Un primero de mayo combativo

Combativo el 1ro de mayo

Por Cándida Cotto

ccotto@claridadpuertorico.com

A pesar de la campaña de miedo e intimidación desatada por el Gobierno de Puerto Rico por medio del comisionado de la Policía, Héctor Pesquera días antes, este 1ero de mayo, Día Internacional de los Trabajadores, los y las trabajadoras, movimientos sociales de todos los sectores, respondieron al llamado de sus respectivas organizaciones, resultando en uno de los 1ros de mayo de mayor concurrencia en la historia del país.

Unos marcharon hacia el Capitolio, otros se manifestarían frente a las oficinas de la Junta de Control Fiscal (JCF), pero todos con el mismo propósito de dejar patente la indignación del pueblo frente a las medidas de austeridad que el ente impuesto por el Congreso de Estados Unidos,  que quiere a su vez imponer sobre el pueblo puertorriqueño, y dos demandar de los políticos electos por el pueblo, la Legislatura, a que no den paso a las medidas.

La marcha que salió hacia el Capitolio cerca de las 11 de la mañana desde el Puente dos Hermanos, a la entrada del Condado, estuvo integrada en su mayoría por trabajadores de las corporaciones públicas, sectores comunitarios, jubilados, denominaciones religiosas y otros. Como ya se había anunciado una delegación, representantes de los diversos sindicatos convocantes se reunirían con los presidentes legislativos.

A la reunión con el presidente del Senado Thomas Rivera Schatz y el presidente de la Cámara, Carlos (Jhonny) Méndez, y la cual duró más de una hora, asistieron:Pedro Irene Maymí (presidente de la Central Puertorriqueña de Trabajadores), Héctor Reyes (presidente de la Unión Insular de Trabajadores Industriales y Construcciones Eléctricas) y Federico Torres Montalvo (presidente de la Coordinadora Unitaria de Trabajadores del Estado).

De igual forma participaron José Torres (presidente de la Hermandad de Empleados Exentos No Docentes), Aida Díaz (presidenta de la Asociación de Maestros) y Francisco Reyes (presidente de la Unión de la Corporación del Fondo del Seguro del Estado). También, Andrés Miranda (vicepresidente de la Organización de Empleados Jubilados), Víctor Villalba (presidente de la Unión de Casinos), y Luis Reyes (presidente de la Unión de la Autoridad de Edificios Públicos).

En la manifestación frente al Capitolio se presentó y leyó una declaración que fue aprobada por los asistentes. Entre las expresiones contenidas están:

“Vamos a combatir a la Junta e invitamos a los legisladores a desobedecer sus ejecutorias;

1.   Instamos a los funcionarios y a las funcionarias del Gobierno de Puerto Rico a la no-colaboración con la Junta ¡que no sean cómplices del atropello contra nuestro pueblo!;

2.   Coordinaremos actividades de rechazo a la Junta y acciones de desobediencia civil junto a la comunidad puertorriqueña en Estados Unidos;

3.   Cada determinación perversa que imponga la Junta recibirá como respuesta la movilización de nuestra gente y el rechazo en la calle;

Denunciaremos al Gobierno estadounidense en todos los foros internacionales a los que tengamos acceso, acusándolo de negarle al pueblo puertorriqueño los derechos democráticos básicos que la imposición de la Junta dramatiza;Como parte de la manifestación La crisis económica, convertida en depresión, no ha sido provocada ni es hechura de nuestro pueblo. Su causa principal radica en las ataduras políticas y económicas impuestas por una relación colonial y una clase empresarial insaciable en su afán de lucro y saqueo. Ellos, diseñaron e impusieron sus políticas, establecieron sus emporios empresariales, asfixiaron a nuestros pequeños y medianos comerciantes, y a nuestros agricultores y se beneficiaron del sudor de las manos obreras pagando salarios muy por debajo del promedio en Estados Unidos. Para colmo, su sector financiero y de bonistas se han enriquecido comprando bonos y deudas a tasas de interés usureras”.

La Milla de Oro

Mientras  la otra manifestación se llevó a cabo en el sector financiero, la llamada Milla de Oro, en donde están las oficinas de la Junta de Control Fiscal. Aquí convergieron las organizaciones que respondieron al llamado de el Pueblo Unido en Contra de la Venta y privatización de los servicios públicos.

Esta convocatoria conllevó la salida de varias marchas de distintos puntos de la ciudad para converger en la intercesión de la avenida Muñoz Rivera con la avenida Roosevelt, cerca del edificio Seaborn, donde operan las oficinas de la JCF. En el mismo lugar donde se manifestó el pueblo trabajador el 1ero de mayo del pasado año.

Las marchas; una salió del Centro Médico; otra del Departamento de Educación; las organizaciones ambientales salieron del Proyecto Enlace, en el Puente Martín Peña, en Hato Rey, el movimiento feminista salió del frente del edificio donde ubica la Procuradoría de la Mujer, también en Hato Rey. Otra de las marchas salió del Departamento del Trabajo y Recursos Humanos. La marcha principal salió del Parque Hiram Bithorn. Mientras el movimiento universitario, caminó desde el portón principal de la Universidad de Puerto Rico, recinto de Río Piedras.

Ninguna de las manifestaciones tuvo contratiempos hasta que llegaron al área de la Milla de Oro, en donde la Policía se obstinó en cambiar la ruta de las marchas. Con toda intención la Policía bloqueó el paso de la marcha universitaria, la más numerosa de todas y no dejó que finalizara su recorrido por la avenida Ponce de León para llegar frente a la tarima principal. Ante la negativa de la Policía  de dejarlos pasar la situación se puso tensa y duro cerca de dos horas. Al igual que el pasado año cuando ya en la tarima principal se habían terminado los actos pero la marcha universitaria todavía no había logrado llegar a su destino, la Policía bajo la excusa de actos vandálicos alrededor de las 2:30 de la tarde atacó de manera indiscriminada a los manifestantes con fuertes gases lacrimógenos, y golpes.

La Policía le preparó una encerrona a estos manifestantes para atacarlos, entre los cuales además de estudiantes universitarios había personas de todas las edades, niños con sus padres, jubilados, personas con impedimentos, observadores y periodistas.

La persecución policíaca contra los manifestantes se extendió como el pasado año por toda la avenida Muñoz Rivera hasta legar al área universitaria en Río Piedras en donde continúo el lanzamiento de gases de manera indiscriminada y se persiguió y arrestó a estudiantes. Un total de 19.

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