Israel o el futuro de un delirio

Especial para CLARIDAD

Quiero entregarte el fuego de los rayos y todos los truenos del Mar Caribe,
que mis versos vuelen en cada piedra que burla la franja,
que se detengan las bocas con dientes de hierro que comen de tu cuerpo
y que las marionetas compradas al precio de la muerte
caigan de rodillas como la guerra que se apaga.
¡Palestina!, compañera,
quiero que toda la mañana, la tierra y sus mártires
vuelvan al calor de tus manos y a la mesa de tu casa.
¡Viva Palestina Libre!

Trilogía a Palestina
Palestina, mi voz en ti (fragmento), dedicado a Ahed Tamimi. sol de su pueblo
Luis A. Torres Muller
Rumbo Alterno, 22 de noviembre de 2023.

Cuando algo nos resulta de alguna forma poco creíble tendemos a decir que quien insista en ello debe ser víctima de un delirio. Esa palabra cuya raíz es latina (delirare) muchas veces la intercambiamos con otras como ilusión y de hecho así lo permite el diccionario de RAE o lengua española que las considera sinónimos. Sin embargo para la psicología no lo son.[1] Las ilusiones son la percepción errónea de algo que existe y es fácilmente corregible. Las ilusiones ópticas son las más comunes y en libros de texto se pueden encontrar ejemplos como las líneas con arreglos que las hacen parecer más o menos extensas de lo que son. No implica un sistema de creencias o ideas fijas contrario al delirio.  En este último las creencias falsas se activan ante un estimulo externo y son   prácticamente imposibles de modificar ya que los procesos de controlar la atención están   muy alterados. Los delirios siempre son individuales, pero pueden parecer colectivos cuando muchas personas lo exhiben en un mismo lugar. Las razones pueden variar, entre las más comunes está el temor a disentir o las ganancias que se obtienen al exhibir el delirio. El delirio más famoso es el del Quijote ante los molinos los cuales no eran gigantes, pero la idea fija de enfrentar tremendos retos como caballero de Edad Media no le permitía considerar otra interpretación. El arte de la cinematografía tiene un legado impresionante de arreglos que dan pie a ilusiones ópticas siendo una de las pioneras la famosa escena en el baño de Psycho (de Alfred Hitchcock) en la cual el cuchillo jamás realmente rozó la piel de Janet Leigh.

Los delirios se clasifican en distintos tipos: de grandeza, persecutorios, religiosos y otros El tema es muy extenso particularmente cuando ha intervenido el uso de drogas o se dan en grupos que se han aislado.  Las colonias cargan con los que parece ser los delirios de las elites del poder colonizador y en nuestro caso deben resonar el destino manifiesto y su operacionalización en un momento dado con la doctrina Monroe, piedras angulares del ascenso imperial de Estados Unidos. Lo que sucede en el caso de Palestina podría parecer producto de un delirio de los ocupantes sionistas. Esta idea se conoce como pueblo escogido, pero no se trata de un delirio si analizamos lo que nos advierte Noam Chomsky, un reconocido estudioso del movimiento sionista. De lo que se trata es de añadir más y más tierras de palestinos para hacer más extenso territorialmente a Israel.[2] El Gran Sion no se trata de genética, de Biblia o de historia. El desenfreno de las acciones abiertamente genocidas de dicho gobierno parece apuntar a confusión mental pero las acciones han sido muy bien calculadas y orquestadas con otros gobiernos para tratarse de confusión mental producto de un delirio. Los sionistas saben lo que hacen, sus razones son políticas y la pregunta entonces es cómo lo hacen y no por qué lo hacen. Al final volveremos sobre el tema del delirio, término que por cierto, Noam Chomsky, que sepamos, no ha utilizado.

