Candidata del PIP para Isabela apuesta al ambientalismo

 

Especial para CLARIDAD

 

En entrevista con CLARIDAD, la aspirante a la poltrona municipal compartió su trasfondo, proyectos y visiones.

 

Hace muchos años, a la orilla del río Guajataca, existía un salón de actividades dentro del antiguo túnel del Tren de Circunvalación, con quioscos y negocios en sus zonas aledañas. Allí, donde el cuerpo de agua dulce divide Isabela de Quebradillas, se daban bailes, fiestas y encuentros de la comunidad frente al bramido del mar y bajo un sol que teñía de esmeralda el río desembocante. Ahora, tras múltiples cambios de mando, cunden los grafitis, musgos y muestras de abandono frente a un pueblo donde las inversiones extranjeras —en lugar de los intereses comunitarios— cobran fuerza. Así lo afirmó a CLARIDAD Bitita Plumey Banuchi, candidata a la alcaldía isabelina por el Partido Independentista Puertorriqueño (PIP).

Mira las condiciones en que lo tienen [el túnel]. Yo no sé hasta qué punto, ambientalmente, hay que dejar ciertos aspectos, pero esto se puede limpiar para mantener el área. Aquí bailaba la gente”, denunció Plumey Banuchi, quien ha residido en Isabela toda la vida.

La candidata por Isabela, quien figura como parte de una “competencia fraternal” dentro de la Alianza de País, aseguró que este espacio público e histórico tiene la capacidad de ser transformado en un lugar turístico, “con una pequeña oficina de turismo isabelino”. Incluso, la pipiola opina que los predios pueden servir de inicio para una ruta de senderismo.

“Esto es para que la gente pueda pasar, caminar, correr, venir por la playa y volver. Yo quiero rescatar a Isabela para los isabelinos y para Puerto Rico. Que todos lo puedan utilizar, pero de una manera segura y que no se lo regalen a los inversionistas”, declaró Plumey Banuchi, quien distingue la protección ambiental como uno de los pilares de su campaña por el municipio.

Según las denuncias de la candidata, los desarrolladores del Royal Isabela, una hospedería y parque de golf que queda en uno de los farallones isabelinos, han invadido otras partes de la costa contigua, en la playa del Pastillo. De hecho, un recorrido por el paso del antiguo tren devela unos pedruscos ingentes colocados como un muro a mitad de la vía.

“Las pusieron para impedir el paso. Fíjate en esas plantas espinosas al lado. Todo ha sido acomodado a propósito”, advirtió la también activista. “Colocaron esta muralla de rocas inmensas que obstaculizan la vía del tren. Esto es patrimonio nacional”.

Trasfondo

Bitita Plumey Banuchi comenzó su militancia dentro del PIP hace más de 40 años, cuando estudiaba en el Recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico. En esos espacios académicos, conoció a Eduardo Tuto Villanueva y, por influencias del abogado, ingresó al partido.

“Esto era un tabú para mi generación. Ser independentista no era bueno. O sea, te tildaban de pelú, socialista; todas esas connotaciones, y más si eres una mujer. De un tiempo para acá es que uno ha podido liberarse”, compartió Plumey Banuchi respecto a su relación con la colectividad histórica. Asimismo, atribuyó este aumento reciente de tolerancia a la juventud y su “conciencia clara”.

Además de ambientalista e independentista, la pipiola reveló su carrera como sonografista médico, trabajo que ejerce desde que se graduó del Recinto de Ciencias de Médicas de la UPR.

“A mí me han llamado para trabajar afuera por tres o cuatro veces de lo que gano aquí, pero yo no me voy. Me quedo aunque no trabaje”, afirmó la activista, cuyo uniforme consiste en una camiseta de “PE ERRE”, un broche de Palestina y banderas patrias, de azules celestes.

En 2019, durante las protestas en contra de la gobernación Ricardo Rosselló Nevares, nació la compañera de protestas y denuncias de Plumey Banuchi, la marioneta Yayita. Una muñeca vestida de una camisa negra que lee “Soy boricua”. “Yayita Mi Isla”, nombre de pila del personaje, ha estado presente en el Campamento Pelícano, el “abrazo solidario por Ramona” y otros flancos de la justicia social.

Un Isabela para los isabelinos

Si bien Plumey Banuchi lucha contra el abuso ambiental, también contempla la conservación de los activos locales como una posible fuente de actividad comunitaria y económica, como en el caso de Ermita San Antonia de la Tuna.

Cercado por su propio deterioro y unas vallas despintadas, el templo bicentenario sirve de ícono para el barrio San Antonio; un poblado de promontorios tupidos y casas pintorescas. No obstante, las vallas, aunque inconexas, se extienden hasta las entradas montunas del río, adonde acudía la comunidad para aprovechar las aguas.

“¿A qué se te parece ese portón? Al mismo que está ubicado por la playa. Todo por no darle acceso a los residentes de esta comunidad, que tienen el derecho de aprovechar estos recursos”, alertó la candidata por la alcaldía isabelina. A pocas millas del poblado, más portones idénticos impiden el acceso a los terrenos baldíos de la playa Pastillo.

De acuerdo con El Nuevo Día, la compañía dueña del Royal Isabela —Costa Isabela LLC— tiene aproximadamente 960 cuerdas de terreno, incluyendo el litoral que recorre del río Guajataca hasta la Cueva de las Golondrinas, justo debajo de la hospedería.

“Hicieron lo mismo que allá [en el túnel]. Colocaron las mismas rocas en el mismo medio para que produzca un desagüe, un boquete que obstaculiza el acceso a esta playa”, agregó Plumey Banuchi.

Para la pipiola, el Municipio de Isabela ha estado “de brazos cruzados” para atender el asunto de los inversores. Previo a su candidatura, Plumey Banuchi se comunicó con el alcalde actual, Miguel Méndez Pérez (PPD), de quien recibió una respuesta ambigua que no esclareció la postura del municipio.

“El alcalde había dicho que estaba en contra. Le puso un papel [en el área] diciendo eso mismo, pero no hace ninguna gestión. Con ese cargo de poder no se puede esperar que, con una carta, todos hagan caso. Hay que presionar”, mencionó la sonografista médico.

En esa línea, recordó los tres cuatrienios del exalcalde Carlos Delgado Altieri, también del Partido Popular Democrático (PPD). Según Plumey Banuchi, esa administración de la pava propició, en un principio, una actividad socioeconómica en gran parte de la comarca isabelina. Con el tiempo, los “elefantes blancos” y los equipos desusados se convirtieron en la norma, como sucedió con el picadero municipal.

“¿Cómo le vas a exigir a un centro cultural que pida permisos para realizar actividades en la plaza? Eso es lo que están haciendo con la Casa de la Cultura Isabelina. Una institución que existe para promover la cultura del pueblo”, reclamó.

En ese sentido, la candidata planteó que los proyectos de las pasadas administraciones han servido para alimentar “el baile, la botella y la baraja”, las inversiones multimillonarias y nada en pro del aprovechamiento ciudadano.

Actualmente, la candidatura de Biotita Plumey Banuchi conversa, de forma amistosa, con la de contraparte del Movimiento Victoria Ciudadana. Incluso, ambas han dialogado sobre la posibilidad de unir fuerzas con los trabajadores del colegio electoral de cada campaña. Igualmente, Plumey Banuchi cuenta con un equipo municipal que incluye activistas, artistas y otros personajes sociales de Isabela.

A cinco meses de las elecciones, Isabela cuenta con una candidatura ambientalista, activista y dedicada al rescate de las comunidades.

 

 

 

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