Encontrado en las Redes: Memoria histórica

Campamento Playas Pa'l pueblo. Foto: Vicente Vélez

 

La memoria histórica es mucho más que el recuerdo de los hechos históricos de lo político y de las luchas sociales. Incluye la vida toda.

Escucho, nuevamente, los avisos sobre la peligrosidad de las playa al norte del país y eso me provoca una cadena de asociaciones que comparto.

¿Dónde fue a parar lo que hace unas décadas sabíamos? Los de más edad sabemos que en PR había una temporada de playa y otros meses en los que hacíamos otras cosas, pero a las playas no se iba. Eso tenía que ver con la naturaleza y no con supercherías y cosas de viejos, como hoy se descarta todo. Puedo mencionar otras muchas cosas, pero ahora hablo de las playas y su temporada de peligros.  Tanto era así que recuerdo que los de San Juan nos reíamos de los gringos venía a la playa en navidad cuando nosotros sabíamos que era su peor momento. Sí, sabíamos del invierno, pero lo de las playas sabíamos que era cierto.

Los problemas con las playas fuera de su temporada  son los que se mencionan ahora y otros más de los que nadie habla. En fin que cuando descartamos cosas «de antes», debemos intentar conocer las razones detrás de los usos. Muchas veces las normas tenían base científica o se demostraban en la experiencia práctica comprobada.

Otro botón de muestra:. Cuando me criaba, en esa prehistoria, las casas tenían plantas que daban flores, con eso se adornaba la casa y no con las importadas y costosas que venden hasta en el Colmado. Casi todos tenían  un pequeño huerto con pimientos, ají dulce y picante (para el pique que no era de botellita importada), orégano , tomates y otros. En esos patios las amas de casa o cuando estás trabajaban en alguna actividad remunerada fuera de la casa la mujer y el marido y a veces los niños ayudaban (o Fastidiamos)  tiraban todas las cáscaras y sobrantes de vegetales y frutas crudas (compost) porque abonaban la tierra. También se tiraban borras de café y cascarones de huevos y se intercala otras plantas que servían para evitar las plagas. No, el patio no parecía un basurero.

Se sembraban árboles y plantas cuyas hojas, flores y hasta las cáscaras de algunos tenían uso medicinal o como  suplemento nutricional. Hacíamos mabí, refrescos con jugo de frutas y otros y el refresco de soda comercial era consumido poco y muy ocasionalmente en fiestas.  Dulces de papaya, grosellas guayabas, y esas cosas que estaban ahí, en el patio eran los postres.  Nada tenía preservativos que no fuera la higiene y el consumo rápido. Claro, la vegetación refrescaba la casa en los meses de más calor,  en el trópico eso es casi todo el año.  El agua de lluvia se recogía en envases colocados debajo de los desagües. Esa servía para regar las matas.  El sol y no los detergentes tóxicos y caros porque se producen con petróleo u otra materia prima costosa,  blanqueaban la ropa. No producíamos tanta basura porque todo se consumía, se arreglaba o se  rehusaba.. Y cien cosas más que muchos creen que se inventaron ayer.

La calidad de vida en algunas áreas que algunos piensan que disfrutamos hace un tiempo no era milagrosa ni por suerte. Era algo que se deseaba, que conocíamos porque los padres y abuelos lo compartieron. Era una calidad que se trabajaba. También existía el intercambio y la comunicación entre familia y vecinos que sabían cosas. Un vecino sabía de dulces, otro de sembrar o de carros, bicicletas y otro más de vino de frutas.  En fin que teníamos comunidad humana, sin idealizarse porque también tenía y tiene aspectos negativos.  Pero en el intento de arreglar eso botamos el bebé con el agua sucia.

También nos divertíamos porque teníamos horas de ocio. ¿Cómo era posible?  Fácil , no teníamos tv ni  teléfonos inteligentes 24/7 . La diversión como las novelas y otros programas cómicos de la radio se compartían por todos en una casa, igual hicimos con la TV Y la música.  Teníamos división de tareas domésticas,  las escuelas enseñaban y el hogar hacía otras cosas. .  Nos teníamos unos a otros, para bien y para mal. Es que bien y mal junto es la vida, son las relaciones humanas.

Esto es solo parte de lo que pienso que era positivo y que recuerdo que se ha perdido cuando escucho sobre la crisis en las playas. Lo que hemos ganado, será para otra.  Nadie puede negar que también se hacían muchas cosas que tuvimos y tenemos que cambiar porque hacen daño.  La vida no se da en extremos de luz y sombra y la historia tampoco.

Si no hablamos entre generaciones transmitiendo lo que conocemos, seguimos inventando la rueda y criando generaciones que se piensan los primeros humanos que pisan sobre la tierra. Porque así los criamos.

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