En el 1948 la llamada comunidad internacional cometió un grave error al reconocer el estado de Israel y este hecho revela el origen del modus operandi, o sea de la dinámica que habilita y da paso al exterminio que ha practicado Israel sobre Palestina. Los historiadores nos han advertido de las maniobras imperialistas de Gran Bretaña en todo el medio oriente en las décadas  que antecedieron a la Segunda Guerra Mundial  y el momento histórico en que coinciden esas maniobras con el desparramamiento de judíos en Europa huyendo de la persecución en países donde llevaban tiempo establecidos muy en particular, Alemania.[3]  Gran Bretaña promovió que estas oleadas de judíos identificados entre ellos como sionistas masivamente se establecieran en Palestina, cuyo territorio controlaba Gran Bretaña y los armó desde el principio para que desplazaran a la fuerza a los palestinos.  Los objetivos del imperio británico eran muchos, pero se destacan dos: su interés sobre los combustibles fósiles y su dominio sobre el Canal de Suez el cual perdería junto a Francia en la década del 1950. Para mantener lo primero estableció alianzas y promesas con diversos líderes árabes en la región con la intención de arrebatar tierras que en ese momento controlaba Turquía y entregarlas a éstos e inclusive desarrollando relaciones de sumisión con monarquías títeres en Jordán, Irak y Egipto. Los sionistas que se fueron estableciendo apoyaron los intereses de Gran Bretaña e utilizaron las armas que les proveyeron para masacrar a los palestinos y obligarlos a huir. Cuando en el 1946 Gran Bretaña intentó controlar el flujo de judíos hacia Palestina debido a las protestas de estados árabes, los sionistas atacaron a los británicos con las mismas armas que los británicos les proveyeron.

El empoderamiento de los sionistas no dependió exclusivamente de las maniobras de Gran Bretaña y la utilidad que la presencia masiva de sionistas en esa región le representaba. Muchos terratenientes palestinos inicialmente les vendieron sus tierras a los invasores dejando en estado de indefensión a los labradores palestinos que habían trabajado esas tierras por largo tiempo. El gobierno comunista de Checoslovaquia también les proveyó armas. Vaya comunismo… Por otro lado, es bueno recordar que los trotskistas británicos se opusieron a la partición de Palestina.[4]

La frase de nunca más que se atribuye a los sionistas para recordar el holocausto se convierte en una charlatanería pues los palestinos no fueron los culpables del mismo y a los culpables jamás Israel los ha atacado.  La misma charlatanería que exhiben las potencias europeas que obligaron a inocentes a pagar por el holocausto y hasta se atreven a decir que Hamas y todo grupo que ataque en defensa de Palestina son terroristas. Esa guerra comenzó desde que Gran Bretaña promovió y apoyó la invasión a Palestina y nunca ha cesado desde entonces. Es una hipocresía de dimensiones gigantescas ignorar los asesinatos que a diario Israel ha cometido contra Palestina desde antes de la Segunda Guerra Mundial. Al igual que nuestros pueblos indígenas masacrados los palestinos enfrentan el no tener status de estado y si atacan para poder defenderse se les tilda de terrorista. ¿Se quemó la piel de las víctimas de Hiroshima y Nagasaki de una forma diferente porque el agresor, Estados Unidos, era un estado reconocido? ¿En serio? Los puntales del establecimiento  y avance de Israel han sido estirar la mano para recibir armas primero de Gran Bretaña y luego de forma descomunal de Estados Unidos y dar apoyo a las potencias europeas imperialistas  y a Estados Unidos mientras aterroriza a los palestinos. En el 1956 se unió a Francia y Gran Bretaña para atacar a Egipto luego de que el nuevo liderato encabezado por Abdel Nasser decidiera nacionalizar el Canal de Suez. En el 1984 fue uno de los países que colaboró con Estados Unidos para enviar armas a la oposición del gobierno sandinista de Nicaragua mientras se desarrollaba lo que sería el sonado escándalo conocido como Irán-Contra bajo la presidencia de Ronald Reagan.[5] Israel consistentemente ha votado en contra en las resoluciones que desde el 1992 se han llevado a cabo en la Asamblea de las Naciones Unidas para terminar el bloqueo que ejerce Estados Unidos contra Cuba siendo la única nación en apoyar dicho bloqueo en la votación de 2023.[6] (Ridículamente se le permite a Estados Unidos votar en este asunto siendo juez y parte.)

