El mundo es una embajada
El mundo es un embajada
de palomas y tigres
aparte, el ruiseñor.
En su vuelo está el origen,
y la apertura entre reinos.
Cuando hunde el pico
en la fuente lo hace tal y como
las vestales consultan
el oráculo,
y con ojo poseso
dan a conocer el presagio.
Toda vez que un ruiseñor
se acerca a la fuente
me quedo quieto, y cuando
ya convencido apuesto que al fin
la muerte hace presencia
en sus alas,
de un salto levanta vuelo.
Queda el agua esparciendo
mi rostro
en ondas concéntricas.
El canto que escucho
es el de la renuncia.
Ante el Foro, 500 A.C.
Ante este Foro comparezco
para solicitar el poner fin a mi vida.
Mi hogar disfruta de una economía
próspera. Mis bestias y esclavos
están bien cuidados.
Mi reputación no
tiene malgasto alguno,
y este Foro ha escuchado
mi prudente consejo cuando se debate
el porqué de una ley.
Las Furias nunca han sufrido enojo por
algún impropio proceder de mi parte,
puesto que mi mano
nunca fue esquiva para
quien suplicara hospedaje.
Vivir, sin embargo, se me ha vuelto
aborrecible. He bebido
la copa de la vida, y en mi vejez
no deseo otra que no sea la de mi muerte.
Ante ustedes, con mano abierta comparezco.
Mis arreglos fúnebres
están listos.
Cubran mis cabellos
de flores.
Sea dispensada
la dulce cicuta.