Vista para Tito Román el 13 de noviembre

Tito Román Foto Archivo CLARIDAD/ Alina Luciano

 

CLARIDAD

ccotto@claridadpuertorico.com

No se trata de un mero chiste para el cineasta conocido como Tito Román (José Alberto Román Rivera) el chiste del comediante Tony Hinchcliffe, en el que nos llamó a Puerto Rico “basura”, es una continuación histórica de lo que es una política colonial hacia el pueblo puertorriqueño. En este momento, esa política está encabezada por el Partido Republicano y el expresidente Donald Trump.

Román fue arrestado en la tarde del martes 29 de octubre luego de lanzar pintura roja a varias de las estatuas de los expresidentes de Estados Unidos que ubican en el lado sur del Capitolio, en el llamado Paseo de los Presidentes. Las estatuas levantadas corresponden a los presidentes que han visitado a Puerto Rico durante su mandato. Tras el arresto, a Román se le radicaron ocho cargos graves.

“Tomamos la decisión de ir a un espacio público frente a la Casa de las Leyes para hacer un pronunciamiento público en donde nosotros entendemos es quizás el monumento de la expresión máxima de colonialismo sobre Puerto Rico. Todos esos presidentes han tomado medidas contra el pueblo puertorriqueño, incluyendo a Barak Obama, que fue el que nos impuso la Junta de Control Fiscal, que es un ente en sumo violento que ha sido perjudicial para el desarrollo del pueblo puertorriqueño”.

El cineasta recordó el trato que recibió Puerto Rico de parte del entonces presidente Trump, después del huracán María. Hizo alusión a que de ganar Trump la presidencia, “eso lo que evidencia es que eso es lo que viene, esa va a ser la política contra el pueblo puertorriqueño, que básicamente es una política similar a la de Israel contra Palestina: que los palestinos son basura, que son animales que no deben existir. Esto es bien peligroso”.

Román defendió su acción como una de libre expresión y que su intención no fue causar daño, y dio su agradecimiento a todas aquellas personas que le han expresado su solidaridad: “Espero que ese apoyo se demuestre en una movilización el 13 de noviembre”.

En entrevista por separado, uno de los representantes legales de Román, el licenciado José Juan Nazario, indicó que los cargos radicados son bajo el Artículo 199 del Código Penal, que es daño agravado. Este rechaza que la acción cometida reúna los elementos de daños del citado artículo penal porque ese artículo va dirigido a daños y alteraciones permanentes, cosa que no ocurrió.

“Allí lo que ocurrió fue un acto en donde se pintaron unas estatuas en protesta, e inmediatamente después de su arresto, las estatuas fueron limpiadas y se removió la pintura. Así lo declaró el agente investigador: que cuando él fue a ver esa misma noche las estatuas, ya estaban limpias y lo que quedaban eran trazos de pintura”, relató Nazario. El agente investigador es de nombre Eduardo Maldonado, de la División de Investigaciones del CIC de San Juan.

El experimentado abogado indicó que de él haber sido el fiscal, no hubiese radicado los cargos. El fiscal que radicó los cargos fue Luis Valentín Córdoba. La jueza que atendió la vista fue María Hernández Calzada, del Tribunal Municipal de San Juan, y le impuso una fianza de $8 mil dólares, mil por cada estatua, de nueve.

Para Nazario, el arresto y detención de Román fue uno discriminatorio y abusivo, ya que se le mantuvo casi 24 horas en la cárcel, cuando pudo haber sido citado debido a que los abogados habían comparecido con él al cuartel.

Por su parte, la licenciada María Soledad Sáez, de la Sociedad para la Asistencia legal (SAL), también representante legal de Román, y quien ha atendido situaciones similares, comentó que el caso se parece a otros en que la fiscalía insiste en radicar cargos cuando la acción no lo amerita. Apuntó que a Román se le radicó una denuncia por cada estatua cuando se trata de un solo acto. Eso elevó la fianza a $8 mil, lo que denota que hay un sesgo ideológico. Agregó que le llamó la atención el que la fiscalía presentó un video de uno de los canales de noticias en el que se que decía que hubo varios manifestantes que habían llevado a cabo la actividad, pero solo se arrestó al que había convocado la manifestación.

Sáez reiteró que la acción de Román fue un uso de la libertad de expresión y lo más importante es que no ha habido daño ninguno. Al igual que Nazario, recalcó que lo fundamental es que no se configura el delito porque el delito requiere que se afecte o altere de una forma que no cumpla su propósito y las estatuas están como siempre.

Censuró que el fiscal argumentó que el derecho a la libertad de expresión no era ilimitado, a lo que replicó que eso es un debate teórico profundo. “Pero sí lo que yo puedo decir es que lo que no es ilimitado es el poder del Estado contra el ciudadano. Me parece que sí, que aquí se están yendo demasiado lejos ya. No es posible que no se pueda tolerar ningún tipo de expresión y, menos, catalogarlo de caso criminal”.

Artículo anteriorPalestina presente en el Festival de la Esperanza
Artículo siguienteUn cierre lleno de esperanza