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Ante las expectativas de que ya para el 1 de enero del 2027 Puerto Rico haya completado un proceso de transición y sea un país independiente, el Grupo Plan B: Independencia expresó que ha escogido reservarse toda información relacionada con las conversaciones en Washington, para no dar margen a que los cabilderos pagados con fondos públicos torpedeen el proceso.
“No vamos a dar información. Cuando haya desarrollos significativos que comentar, los vamos a comentar; pero no le vamos a dar a los cabilderos de fondos públicos del gobierno PNP para que se meta a tratar de entorpecer nuestra gestión”, declaró el licenciado Rolando Emmanuelli Jiménez, a preguntas de la prensa sobre qué tan adelantadas estaban esas gestiones.
Las declaraciones fueron ofrecidas por los portavoces el Grupo Plan B: Independencia, Emmanuelli Jiménez, el licenciado Carlos Rivera Lugo y la economista Martha Quiñones Domínguez, en su presentación del Plan Nacional de Desarrollo Económico para un Puerto Rico Soberano.
Sobre la posibilidad de que el presidente de Estados Unidos pueda dar la independencia a Puerto Rico mediante una Orden Ejecutiva (OE), Emmanuelli Jiménez, expuso que el presidente tiene la facultad de eliminar el Tratado de París, con lo que se elimina la disposición que dice que el Congreso de Estados Unidos es el que va a manejar los asuntos de Puerto Rico, además de que el presidente tiene otros poderes como el de decir que este país es un Estado soberano y reconocer a sus embajadores.
“El presidente tiene el poder de reconocer la independencia de Puerto Rico. Lo que pasa es que esto no puede ser tan drástico y sin ningún tipo de previsión. Hay que nombrar un proceso de transición y hay una comisión para la transición de la independencia”, declaró.
La propuesta contenida en la OE dispone que la comisión de transición sería la que se encargaría de manejar el Gobierno de Puerto Rico en lo que se logra redactar una convención constituyente para entonces celebrar las elecciones para el nuevo gobierno que entraría a gobernar la república de Puerto Rico. La comisión, además, manejaría el dinero mientras no se dé la entrega total de los poderes, mediante las instituciones que se proponen en el plan.
Emmanuelli Jiménez reconoció que la gran pregunta es quién es el interlocutor entre Puerto Rico Estados Unidos hacia la independencia. Aclaró que no puede ser el Gobierno de Puerto Rico, según está hoy. “Es uno colonial que no cree en la soberanía de Puerto Rico. Entiendo que hay que articular un frente que pueda hablar con el Gobierno federal, en particular, con el presidente, que defienda los intereses para que pueda articular estas propuestas.”. En ese sentido, debe ser un proceso amplio con una mayor representación de personas que crean en la independencia para enfrentar una negociación que podría ser muy dura para tratar de obtener suficiente para que el país sea viable, dijo.
Las expectativas del Grupo Plan B son que el gobierno provisional estaría en gestiones hasta el 1 de enero 2027, dado a que la idea es que todo se pueda articular antes de las elecciones de medio término en EE. UU. Del presidente Trump firmar la OE, este nombraría a un director ejecutivo de la comisión, el cual tiene que ser puertorriqueño residente en Puerto Rico, que no sea miembro del Gobierno local.
En cuanto a las impresiones de algunos de que si al los demócratas ganar las elecciones en el 2028 eliminarían los recortes de Trump, Emmanuelli Jiménez afirmó que ningún presidente demócrata va a renunciar a los recortes que logre en su cuatrienio Donald Trump. “Ningún presidente los va a revertir. Vamos a tener que resolver el problema de aquí al 28 de cualquier manera, porque Puerto Rico no es viable bajo la colonia. Puerto Rico tiene que considerar que hay unos grandes riesgos y que tiene que actuar”.
Mientras, Rivera Lugo reclamó que ellos —el Grupo Plan B— no son los únicos en el proceso. Argumentó que el Gobierno de Trump, nos está obligando a darnos cuenta que el Puerto Rico antes de las elecciones pasadas ya no existe, que el mismo EE. UU. también de antes de las elecciones tampoco existe. “Estados Unidos y el mundo se está encaminando hacia una restructuración en la que Puerto Rico es parte de ello, tenemos que darnos cuenta”.
La comisión tendría entre otras tareas facilitar una nueva Constitución y discutir y aprobar una nueva Ley electoral. Rivera Lugo señaló que en el orden electoral actual cada vez la gente siente menos garantía en los procesos de consulta.
Respecto a las posibilidades de conversaciones con el presidente Trump, Rivera Lugo expuso que Puerto Rico no tiene por qué pensar que la única manera de dialogar con un presidente de EE. UU. es en la medida de que es un ‘santo’.
“Nunca, nunca —expresó con énfasis— Estados Unidos ha tenido presidentes santos desde el 1898, con McKinley”. Dio el dato histórico de que Eugenio María de Hostos habló con McKinley y le propuso un plebiscito a favor o en contra de la ocupación, a lo cual este se negó, y Trump ha dicho que McKinley es uno de sus modelos. Incluso señaló que antes de Trump, el presidente Obama, al inicio de su primera administración, habló de la descolonización de Puerto Rico y en su segundo término eliminó el poco gobierno propio que quedaba en Puerto Rico al imponer la Junta de Control Fiscal.