Luquillo una historia repetida

 

CLARIDAD

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La historia se repite: un proceso de permisos cuestionable, los que serían los vecinos se enteran cuando llegan las maquinas, ninguna agencia responde a sus preguntas. En fin, se privatiza la playa para residencias de ricos. Ese es el más reciente caso,  el pretendido proyecto en terrenos adyacentes del humedal Punta Bandera, que colinda con el conocido balneario La Monserrate, en Luquillo.

“Lo triste es que eso lo empiezan a hacer calladito. Nosotros nos damos cuenta porque caminamos bien a menudo, vivimos aquí y  primero vimos a una gente midiendo con unos drones y marcando en las palmas. Hemos visto gente entrando, nadie está informado de que va haber una construcción. De momento encontramos en un website que iba a haber una construcción”. Maribel Barba, residente en el sector Mata de Plátano, vecina de Punta Bandera, narró cómo fue que se enteraron del proyecto.

Fabiana Espíndola añadió  que empezaron a darse cuenta de que había movimiento en el terreno a inicios de enero cuando vio a unas personas que llegaron en una guagua y comenzaron a medir  la distancia del mar hasta dentro del terreno. “Eso me llamó la atención. Nunca ha habido ninguna notificación de parte de las agencias de gobierno  a la comunidad sobre el proyecto. Buscamos en  OGP y encontramos que había permisos desde noviembre, pero no está todo el expediente completo”.

Lo que sí encontraron en internet fue el anuncio del proyecto y una foto aérea que muestra la hermosa vista de Punta Bandera, el desarrollo de 13 edificios (208 unidades)  en una extensión de 18.47 acres (1,320 metros)  frente al mar en plena zona marítimo terrestre. Los precios de las unidades comienzan en $1,250,000 y llegan hasta los $3,400,000 y, por supuesto, en el anuncio figura que los compradores tienen el beneficio contributivo de la Ley 22 y otros. El agente de bienes raíces es el multimillonario  Jorge Uribe.  También dice la página que el proyecto tiene todos los permisos aprobados.

El anuncio del proyecto movió a   la joven a  solicitar a la  Oficina de Gerencia y Permisos (OGP)  una copia completa del expediente  y le dijeron que en dos semanas. Pasadas ya dos semanas, al momento de la entrevista con CLARIDAD, todavía no le habían entregado la copia.  “Necesitamos el  expediente completo para saber a ciencia cierta cuáles son los planes que quieren hacer ahí. Tenemos alguna información, pero no está completa. Se supone que es una información pública que todo ciudadano tiene derecho a esa información. Debería ser de una forma simple”.

Fotos: Axel Torres

Estamos hablando de un humedal, en donde existen cuatro tipos de mangle, sirve de área de anidaje del tinglar,  de refugio de aves migratorias y es uno de los lugares donde hay yacimientos arqueológicos de los más importantes estudiados en Puerto Rico. Entre los vecinos entrevistados se encontraba el esposo de Maribel, Francisco Barba, y Jorge Vélez. Jorge Vélez. Estos señalaron que las marejadas ya están entrando al bosque.

Espíndola contó que algunas de las gestiones que han hecho para obtener información sobre el proceso de permisos para el proyecto fue acudir al Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA). Ahí  le pidieron que anotase a mano en un papel cuál era la información que estaba solicitando. La persona, que no se identificó,  le ponchó el papel y Espíndola le tomó una foto con su celular, lo que constituye su única evidencia de su solicitud. A la pregunta de cuáles eran las personas que iban a estar encargadas de hacer la gestión  le contestaron que no sabían.

De los documentos que sí han logrado obtener está una Resolución sobre Reapertura de OGP aprobada el 12 de agosto del 2021, a nombre del dueño del proyecto, Azure Development, el proponente, ingeniero Enrique Blanes Palmer. Según el documento, en las conclusiones de derecho, en el Mapa de Calificación vigente para el municipio de Luquillo los terrenos ubican bajo los distritos calificados como Conservación de Recursos ( CR 79 %) Residencial TurísticoIntermedio (RTI 21 %).

Aquí entra una de las interrogantes en este proceso de permiso. “Es gracioso cómo se puede estar pidiendo prórroga para un permiso  desde el 1999”, se cuestionó Francisco Barba. Detalló que a ese proyecto, ya en el 1999, se le había negado el permiso. En ese momento, el alcalde de entonces y la comunidad se opusieron y lograron detener el proyecto. En el 2008 lo intentaron de nuevo.  “Y ahora con el nuevo Reglamento Conjunto del 2019 y 2020 están tratando de coger esa ventana, y la Junta de Planificación se ha hecho de la vista larga de lo que ha dicho el Tribunal Supremo. Pero aquí hay un problema grande: las razones por las cuales ese proyecto se denegó en el pasado es porque aquí no hay capacidad para agua potable, las playas se están erosionando, la infraestructura no ha  cambiado en nada. Por ese ángulo nada más no da para un proyecto nuevo”.

En el sector residencial de Mata de Plátano hay 700 unidades de vivienda y una sola calle de entrada y salida. El grupo reconoce que los fines de  semana no pueden salir de sus casas porque todos quieren disfrutar de la playa. “Si ponen  700 viviendas más no se va a poder vivir”.

Además de la importancia y valor natural ambiental que tiene el terreno, una construcción de tal magnitud traería problemas de tránsito,  de inundación, de descargue de aguas negras, advirtieron. Ya hay partes donde se descargan las aguas negras, que ahora las desvía el humedal.

En tanto, Espíndola también cuestionó cómo se puede pedir prórroga para un proyecto por 20 años y censuró la postura de la JP respecto al Reglamento Conjunto.

“Ahora viene la agencia y dice  vamos a usarlo eso, es decir, a la población. Mira no hay ley, tú puedes hacer lo que tú quieres si la propia  agencia de gobierno no está siguiendo lo que dice el Supremo de Puerto Rico.    Se supone que todo permiso que se otorgó bajo ese RC se puede impugnar, por eso es tan importante para nosotros tener todo el expediente, porque no sabemos  bajo qué reglamento se dio el permiso. Queremos hacer las cosas en ley, pero no tenemos a quién tocar en la puerta. Estamos viendo las cosas pasar, si no tenemos los papeles legales en nuestras manos es frustrante ver el tiempo pasar, esperando el expediente; nosotros esperando y el desarrollador está ahí dentro tomando las medidas, haciendo lo que ellos quieren  hacer, rápido”.

 

 

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