“Water Ripples”, Jacqueline Jiang
Dicen que el aleteo de una mariposa podría desatar un tifón. ¿Puede una onda de agua desatar un libro de poemas? Sí. “Water Ripples”, de Jacqueline Jiang, es una colección de ondas vueltas poesía, vasos comunicantes entre Puerto Rico, Nueva York, Chinatown, China. En estos poemas brutalmente honestos y sencillos, Jiang habla de sí misma y de su madre, dos miradas distintas y sin embargo hermanadas ante la emigración que las une. La madre vive en la isla con su mirada puesta hacia el regreso; el abrazo de Jiang hacia la isla es su refugio ante una cultura de origen, la cual reconoce pero no se siente parte, amén de que tampoco le han dado un sentido de pertenencia.
En “Water Ripples”, Chinatown es el broken chinese. Puerto Rico (y la migración puertorriqueña en NY) son el abrazo de Yemayá, echar tres gotas de cloro al agua en Puerto Rico post-María, amar y decir adiós en clave de salsa. En este libro uno esperaría el habitual zarpazo de un tigre. El jaspeado en la gema. La belleza en el jarrón. Pero el hallazgo es mejor. Es Jiang, que en compás de salsa destroza el papel de arroz.
“Retornos al presente”, Andrés A. Lugo Cruz
El retorno (ritornello) en la música es un regreso al motivo principal en una composición musical. La pieza musical explora, y entonces emprende un regreso. En esa espiral de la variación ocurre el retorno. La escucha del retorno relaciona memoria y afecto. El retorno es recuerdo. Un presente que sale del corazón, y regresa al mismo lugar. Un presente en el sentido de tiempo y obsequio.
“Retornos al presente” es una colección de poemas en el que lo íntimo y confesional retornan con la música al presente. Estos poemas fueron pensados en escala musical menor, y por esta misma razón llegan al lector con el peso de la nostalgia, con el peso del tiempo. “Retornos al presente” se lee con la mirada puesta en la partitura, pero con el afecto todo en la intensidad, en la espera del retorno, que al igual que una gran ola, en su vaivén lleva el obsequio que lo arrasa todo.
Les invito a descubrir este poemario. Aquí hay belleza.
“Entre tanto amarillo”, Amanda Hernández
De todos los colores, el amarillo es un color que podría ser asociado con el presente. Para Celan, el meridiano es el obsequio enceguecedor del poema, el destello amarillo del sol en el punto más alto relativo a nuestro lugar en el cosmos. El destello en el rojo sangre de la puesta del sol es un presente hermoso y terrible, porque no es otro amarillo que el de la finitud.
“Entre tanto amarillo” es un hermoso poemario sobre la despedida. Entre tanto destello, los breves poemas en este libro – que además puede ser leído a la manera de un solo poema – se articulan en el adiós enceguecido y ya falto de lágrima, en un desencajar trágico y para siempre del otro. Sólo quien ama se expone al destello y termina sumergido en lo oscuro, aislado en una visión de túnel.
Alguna vez leí que ciertos orfebres de miniaturas, luego de años de dedicarse a reproducir escenas con una atención desmedida al detalle – y que muchas veces termina escapando al ojo lego – terminan vaciándose los ojos con agujas. Porque han visto la belleza, han visto demasiado. Mejor quedarse con la memoria de la luz que alguna vez tuvieron al palmo de la mano. La ceguera es un alivio. El obsequio de lo amarillo.
La presente edición de “Entre tanto amarillo” incluye una traducción al inglés por Kenneth Cumba. El arte de la portada es de Natalia Bosques Chico.
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