La Junta de Control Fiscal sigue poniendo obstáculos a la reforma laboral

 

CLARIDAD

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Aun cuando el llamado proyecto Reforma Laboral (PC 1244) no es para nada una reforma laboral y apenas repara a medias tres aspectos de las leyes laborales, la Junta de Control Fiscal le advirtió al gobernador Pedro Pierluisi Urrutia que no firme el proyecto.

En carta enviada el 13 de junio a Pierluisi Urrutia, la JCF le advierte que si firma el proyecto, una vez firmado deberá presentar en siete días un análisis de la totalidad de su  impacto económico, incluida la participación de la fuerza laboral y sus ingresos. Otra  vez, la Junta acude al argumento de que la medida “no cumple con el Plan Fiscal Certificado y con los propósitos de PROMESA”.

Esta es la tercera ocasión  en que la JCF interfiere con legislación laboral o aspectos que solo corresponden al sector laboral privado. En la primera, el intento por que se elimine la Ley 80, intervino en el conflicto obrero patronal de los camioneros, y ahora interviene con la llamada ‘reforma laboral’.

José Rodríguez Vélez, portavoz de Movimiento Sindical Solidario (MSS), expresó a CLARIDAD que pese a que el  proyecto no es el que se merece la clase trabajadora del sector privado, sí tiene unos avances: “No es lo que teníamos en la Ley 4 del 2017, pero sí hay unas mejoras”.  En cuanto a la postura de la JCF, dijo que aunque le  sorprendió, sabe que “la Junta va hacer todo lo posible para no darle beneficios a la clase trabajadora del sector privado. Igual, la carta que envían al gobernador es muy débil. En sus argumentos dice que está en contra en algunos de los temas del 1244, pero no dicen en qué específicamente”.

El líder sindical explicó que en  estos momentos estaban bien pendientes a la posición que vaya asumir el gobernador y a lo que suceda con la medida, si es que este la firma, y pase  lo mismo que con la ley de retiro digno que la JCF la impugnó en el tribunal. “Pero entendemos que el gobernador tiene que hacerle frente porque aquí la Junta no puede determinar cuántos días de vacaciones le tiene que dar un patrón privado a un trabajador, no se puede meter en eso. Esto es una decisión entre los patronos y trabajadores, no puede ser lo que la Junta diga”.

Solo unos cambios mínimos

Sobre ese aspecto, el portavoz del MSS denunció que solo un puñado de trabajadores y trabajadoras logran rescatar los días de vacaciones y enfermedad, ya que  el proyecto los divide entre los patronos que tienen 12 empleados o más y los que tienen menos de 12 empleados. Trabajadores cuyos patronos tienen 12 empleados o menos, se mantienen con los 6 días de vacaciones.

“Es inaceptable que en esta época un trabajador o trabajadora solo tenga 6 días de vacaciones al año. Aquí se mantiene bien viva la desastrosa Reforma laboral de 2017 mientras sigue aumentando la precarización  en el sector privado”.

Otro aspecto crítico del proyecto aprobado es que dispone que las enfermeras,  guardias de seguridad y croupier solo tienen  20 minutos de periodo de almuerzo en una jornada de trabajo. “Aquí se hicieron unas vistas pro forma donde no tomaron en consideración ninguna de las propuestas de los sindicatos que defienden a la clase obrera en el sector privado. Expresamos claramente que entre los turnos tenía que haber un periodo de descanso de 12 horas, sin embargo, ni siquiera lo consideraron, ahora usted sale a las 9: p. m. y el patrono lo puede obligar a entrar a las 5: a. m., algo absurdo que en nada aporta al periodo de descanso que se merece esa persona” manifestó el líder sindical.

Las pocas mejoras que dijo tiene el proyecto son: redujo el periodo probatorio de 9 meses a 6, bajó las horas para el  bono de Navidad  de 1350 al año a 900, o  hasta 750 horas, según la cantidad de empleadas y empleados que tenga el patrono. “Hay algunos adelantos, sí, pero no los suficientes que mejoren la calidad de vida y trabajo de las personas”.

En entrevista por separado, el abogado y experto en Derecho Laboral, Carlos Quirós, acotó que lo aprobado sigue siendo malo, dado a que no atiende realmente todas las preocupaciones que se habían planteado, como por ejemplo, el tiempo mínimo de descanso.  “En términos de las intenciones la JCF, nos concentramos en que viene a cobrar la deuda; pero ellos representan un sistema capitalista que está fundamentado en mayores ganancias. Según ellos,  todo lo que se ha desarrollado en Puerto Rico sobre  vacaciones y bono de Navidad,  es una cosa inaceptable porque eso afecta el margen de ganancia de las empresas del sector que representan”.

Añadió que si bien, técnicamente, la JCF no tiene ninguna potestad para oponerse al proyecto, como el Tribunal Federal  le ha dado tanta potestad, no le sorprendería que les diera la razón si es que el ente acude al tribunal. No obstante, el licenciado Quirós dio crédito a que la medida adelanta algunos aspectos, por lo que considera que por circunstancias y las relaciones de poder que hay en Puerto Rico hay que aceptarlo.

La ‘consistencia’ de la Junta

 Para la senadora por el Movimiento Victoria Ciudadana (MVC), licenciada Ana Irma Rivera Lassén, presidenta de la Comisión de Asuntos Laborales,  “la Junta ha sido consistente en oponerse a mejorar las condiciones de empleo de las y los trabajadores, al aumento a los maestros, al retiro digno, a todo lo que tenga que ver con  condiciones de empleo dignas y adecuadas”.

