Arranca el semestre en la UPR con el mismo desbarajuste que acabo

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Destitución de rectores, acreditación en peligro, baja en la matricula, la lucha por una nueva reforma que nazca de la comunidad universitaria; en fin, incertidumbre. Así describieron representantes de  docentes, no docentes y estudiantes el inicio de este nuevo año académico en el sistema de la Universidad de Puerto Rico (UPR).

“Comenzamos un año académico que arranca con todo un desbarajuste en el Recinto de Ciencias Médicas. Nos encontramos con esa misma situación de desbarajuste, de cuestionamientos muy válidos, muchos de ellos que se magnifican porque sigue habiendo el mismo problema de los nombramientos.”,  reaccionó el presidente de la Asociación Puertorriqueña de Profesores Universitarios (APPU), Ángel Rodríguez, a este semanario respecto a las expectativas para el año académico 2022-2023, que se supone sea por completo presencial.

Rodríguez señaló que  independiente de las personas que han nombrado, de las que no cuestiona  las capacidades que puedan tener, porque en la UPR hay gente muy preparada, el problema es que estas personas se envuelven en los procesos politiqueros partidistas y empiezan a responder a los políticos en lugar de los problemas universitarios. “Me parece que eso toma preponderancia por la trascendencia del RCM. Este no es solo un recinto, es la formación de los médicos del  país, de la salud pública de manera directa”.

El presidente de la APPU denuncia que algo que ha sido siempre parte del problema en la UPR son los interinatos, tanto en la presidencia como en los recintos, y que en la medida en que haya interinatos y una presidencia que dura dos años, la Universidad se dedica a administrar la crisis sin que haya un proyecto universitario.

En el recinto donde da clases, Cayey, también su rectora, Gloriví Rosario, fue destituida de manera fulminante por el presidente doctor Ferrao. “Sin  ánimos de defender o no a la rectora, me parece que el proceso —vamos a coincidir con el doctor  Ferrao de que la rectora no era buena— de  eliminarla de golpe y porrazo sin consulta con la comunidad universitaria, tampoco nos resuelve el problema. Es parte del problema que tenemos”.

Otro asunto puntual por el cual expresó preocupación es que en el recinto de Utuado hay el peligro de que en este semestre la matrícula no  llegue a los 300 estudiantes. “Un recinto que hace seis años atrás llegaba a mil estudiantes. Eso no es solo un elemento de reducción demográfica, es un elemento de falta de atención administrativa. El único recinto que ofrece un programa de agricultura sustentable que de por sí tiene una importancia particular”.

El presidente de la APPU advirtió de que otros recintos presentan una situación similar de baja de matrícula, aunque no de la misma  magnitud de Utuado. Describió que la baja en matrícula crea toda una sensación  de incomodidad y de temor por parte de una gran cantidad de profesores y profesoras al no saber si tendrán o no trabajo. “Todo esto va a incidir sobre el proceso que estamos teniendo en la Universidad”.

En términos generales, en todo el sistema, los datos que han estado  recibiendo por filtración, a excepción del recinto de Mayagüez, ha habido baja de matrícula. Por lo general, en el segundo semestre es cuando menos matrícula hay. “Si  vemos una reducción ahora para agosto, la situación para enero sigue siendo preocupante”.

El profesor del recinto de Cayey rechazó el argumento del doctor Luis A. Ferrao, cuando antes era rector del recinto de Río Piedras y ahora presidente de la UPR,  que le adjudica la baja en matrícula a asuntos demográficos.

“Es importante que la gente piense cuántas universidades privadas existen en Puerto Rico. Si existen tantas con tanto negocio, eso quiere decir que no es un asunto demográfico”.

Este cuestionó si la baja en matrícula responde a que la UPR no está haciendo esfuerzos por atraer o reclutar estudiantes porque no tiene los recursos para atenderlos, por lo que la baja en matrícula le resulta beneficiosa a la administración.

Sin embargo, expresó optimista que “también pienso que hay un gran ánimo de trabajo al interior, de los empleados docentes y no docentes y entre los estudiantes, cuando se escuchan los procesos de lucha constantes, precisamente, alrededor de que  queremos construir una mejor universidad para construir un mejor país”.

Todavía hay un poco de incertidumbre

 Por su parte, la presidenta de la Hermandad de Empleados Exentos No Docentes (HEEND), licenciada Janell Santana Andino, admitió que  todavía hay un poco de incertidumbre ante el nuevo año académico por lo que será la administración del nuevo presidente.

