¡Salvemos la Sinfónica!

 

En Rojo

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“La Orquesta Sinfónica de Puerto Rico (OSPR) tiene nombre y apellido. Somos un patrimonio nacional, pero es como la cancioncita… ‘todos los años vienen con la misma cosa’, cortar cada vez más. Que ya estamos ahorcados; si nos siguen tratando así, nos vamos a quedar sin orquesta”.

La advertencia fue hecha por Miguel Rivera, presidente de la Unión de los Músicos de la OSPR, afiliada a la Federación Americana de Músicos, local 555. En entrevista con este semanario Rivera expuso la situación de peligro en que se encuentra la orquesta por los recortes que viene enfrentado en los últimos ocho a diez años y que han hecho crisis en el actual presupuesto. “Estamos a casi a la mitad de con lo que operábamos hace 10 años”.

Según la página de la Oficina de Presupuesto y Gerencia (OPG), el presupuesto de la Orquesta Sinfónica para este año fiscal es de apenas un poco más de tres millones (no llega a tres millones y medio). Rivera hizo la salvedad de que en el presupuesto presentado por la gobernadora se había recomendado $1.3 millones más, pero la Junta de Control Fiscal (JCF) lo recortó.

“El problema es que esto es cada año. Y la Orquesta debería tener recursos recurrentes que permita su permanencia, que para nosotros es patrimonio nacional. Nosotros, en los tiempos de Irma y María, terremotos, pandemia, lo que hemos hecho es servirle a nuestro pueblo. Después de María visitamos los pueblos más afectados llevando música, llevando víveres; en fin, la gente estaba muy a gusto. En cierta medida llevamos un poquito de esperanza. No todo puede ser recortes de la cultura”, manifestó.

Para la orquesta poder crear una oferta que incluya la celebración del Festival Casals y hacer grabaciones para atender la insuficiencia del plan de pensiones de los músicos necesita alrededor de $3 millones. La JCF pretendía que la orquesta levantara este año la cifra $1.5 millones mediante sus actividades musicales, algo que no ha podido ser posible debido a la pandemia. “Desde marzo no se han podido hacer conciertos, entonces, ese dinero no ha llegado. Estamos sufriendo la misma suerte que Bellas Artes, que no ha podido hacer espectáculos”.

En tono apremiante Rivera reiteró que de no aparecer siquiera el millón y medio la orquesta podría parar sus actividades. “Esto es una maquinaria que, luego que se desmantela, volver a rehacer cuesta más”, refiriéndose, no solo a la integración de la orquesta, sino además al cierre de sede, la Sala Sinfónica Pablo Casals.

Hasta el momento no han tenido que prescindir de ningún músico de la orquesta, aunque han estado funcionando con menos de los que tiene el convenio colectivo. Se supone que sean un mínimo de 80 y están funcionando con 75, pero advirtió que necesitan esas plazas. Además, en ocasiones, dependiendo de la actividad, se recurre a músicos adicionales.

Miguel Rivera, instrumentista de trombón de vara, estudió en la Escuela Libre de Música, lleva 27 años ya en la OSPR. Antes tocó cinco años con la Orquesta Sinfónica de Barcelona, y antes, en la New World Sinfonic of Miami. Además ha tocado con la San Diego Philharmonic. Este se expresó con pesar respecto a cómo es tratada la OSPR en comparación a como lo hacen otros países. Comentó que en el caso de Puerto Rico la mayoría de los músicos de la Sinfónica son maestros de música. Observó además que de la estabilidad de la orquesta dependen las otras Escuela Libre de Música,  incluido el  Conservatorio de Música. Aunque en la orquesta hay músicos de otras nacionalidades, los cuales están radicados ya hace años en la isla, el 90% son puertorriqueños.

“Yo creo que es importante que los políticos, la gobernadora y la Junta de Control Fiscal se pongan de acuerdo y que inviertan lo que no es ni un punto, cero por ciento en la cultura. Es mínimo, con lo que pensaran ahorrar.  Si eliminan la Orquesta Sinfónica le harían un daño al país”.

El presidente de los músicos hizo referencia a que un estudio encomendado por la OSPR al economista Joaquín Villamil evidencia, entre otros aspectos, que todo el dinero que se invierte en la cultura de una  orquesta sinfónica se recupera mediante el turismo cultural. El estudio, Valor Macroeconómico de la OSPR, trae el ejemplo de que el Festival Frédéric Chopin, en Varsovia, generó más dinero que el Mundial de Football. Este tipo de actividad cultural atrae un turismo de altos ingresos. El estudio argumenta que la actividad de la OSPR en el Centro de Bellas Artes puede ser eje de revitalización para el área de Santurce. Copia del estudio le fue remitido a la JCF.

“¿Si seguimos cortando de aquí y allá y se nos van los médicos, se nos van los músicos, con qué nos vamos a quedar en Puerto Rico? Pregunto yo ¿con qué es que se va a pagar la deuda, si es que se va a pagar algún día?

 

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