Las diferentes diásporas de la exclusión

 

 

Especial para En Rojo

 

En Brasil, noviembre es considerado como el mes de la conciencia negra. Después de Nigeria, en todo el mundo, Brasil es el país con más grande población negra y que, hasta hoy es víctima del racismo estructural de la sociedad dominante y de todas sus consecuencias.

Desde algunos años, las comunidades negras hablan del secuestro que sufrieron millones de antepasados negros desde África hasta América Latina y Caribe, como una larga y cruel diáspora. Este término griego corresponde al hebreo golah, que se traduce como exilio, o destierro. En su sentido más estricto, se refería à la dispersión que el Imperio Romano obligó el pueblo judío a experimentar, en el siglo I de nuestra era. Hoy puede aplicarse al pueblo palestino, forzado à la diáspora en su propio territorio, por el gobierno de Israel, que se dice heredero de los judíos bíblicos y hace con los palestinos lo mismo que, en el siglo XVI, europeos hicieron con los pueblos originarios de Abya Yala, a la que han llamado América.

A lo largo de la historia, una de las reacciones más importantes en defensa de la población esclavizada fue el movimiento de huida y resistencia de comunidades negras que se ocultaban en selvas y montanas casi inaccesibles. Aunque con diferentes formas, desde el siglo XVII hasta casi nuestros días, de norte a sur del continente, se han organizado comunidades de personas que lograban escapar de la esclavitud.

En este camino de resistencia y de mantenimiento de las culturas originarias, el elemento que más dio fuerza a las comunidades fue la espiritualidad que cada pueblo trajo de África y supo traducir en nuestro continente. Estas espiritualidades han tomado formas de religiones que han sabido adaptarse à las realidades locales. Fueron base para que las personas esclavizadas pudieran mantener la conciencia de su dignidad humana y el conocimiento de que el Espíritu Divino las acompañaba y les daba fuerza.

Cultos afrodescendientes florecen en diversas regiones de Brasil y en otros países de América Latina y Caribe. En Cuba se llama Santería, en Haití, el Vodu, en Brasil las diversas formas de Candomblé. En todos, las comunidades unen las energías del cielo y de la tierra en la danza.

En estos días, celebramos el 115º aniversario de la creación de la Umbanda, religión auténticamente brasileña. El término «Umbanda» procede de Angola y significa «arte de curar». Umbanda sintetiza elementos del candomblé bantú, del espiritismo kardecista y del catolicismo popular y tiene como su base el amor solidario y la búsqueda de la luz.

Por desgracia, aún hoy hay grupos cristianos fundamentalistas que combaten y persiguen à los cultos afrodescendientes y hacen eso en nombre de Jesús.

Según el Evangelio, Jesús dijo que por el fruto se conoce el árbol. Los frutos de las religiones negras han sido preservar las culturas originarias, mantener la unidad de las comunidades y, en nuestros días, dar testimonio a toda la humanidad de una espiritualidad que vincula el amor social con el cuidado afectuoso de la Madre Tierra y de toda la naturaleza.

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