Las metáforas y los viajes en el tiempo

 

 

En Rojo

Algunos oficiantes de la ciencia odian la poesía. Escucharlos me causa un ligero tremor. Nadie que se precie de ser un conocedor de las ciencias debe decir cosas como “no me gusta la poesía” sin sonrojarse.

Quizás el error es pensar que los poemas son un mero andamiaje de metáforas y tener una definición floja del concepto. No voy a sacar a nadie de su error. Solo puedo decir que soy poeta porque una comunidad literaria así lo certificó cuando era joven. Científico nunca he sido aunque me gustan las ciencias como discurso. Tomando eso de haber publicado algunos poemarios como autorización puedo decir que en el lenguaje cotidiano y en el científico las metáforas sirven para ayudar a comprender conceptos abstractos o complejos al relacionarlos con algo más familiar.

Por otro lado, este recurso retórico ayuda a crear imágenes mentales que permiten visualizar asociaciones con algo tangible. De hecho, al utilizar una metáfora, se pueden evitar tecnicismos o lenguaje técnico, lo que facilita la comprensión tanto para expertos como para personas no familiarizadas con el tema.

Además, con ellas se puede generar una conexión emocional con el tema o concepto en cuestión. Por eso, desde pequeño, me acerqué a la física con espíritu poético. ¿Qué son

“ondas de luz»? Esta metáfora se utiliza para describir la propagación de la luz como ondas que se mueven a través del espacio. Ayuda a entender cómo la luz puede comportarse tanto como partícula (fotones) como onda.

Los viajes a Corozal y las películas serie B de ciencia ficción me permitían divagar con algún “campo magnético», metáfora que se usa para representar la influencia invisible que ejerce un imán o una corriente eléctrica sobre otras partículas cargadas.

¿Y qué decir del “efecto invernadero», para explicar cómo ciertos gases en la atmósfera terrestre atrapan el calor del sol y contribuyen al calentamiento global?

Una de mis favoritas es «agujero negro», que es común para describir una región del espacio-tiempo con una gravedad tan intensa que nada, ni siquiera la luz, puede escapar de ella. Ayuda a conceptualizar la deformación del espacio-tiempo causada por la masa de un objeto extremadamente denso.

Pero no se acaba ahí el universo léxico de los agujeros. También están los «agujeros de gusano” que es un modo poético de explicar un agujero en el espacio. He escrito par de cosas en clave de ciencia ficción. Y los agujeros de gusano me sirven porque son como atajos en el espacio que te permiten viajar de un lugar a otro muy rápido. Pero aquí está la parte interesante: también puedes usar los agujeros de gusano para viajar en el tiempo. Puedes ir al pasado o al futuro a través de estos agujeros especiales. Teóricamente.

A ver si desmonto la metáfora: un agujero de gusano se puede describir como un túnel en el espacio-tiempo. Imaginen que el espacio-tiempo es como una sábana estirada y plana. Un agujero de gusano sería como un punto donde la sábana está doblada y conectada en otro lugar. Por eso tardo tanto recogiendo mi cama en las mañanas. Imagino historias de viajes espaciales y viajes en el tiempo mientras la cafetera se desborda.

Lo más interesante de los agujeros de gusano es que podrían permitirnos viajar más rápido que la velocidad de la luz. Normalmente, la velocidad de la luz es la velocidad más rápida a la que algo puede viajar en el espacio.

Claro, los agujeros de gusano son solo teóricos en este momento y no se ha encontrado evidencia de su existencia en la realidad. La teoría fue propuesta por el físico alemán Albert Einstein y el físico austriaco Nathan Rosen en 1935. En un artículo científico, denominado «Bridge-like Behavior of Electromagnetic Wormholes», presentaron la idea de los agujeros de gusano como soluciones a las ecuaciones de la relatividad general de Einstein.

Sin embargo, fue el físico estadounidense John Wheeler quien popularizó el término «agujero de gusano» en la década de 1950. Wheeler fue un defensor influyente de la teoría de la relatividad y realizó importantes contribuciones en el campo de la física teórica, incluyendo la exploración de los agujeros de gusano y su posible conexión con los viajes en el tiempo.

Como lo que leo es literatura descubrí la metáfora a finales del siglo pasado, pensando que era algo nuevo. Pero eso que importa. Si viajo al pasado a través de mi ropa de cama tal vez pueda ser yo el primero en teorizar sobre el asunto.

 

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