano internacional?.
Una nueva fuerza dentro de los círculos de poder del imperio ha tomado la dirección política de la Isla. El capital financiero sustituye al militar por virtud de una deuda de unos 70 mil millones. Ese capital tiene un gran poder e influencia sobre el Congreso, son los donantes de las campañas de los congresistas. La aprobación de PROMESA es una muestra de ese poder al lograr legislación para cobrar su deuda.
Desarrollar una estrategia para enfrentar ese capital es uno de los retos que tenemos todos por encima del partidismo que nos ahoga. Al igual que nos unimos para vencer la Marina hoy se requiere otra unidad del pueblo.
Esa unidad tiene que partir del entendimiento que el problema es económico y político a su vez. Si no se reconoce la vertiente política no hay solución. Por otro lado el enfoque político no puede ser el debate de siempre entre estadidad, independencia o el ELA.
Me parece que lo mas acertado hasta ahora en el acercamiento al problema es el señalamiento que la economía de la colonia no puede generar los ingresos necesarios para pagar la deuda ni una parte sustancial de ella. El plan de la Junta de Control por su parte, esta utilizando la economía colonial como la base de donde habrán de surgir los dineros para la recuperación del País. Creo que ya estamos viendo el fracaso de ese plan a pesar de lo poco que hemos recorrido en los pasados meses.
La Junta hasta ahora ha ignorado el problema colonial como impedimento a cualquier solución. Le corresponde a la Junta expresarse sobre los efectos económicos de las opciones de estatus. Debe señalar que la estadidad además de su lejanía, no puede generar una economía que promueva un desarrollo capaz de producir los ingresos que se requieren para enfrentar de problema. El Government Accountability Office (GAO) cuerpo asesor del Congreso en marzo de 2014 publicó un informe de cómo la estadidad afectaría los programas federales y las fuentes de ingreso a Puerto Rico.
Las conclusiones de este informe señalan que bajo la estadidad se crearía una economía de dependencia en programas federales y un posible cierre de las empresas de manufactura como farmacéuticas que perderían los incentivos contributivos que tienen ahora y que es la razón principal para establecerse en la Isla. Dice el informe “changes in federal income tax requirements under statehood would likely motivate some corporations to relocate from PR to lower tax foreign locations”.
¿Le ha dicho a alguien a los bonistas que la única forma de que puedan cobrar su deuda o parte de ella es liberando a Puerto Rico de las ataduras coloniales? ¿Saben que los buitres sin ataduras coloniales, es como único se puede desarrollar una economía que produzca los ingresos que se necesitan?.
Si los buitres entienden esto, como mercenarios que son no hay porque pensar que no estarían apoyando nuestros reclamos de anticoloniales.
Para la clase política nuestra salirse del tradicional debate del estatus no es nada fácil. Les tomo años aceptar que la deuda era impagable. Entender que el problema de la deuda es fundamentalmente un problema político además de económico, les va a tomar también mucho tiempo. Pero al igual que la realidad los llevó a aceptar que la deuda era impagable no tardará que otra vez la realidad se imponga. Y les haga entender que sin descolonización no hay solución.