Resaltó que aun cuando el proyecto es una  reforma que habla del sector privado, “para la Junta todo tiene que ver con tocar los intereses de los empresarios. Por ahí es que va la cosa. Creen que el desarrollo de Puerto Rico se da protegiendo los intereses de los grandes”. A preguntas de CLARIDAD, no descartó que fuera posible que los patronos se hubieran reunido con el ente fiscal, debido a que  la Junta está diciendo lo mismo que dice ASORE (Asociación de Restaurantes de Puerto Rico). Recalcó que el proyecto no es una reforma laboral, sino unos cambios puntuales a la ley 4 del 2017.

“No se le puede llamar una reforma laboral así que también es sorprendente que la Junta se ponga en esa posición cuando esto son cuestiones bien mínimas”.

La senadora Rivera Lassén dijo que mucho de lo que está en el proyecto, si no todo, responde a lo que el gobernador habló con la Cámara. Lo que hizo el Senado fue trabajar que la medida  tuviese coherencia, “pero básicamente no le hicimos ningún cambio, porque es tan mínimo lo que tiene, que queríamos garantizar que lo poco que tiene fuera firmado”.

En esa línea, dijo creer que el gobernador sí  va a firmar el proyecto porque, si no, sería una muestra de lo que él dice que va a enfrentar a la Junta. “No creo que la enfrente mucho, pero realmente tiene todos los argumentos para decirle que no se meta en esto porque esto no son fondos públicos, así que tiene todos los argumentos para decirle que no a la Junta”.

Un apoyo crítico

Otro que subrayó que lo aprobado no es una reforma laboral y que sí cree que el gobernador  va a firmar la medida es el también  el abogado laboral, Jorge Farinacci Fernós. Este planteó que lo ocurrido en el país en el 2017 fue una desarticulación de lo que era la legislación del trabajo en el sector privado. Recordó que el sector público tuvo un proceso similar bajo la excusa de la falta de recursos económicos.

En el caso del sector laboral privado, se planteó que la reforma mantendría y haría a Puerto Rico más  competitivo, pero lo que ha hecho es llevar al país en una carrera para abajo. “Ni siquiera en el 2017, ni siquiera antes de la reforma, la legislación en el país era idónea. No es que hubiéramos estado en el 100 % y la reforma nos quitara cosas y ahora estemos intentando regresar al estado vigente del 2017.  Antes había muchos asuntos que había que atender. En el 2017 esa reducción masiva  tuvo un efecto inmediato de que ahora las y los trabajadores iban a trabajar más por menos. La explotación se convirtió en el modelo de incentivo económico de Puerto Rico”, manifestó.

Como abogado laboral y estudioso, Farinacci señaló que  regresar al 2017 no es el punto final. Su apreciación de las discusiones que hubo sobre la medida, en particular en el Senado, se notaba mucha resistencia de parte del PPD a desafiar al Ejecutivo y a que el PNP aceptara que había cometido un error en el 2017.  El resultado fue que se aprobó un proyecto que lo que hace es que restituye parte de los derechos que existían en el 2017, pero no añade derechos. Las y los trabajadores estamos en una etapa restaurativa.

El licenciado Farinacci Fernós argumentó que en un análisis intelectual honesto hay que reconocer que el proyecto afecta la vida de las personas que trabajan. Su conclusión es  que lo que se está proponiendo vale la pena apoyarlo críticamente, desde la perspectiva de los trabajadores de que este es un paso hacia otras reconquistas y nuevas conquistas. “Si fuese legislador, hubiera votado a favor”.

Respecto a la postura de la JCF censuró que es una ideológica, igual que su empeño en derogar la Ley 80, pero por definición ninguna de las dos aplica al Estado ni tienen que ver con las arcas del gobierno.

“No sé por qué confío en que el gobernador tiene que reconocer que su propia base social ha cogido muchos cantazos y están muy molestos con este asunto, que tiene que tener esa presión. No puede verse como constantemente subordinarse a la JCF en un asunto que no tiene que ver con la Junta”.

Olvidados las y los meseros

 Por otra parte,  las Comisiones de Asuntos Laborales en ambos cuerpos no dieron paso a  los proyectos reclamados por el Movimiento Justicia Salarial (MJS) de las y los trabajadores de restaurantes, meseros, bartenders, para que se  elimine el subsalario de $2.13 la hora y reciban un salario como el resto de los trabajadores, de $8.50 la hora.

Randiel José Negrón Torres, portavoz del MJS nos confirmó que los proyectos fueron  engavetados en ambas comisiones: “Lamentablemente, la Comisión de la Cámara le bajó un informe negativo y no bajó a votación. El PC 1133 llegó a tener vistas públicas en las cuales ASORE y MIDA llevaron la bandera. Hasta el Departamento del Trabajo tuvo una posición de unas veces sí y otras no”, dio a conocer.

A la luz del resultado  de las medidas sobre sus salarios, y ahora de la postura de la JCF respecto a la reforma laboral, Negrón Torres, afirmó que Justicia Salarial siempre se expresó a favor de que se enmienden las leyes laborales: “Entendemos que el proyecto que se aprobó no es justicia salarial, pero apoyamos su aprobación. Ahora mismo está en el escritorio del gobernador, que no quiere firmarla. Yo creo que queda claro que si la JCF no quiere que se apruebe esa reforma laboral podemos deducir que también está en contra de que se aprueben proyectos como el PC 1133 y PS 758”.

La senadora Rivera Lassén, a preguntas de CLARIDAD  sobre este aspecto de la medida, reconoció que esta es una de las áreas que hay que darle prioridad. Indicó que una vez se nombre la Comisión de Salario que creó la ley que aumentó el salario mínimo, esa comisión tendría la facultad de hacerle justicia a ese sector.

 

 

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