Así de CLARIDAD-El caso de Tyler Davis: «Yo perdono, pero no olvido…»

 

Especial para CLARIDAD

 

Es un refrán con traje y corbata apocalíptico, casi mítico y uno podría decir que hasta de carácter icónico y universal.

No importa en el idioma que se diga, suena duro y particularmente es de tipo ‘sentencioso’. “Yo perdono, pero no olvido”.  Es como decir una ‘cantinflada’, tipo frase Chavo del Ocho, es como ‘un sí, pero no’.  Bueno, pero a lo que vamos.

Esta semana el gerente general del Equipo Nacional de Baloncesto, el exenebeísta Carlos Arroyo y de paso el presidente de la Federación de Baloncesto de Puerto Rico, el letrado Yum Ramos, concordaron en pensamiento respecto al jugador Tyler Davis.

Para ambos, por lo pronto el jugador de la posición centro y delantero fuerte, no está en los planes como talento internacional dentro del programa de reclutamiento de la selección local.  El anuncio, se puede decir que sorprendió, por su impacto, a la prensa deportiva que cubrió la conferencia de prensa en donde se expresaron tanto Arroyo como Ramos.

Y es que no todos lo días un programa de reclutamiento nacional como el de la Isla puede darse el lujo de decir que un jugador de 26 años y 6’11”, que brilló con luz propia en las temporadas que estuvo activo en el baloncesto colegial de Estados Unidos, en división 1, no tiene cabida en el proyecto.

Puerto Rico en estos meses se juega la clasificación para los Juegos Olímpicos a celebrarse en Paris, Francia, en verano de este año.  Y ciertamente si de algún talento hay escasez en el Equipo Nacional, es de jugadores altos, fuertes, que defienden y capturan rebotes, en su desempeño en el área de la pintura.

Ojo, que tanto Arroyo como Ramos, no dijeron que Davis está descartado por completo del programa, pero sí claramente dejaron entrever, que en al menos en esta etapa clasificatoria, le darán prioridad a otros jugadores que sí han demostrado un compromiso real y nacional con la selección.

Fueron a más. Davis, que debuta en marzo en la Liga de Baloncesto Superior Nacional (BSN), puede destrozar el circuito local, y es muy poco probable que pueda tener oportunidad para ser invitado a las prácticas del seleccionado.

Además, por el momento, el jugador, que ya está en Puerto Rico, tampoco ha dicho o se ha comunicado con Arroyo, sobre su interés de jugar con el Equipo Nacional.  Ciertamente que todo es según el color del cristal con que se mira.

Para algunos fanáticos, tanto Arroyo como Ramos, podrían ‘estar mordidos’, heridos en sus respectivos egos, por la falta de compromiso de Davis y éste fallar a su palabra varias veces, al momento de jugar por Puerto Rico, desde el 2018 en adelante. Y que por encima de ese ego, pues hay que poner por delante el compromiso del proyecto, que es el Equipo Nacional de Baloncesto.

Bueno, pues, le toca juzgar a usted amigo lector.

Davis debutó a los 19 años con el Equipo Nacional en el torneo Americup 2017 celebrado en Colombia, y tuvo un gran torneo internacional, todo esto antes de dejar el basket colegial con la Universidad de Texas A&M (2015-2018) y sumar su nombre al sorteo de jugador de la NBA (2018).

Ambos (Arroyo y Ramos), le brindaron todo tipo de ayuda al jugador que confrontó problemas emocionales y alguna lesión que afectaron su desarrollo como baloncelista, tras no poder establecerse en la NBA tras dejar el basket colegial y sumarse al sorteo de jugadores de dicha liga, en donde no fue seleccionado por equipo alguno.

Luego de firmar para jugar en la Liga de Verano de la NBA con el equipo de Brooklyn, Davis, en agosto del 2018 firmó un contrato ‘de dos vías’ con el equipo de Oklahoma City. El 28 de diciembre de ese año debutó y jugó su único partido en la NBA, contra Cleveland. Participó un minuto y capturó un rebote. Ese mismo día fue dejado en libertad.

Sí tuvo un gran rendimiento con el equipo filial, el Oklahoma City Blue, en donde promedió 17.2 puntos por juego y 11.5 rebotes por partido, pero no volvió a subir al equipo grande.

El joven de madre boricua se frustró por completo y cayó en una terrible depresión que lo mantuvo alejado de las canchas y a finales del 2019 firmó un contrato para jugar en China y no pudo, o no quiso, representar a Puerto Rico en el Torneo Mundial Fiba de ese año, que de paso se celebró en China, en donde Davis jugaría en la liga profesional.

Davis no estuvo ni siquiera un mes jugando en China y regresó a Estados Unidos.

Luego vino la pandemia en marzo del 2020. Ese año Arroyo trabajó, durante el mes de febrero, con Davis en Miami, Florida, y se pensó que el centro jugaría por Puerto Rico en el torneo Americup del 2021, ya que él mismo jugador así lo publicó en sus redes sociales.  Pero, no cumplió su palabra, la misma que le había dado tanto a Arroyo como a Ramos. En esos años duros, difíciles, de Davis, sobra decir que tanto Arroyo como Ramos, no dejaron de darle la mano y estuvieron muy pendientes a él.

Desde ese 2021 en adelante la comunicación con Davis y Arroyo y de paso con el Equipo Nacional, fue escasa, por no decir ninguna. Mientras, Davis jugó en los pasado años, esporádicamente en Corea, México y Estados Unidos

El el torneo del Baloncesto Superior Nacional (BSN), Davis fue seleccionado en el sorteo de jugadores de nuevo ingreso por los Brujos de Guayama en el 2019, pero nunca firmó contrato para jugar. Esta franquicia pasó a jugar en Manatí el pasado año y es ahora, en el 2023, que Davis finalmente debutará en el BSN para la temporada que inicia en marzo.

Tanto Arroyo como Ramos dijeron que le desean lo mejor a Davis en su paso por el BSN, pero que de pronto no lo tienen en la mirilla para seguir de cerca sus ejecutorias en el BSN y mucho menos tenerle una ‘invitación dorada’ para que asista a las prácticas del seleccionado.

Y es que ese desplante de más de una vez a Puerto Rico, al Equipo Nacional, puede que le pase factura a Davis este año en su debut en el BSN. Claro, se perdona, pero no se olvida… No lo digo yo…pero, Así de Claridad lo han dejado saber los que sí pueden darle una nueva oportunidad a representar a Puerto Rico.

Pues ya veremos en qué para todo esto. Si habrá perdón y olvido.

 

 

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