Gestión de Jenniffer González : Un desastre de improvisación

 CLARIDAD

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 Los problemas que tiene el país están altamente identificados, recogidos en múltiples informes y discusiones, con recomendaciones para poder responder a los mismos, por lo que el gobierno no tiene porque estar improvisando, señaló la profesora experta en Administración Pública, Palmira Ríos, respecto a la gestión realizada hasta el presente por la gobernadora Jenniffer González Colón.

 En entrevista sobre su evaluación de la gestión gubernamental, la profesora retirada de la Escuela Graduada de Administración Pública de la UPR, describió que, a cinco meses del gobierno de González Colón, lo que ha estado observando son acciones bien preocupantes debido a que los problemas de Puerto Rico no son nuevos, están altamente identificados, los cuales requieren primero reconocerlos y planificación para poder responder a los mismos. Indicó que lo que observa es una parálisis de la gestión pública que “es realmente sorprendente, quizás uno ve la diferencia en experiencia en las diferentes ramas de gobierno, muchos asumen que por experiencia en una rama se está preparado para la otra”.

 Se refiere a que la gobernadora tiene mucha experiencia en la rama Legislativa, tanto en la de Puerto Rico, como en la de EE UU, pero hizo la anotación de que las cámaras legislativas son unos espacios sumamente políticos, y la rama Ejecutiva requiere de ejecución, gestión, comunicación y articulación entre las diferentes fuerzas y tiene otro tipo de funcionamiento.

 “En el caso de Puerto Rico, el ejecutivo es un espacio sumamente lacerado por muchos factores, muchas políticas que se han implementado, algunas deliberadamente y otras sin mucho pensamiento, y sin mirada a una dimensión -que he visto repetidamente en esta administración- que no se mira a los resultados de las políticas públicas que se están implementando”.

 En esa linea indicó que un aspecto al cual se ha movido la gestión de la administración pública y que está ausente en Puerto Rico, es evaluar los resultados de las políticas públicas. “Escucho a la gobernadora y a los pocos de su gabinete que se expresan públicamente hablar de su gestión, pero no de los resultados”. Puso por ejemplo que, en términos del cambio dramático en la demografía, todavía el gobierno actúa como si tuviésemos el cuadro demográfico de los años ’60 y ’70 del siglo pasado.

 Mientras destacó que la dependencia de fondos federales -cosa que siempre ha criticado- no solo por la dimensión colonial del mismo, sino por que al ser el Congreso de EE UU el ente que determina cuáles van a ser las acciones, como se evalúa la gestión pública, lo hace en función a sus intereses y no están definidos los objetivos ni metas en función de las necesidades de Puerto Rico. En ese aspecto cuando se miran los instrumentos de evaluación, todo está sujeto a lo que diga el Congreso, por lo que ni siquiera es un elemento básico de evaluación el que responda a las identidades de la política pública que se impone desde Puerto Rico.

 “Ese es uno de los problemas. Por ejemplo, la lucha contra la pobreza como se construye en Estados Unidos no está pensada para el nivel de pobreza de Puerto Rico que es un 40%. Está pensada en unos niveles de pobreza de 10 a 17%, altísimos para Estados Unidos, mientras que en Puerto Rico debe ser una aspiración bajarla a ese nivel. Así que muchos programas van a fracasar en Puerto Rico”.

 Ríos compartió que estaba evaluando unas propuestas de varios estados con niveles de pobreza de 10%, de cómo iban a responder al recorte de fondos federales; a lo que denunció que aquí no se ve la urgencia de comenzar a ver con seriedad los cambios de política pública y aprovechar la coyuntura para cambiar un sistema que no responde a las necesidades del país, y cambiar la perspectiva. Por el contrario, el gobierno lo que hace es fortalecer la dependencia. “En ese sentido las políticas públicas de Puerto Rico han estado dirigidas a buscar más fondos federales, cosa que nos pone en una condición de riesgo, un altísimo riesgo para el gobierno y por ende para el pueblo”.

 Sobre si considera que la gobernadora está ignorando esos riesgos, comentó que si lo está reconociendo no lo hace público y que el problema en no hacerlo público y reconocerlo, como lo están haciendo en los estados, es que eso no es una invitación a unirse, a empezar a pensar y proponer cómo atenderlo.

 “Así que no hay un sentido de urgencia y si esa es la actitud política de que lo pague otro, que el impacto caiga sobre otro, los municipios populares, … y no verlo como un problema nacional que tenemos que atender y de que se va a atender de la forma más humana posible. No he escuchado eso de parte de la gobernadora, porque con la crisis política que tiene ella es la única voz”.

 Ríos senaló que en el pasado los secretarios de la gobernación eran los que daban las malas noticias, pero ahora, el problema que tiene la gobernadora es que su secretario Domenech no ha podido asumir ese rol. “Pienso que es ella la que no quiere dejar a otra persona, aunque ella quisiera, no tiene esa figura que sea la que diga las cosas difíciles. Está jugando los dos papeles, no ha habido el mensaje a la Legislatura donde se reconozca que estamos ante una coyuntura complicada, difícil, que representa un gran riesgo al país de como se ha construido y que necesita la fuerza de todo el mundo para transformarlo”.

 La experta en Administración Pública reiteró que todos los problemas de Puerto Rico, incluyendo la necesidad de una reforma gubernamental, han sido altamente estudiados y son conocidos, por lo que su falta de atención responde a la actitud del gobierno. Sobre el particular expresó que la Escuela de Administración Pública se creó con el objetivo de acompañar y servir como recurso del gobierno de Puerto Rico. “Eso cada vez se utiliza menos, esa pérdida de conocimiento lo que está haciendo es que cada vez la respuesta sea una pérdida que le hace daño al país; ejemplo con el Comité de Cambio Climático, estamos pagando las consecuencias de un sector político que ha puesto sus intereses muy personales por encima de los intereses del país”.

En entrevista por separado, el profesor José González Taboada, describió la gestión de estos cinco meses de la gobernadora, como una errática de mucha improvisación. “La gobernadora reclamaba que tenía 7 mil résumés para trabajar en su gabinete y lo que ha hecho es reciclar viejos funcionarios, hasta ahora es más de lo mismo”.

El experto en contabilidad, quien ha estudiado la deuda de Puerto Rico como miembro del Comité Ciudadano por la Auditoría del Crédito Público, censuró la postura de la gobernadora de negar que un recorte de fondos federales va a tener mucho impacto en el país. “No hay duda, todo el mundo sabe que eso va a tener un efecto bien grande, lo niega de la misma forma que les dijo a los dominicanos que no tenían que preocuparse porque Trump nada más estaba buscando a los mexicanos y al otro día ya estaba ICE deteniendo a dominicanos en Puerto Rico. Realmente es el desastre que se esperaba que fuera”, expresó.

 En ese sentido recordó que la ahora gobernadora fue parte de los tres arquitectos de la quiebra de Puerto Rico, al ser la presidenta de la Cámara de Representantes, Thomas Rivera Schatz era presidente del Senado y el gobernador era Luis Fortuño, quien duplicó la deuda del país en cuatro años. “Ellos tres quebraron a Puerto Rico, lo que pasa es que la quiebra le cayó en la falda a García Padilla, –eso no quiere decir que García Padilla no tiene culpa–, él también hizo sus emisiones de bonos, la última a sabiendas de que no se iba a poder pagar”.

 “Fíjese si está improvisando que rechazaron a la secretaria de estado y le dio un nuevo puesto del DOGE boricua para la señora ganar $200 mil, por donde quiera que se mire es un desastre, improvisación tras improvisación”.

 

 

 

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