Santana Andino dijo que tenía que validar que en cuanto a las negociaciones del convenio colectivo han adelantado mucho desde que entró el nuevo presidente  y su administración. El propio director interino de Recursos Humanos, Manuel Colón, junto a tres personas más de su oficina, está participando del proceso. “O sea, que estamos viendo cómo cuando se lleva algo a la mesa, sí se busca información, se buscan los datos. No tenemos esa incertidumbre que teníamos en el pasado de que no se llevaba nada a la mesa, que se negociaba caprichosamente. En ese aspecto, hemos adelantado muchísimo”.  La expectativa es que el proceso concluya en este mes de agosto.

No obstante, resaltó que es preocupante la situación de la UPR: “Sabemos que hay una agenda de destrucción de la universidad, vemos que hay una inestabilidad en algunos de los recintos. No sé cómo el presidente va a manejar el tema presupuestario”.

Desde el punto de vista de la Hermandad, reiteró que entienden  que en la UPR se perdió la comunicación cuando entró a la presidenta el profesor Jorge Haddock  y  el licenciado Walter Alomar a la Junta de Gobierno.“Tomaron  un control absoluto de la universidad, y hasta las conversaciones que se podían dar para defender a la universidad dentro de la propia Junta de Control Fiscal se perdieron. Sabemos que hasta información incorrecta de convenios pasados le enviaron a la JCF, y esa falta de transparencia, de comunicación afectó mucho a la universidad. Es un reto bien grande el que tiene la nueva administración de  retomar esa comunicación transparente”.

Un inicio convulso

 “Hemos sido el primer recinto que comenzó, y ha sido un inicio completamente convulso. Desgraciadamente, somos un recinto que también es el único que está batallando por que no haya una decisión negativa por parte de la agencia acreditadora”, expresó la  presidenta del Capítulo de la APPU en el RCM, profesora Lida Orta.  Se refiere a la destitución de la rectora Ilka Ríos Reyes, por parte del presidente doctor Ferrao, ante denuncias de los decanos Hilton Franqui Rivera y Joalex Antorgirogi de que esta intervino en la evaluación de un estudiante a petición de sus padres.

La doctora Orta, quien es también miembro del Senado Académico, describió como penoso  lo que está pasando en el RCM. “En el recintoestamos en una pelea campal entre distintas facciones del partido que está en el gobierno. Desgraciadamente, vemos que la integridad  de los servicios educativos que se ofrecen, los problemas de salud que hay en el país y la falta de recursos para atenderla se pierden de perspectiva por la pelea chiquita de quién quiere dominar a quién”.

Esta considera que el RCM necesita  una intervención y espera que la Junta de Gobierno así lo vea. Aspira a que la persona que ocupe la silla de la rectoría sea una  persona reconocida, respetada, que tenga apertura y que pueda separar elementos político partidistas de la acreditación exitosa que se necesita.

El RCM está en peligro de perder la acreditación de la  Middle States Comission por no cumplir con varios de sus estándares, entre ellos, el estándar VI de Planificación, Recursos y Mejora Institucional, lo que implica garantizar un presupuesto para los próximos cinco años. Se supone que este próximo 2 de septiembre la administración le entregue a esa entidad un informe sobre la corrección de los señalamientos y que el 23 de septiembre el recinto reciba la visita de una comisión.

Ante esa visita, la doctora Orta señaló que se supone que la persona que esté en la rectoría y su grupo de trabajo participen de la reunión con conocimiento de causa que puedan justificar y defender lo que se presente en el documento.  Sin embargo, dio a entender que le preocupa que las personas envueltas en la destitución de la rectora hayan participado del proceso del informe. Incluso dijo que como senadora académica lo que se les ha informado es que el documento iba en progreso, pero nadie ha visto el informe.

La profesora Orta subrayó que el presidente de la UPR tiene ya que abrir un proceso de consulta para la rectoría, el cual considera debió hacer de inmediato. “Segundo, las personas que estén en los puestos tienen que empezar a enfocarse en lo que es importante, la acreditación del recinto, y el rector interino tiene que enfocarse en eso. Ha estado en los medios defendiéndose, creo que tenemos que enfocarnos en lo que es importante”.

 

 

 

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