El desplazamiento que estamos experimentando en Puerto Rico nos debe recordar el experimentado por los palestinos con las diferencias obvias que existen lo cual ameritaría otro artículo. El tema del delirio que también nos puede recordar el de la superioridad aria que inspiró e inspira a los nazis (y se le atribuye sea o no cierto a Donald Trump) no nos debe distraer de lo esencial. No es lo que dicen creer sino lo que hacen. Difícilmente se puede creer que Biden y su séquito “deliran” por el Gran Sion y por eso apoyan a Israel de forma tan criminal. Si deliran es por el dinero y los recursos del Medio Oriente. El de la guerra es tan angustioso que a veces parece fijar la idea en el análisis bien intencionado de muchos que en la guerra hay reglas. Falso. Las guerras se llevan toda intencionalidad de relaciones humanas y humanizadoras. Por eso resulta tan fundamental detectar el engaño, el rompimiento de acuerdos y tratados, entre otras cosas, y enfrentarlos lo más temprano posible.  Otro mantra en el análisis parece ser el de la defensa propia. El nunca atacar primero depende de lo que se define como ataque y esa definición por lo general la impone la parte más poderosa en la contienda. En las relaciones más o menos simétricas, donde hay relativa igualdad, hace sentido no “atacar” primero. En las relaciones asimétricas y cuando esta desigualdad es enorme, no pueden aplicarse. Por eso es tan sensitivo el tema de Palestina, Hamas, Hezbollah…

Las ideas cristianas que nos han influenciado tanto, seamos o no creyentes, nos interpelan con la antítesis de la guerra, que es la paz. En el evangelio de Juan, Jesús anuncia que va a dejar y dar su “paz” pero no como la da el mundo.  Es significativo que no niega que el mundo da algún tipo de paz.  La paz anunciada de Jesús no habría permitido la partición de Palestina en el 1948 y si lo reflexionamos tampoco hubiera permitido infinidad de hechos terribles que hemos acumulado a través de la historia que conocemos como humanidad.  Pero esa paz que los humanos se pueden atribuir todavía es posible si se obliga a Israel a regresar a las fronteras delimitadas en 1967 antes de la llamada guerra de los seis días seguida por lo que se conoce como Naksa. No es ni sombra de justicia, pero sería una acción correctiva concreta. Para eso se necesita ejercer toda la presión posible sobre Israel y su cómplice principal, Estados Unidos. La intensidad del rechazo internacional es notable y parece haber sorprendido a Estados Unidos en lo que respecta a su propia población tan sometida al poder del dinero y la propaganda israelí dentro de sus propias instituciones como las universidades.  La propaganda ha fallado en contener muchos bastiones inclusive dentro del mundo del entretenimiento. Esta reacción recuerda la presenciada luego del asesinato de nuestro luchador, Filiberto Ojeda en el 2005 a manos del FBI.   Este cuerpo represivo por varios días anunció que vendrían arrestos a los que lo hubiesen protegido, pero no se materializaron ante la contundente respuesta de rechazo de nuestro pueblo. Pequeñas victorias siguen a las grandes.

¡Palestina siempre en nuestro corazón!

Comentarios a: unasolalira22@gmail.com

[1] https://images.app.goo.gl/dGrnHtsE7TyBjtUXA
[2]https://youtu.be/Mtcj9oTxgzA?si=ATGegc8tqubqmAOm
[3] Harman, Chris. 2017. A people’s history of the world: From the Stone Age to the New Millennium. London: Verso Pp 558-560.
[4] https://www.marxist.com/a-clean-banner-british-trotskyists-opposed-1948-partition-of-palestine.htm
[5] Howard Zinn. 1999. A people’s history of the United States. HarperCollins: New York, p 586.
[6]https://news.un.org/en/story/2023/11/1143112#:~:text=The%20UN%20General%20Assembly%20on,voting%20against%20and%20Ukraine%20abstaining.
Este articulo se publicó originalmente en nuestra versión impresa de diciembre.

 

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