Brunilda García Ayala, cantora, actriz, dramaturga y patriota es un sólido baluarte de nuestra cultura y la lucha por nuestra identidad nacional. Su valioso legado en el campo de la investigación y creación de teatro histórico puertorriqueño es harto conocido así como su intenso trabajo patriótico y libertario. Su profundo amor por la Patria borinqueña así como su vocación antillanista y latinoamericana la llevó a plasmar su ideario en obras laureadas que valoran las grandes figuras que forjaron el destino de Nuestra América como, entre otras: Los Soles de Bolívar sobre el ilustre libertador puertorriqueño Antonio Valero, obra comisionada a Brunilda por la Sociedad Bolivariana de Puerto Rico y Hostos, pasión de América comisionada también a nuestra artista por el Comité del Sesquicentenario de Hostos. Obras estas que continuaron por muchos años reclamando la presencia de Brunilda en los escenarios de América Latina con el mismo fervor y vigencia que cuando fueron presentadas originalmente.
Un abultado catálogo de reconocimientos y premios otorgados en y fuera de Puerto Rico la colocaron como una eximia figura de la cultura puertorriqueña en la trova, el teatro, la dramaturgia y la lucha patriótica y libertaria.
No obstante, su mayor legado, su más hermosa ofrenda a la vida fue su estirpe de nobleza, de amor a los demás, de solidaridad, que ponía en función no solo de los que tuvimos el privilegio de ser sus amigos, sino de cualquiera que la necesitara.
Porque Bruni fue uno de esos seres llenos de luz y amor que, como los cometas, pasan pocas veces, dejando una huella luminosa a su paso. Dedicó todo su paso por la vida a hacer el bien, a dar amor y al arte. Bruni nació para el arte. “El arte es mi vida” me comentó en una ocasión. Venía de una familia de artistas. Estudió canto en el Conservatorio bajo la tutela del Maestro Amaury Veray a quien admiró profundamente y de quien me comentó en una ocasión que “fue un descubrimiento artístico sin precedentes en mi vida. Mi mamá (doña Elena Ayala) era poeta. Todas mis tías eran maestras de baile. Mi papá era comerciante pero amaba la música”. Me contaba que en una ocasión Amaury, les dijo a los estudiantes: “Señores vender ópera es bonito pero aquí lo que yo necesito es ponerles música a los poetas puertorriqueños y trabajar con lo nacional.” Para mí fue como un mandato”. Empecé enseguida con Instarte (compañía músico-teatral que fundó Brunilda) junto a María Carrera, Iris Martínez, David Ortiz, Ismael Rivera, (el cuatrista), María Rivera (esposa de Héctor Rodríguez, el de Atabal) que tiene una voz de soprano exquisita.
Amaury abrió un universo en mi vida, puso una responsabilidad patriótica-artística en mi y me señaló lo que me tocaba hacer en el arte. Y empecé a escribir y a componer sobre los poetas puertorriqueños: Don Juan (Antonio Corretjer) lo dice en un artículo en su libo Las voces que me acompañan que “cuando llega INSTARE es que la poesía de el comenzó a correr por las calles, por los centros culturales, cuando comienzan a usarse las palabras Patria y Libertad. Llevamos al pueblo la poesía de Corretjer y también la de otros poetas como José de Diego, Palés Matos, Elena Ayala, José de Jesús Esteves.
De ahí empecé a escribir teatrales con las biografías de los próceres de Puerto Rico y América Latina como Betances, Lloréns Torres, Bolívar, José de Diego y de ahí a escribir obras de teatro y me gané dos premios en las primeras que escribí. En el 1980 formé mi proyecto musical y teatral Cimarrón. Entre los muchos y merecidos premios obtenidos por Bruni está además el Premio Julia de Burgos junto a don Francisco Matos Paoli.
Una de las personas que más admiró Brunilda fue a nuestro poeta nacional Juan Antonio Corretjer. “Lo conocí desde niña porque mi mamá era amiga de él y de doña Consuelo, su esposa.
“Cuando volví a encontrarme con él, ya de adulta mi afinidad con él fue instantánea, mi formación política para analizar los problemas políticos de mi país se los debo a él y a la Liga Socialista, don Juan también me asignó a trabajar con Alexis Massol en Adjuntas, en contra de la explotación minera en 1980.
Otras personas que ejercieron gran influencia y a las cuales admiró grandemente Bruni fueron la patriota Lolita Lebrón y el arquitecto del Coro de la Universidad de Puerto Rico, el profesor Augusto Rodríguez, “nos hacía sentir que teníamos que brillar por Puerto Rico, era un ser humano comprometido con la excelencia”.
Bruni luchó arduamente como la guerrera que siempre fue con el mal que la aquejó a ella y a toda su familia: una condición renal congénita de riñones poliquísticos que finalmente ganó la batalla, llevándonos demasiado temprano a uno de los seres más valiosos, nobles y comprometidos con nuestra Patria.
Brunilda García Ayala, inscribiste tu nombre con letras de oro en la historia de tu terruño y en mi corazón. ¡No te olvidaremos jamás!