Casi cada detalle que sabemos, entendemos, estudiamos sobre la energía creativa e intelectual de la expresión artística y literaria nuyorquina –“Nuyorican”— se relaciona con las décadas post-Operation Bootstrap, post-Manos a la Obra (fíjense un momento en la diferencia entre los dos términos que nombran el mismo proyecto: uno de ayuda y el otro de gestión). Seguramente, ese proyecto no es el comienzo del tránsito puertorriqueño entre la isla y Nueva York (y los Estados Unidos en general). Podemos citar el movimiento de activistas revolucionarios como Ramón Emeterio Betances y Eugenio María de Hostos en el siglo 19, Bernardo Vega al principio de siglo 20, Fernando Sierra Berdecía, autor de la obra teatral Esta noche juega el Jóker (1938; que se ubica su acción en Nueva York), de Jesús Colón, de José Luis González, Pedro Juan Soto, etc. Pero realmente no hay comienzo como tal, porque el tránsito inter-isleño y entre Borikén y los continentes al sur y al norte de ello empezó antes de la llegada de Colón y con poblaciones y culturas antes de la llegada de los llamados Tainos y Caribes.
Pero provisionalmente, podemos empezar la “mirada atrás” con La carreta (1952-53; montada por primera vez en Nueva York y entonces en Puerto Rico) de René Marqués. La obra es piedra angular de la literatura nacional y documenta el tránsito del campo a los arrabales de San Juan y finalmente al “Urbe”, “Noo Yall”. Es mi comienzo porque también allí mismo mejor se documenta la añoranza, el deseo de regresar. Luis muere en la fábrica que tanto amó y Juanita se agarra de su pequeña carreta de regalo para decir que ella y doña Gabriela llevarán su cuerpo a Puerto Rico para entonces encontrarse con su hermanito Chaguito, reunirse con su novio de infancia Miguel y vivir en su finca perdida en el campo. Volver, volver, volver; la finca, la vaca y la mujer (en este caso el novio.)
La nostalgia de volver –la añoranza— emerge de manera casi universal a través de la diáspora caribeña: de las generaciones post-Windrush de las islas anglófonas como Jamaica, Trinidad y Barbados, de Martinica, Guadalupe y la Guyana Francesa, de Aruba, Bonaire y Curaçao, de Haití y la República Dominicana y de Cuba. Pero son los poetas “Nuyorican” como Miguel Piñero, Tato Laviera y especialmente Pedro Pietri que miran atrás con más perspicacia y aún más con un sentido agudo de ironía. En los años 1990, Pietri adaptó la más conocida canción de nostalgia, En mi Viejo San Juan de Noel Estrada como Viejo San Juan in Spanglish:
(cantando)
In my Viejo San Juan
They raise de price of pan
So I fly to Manhattan
It was there that I swear
Everyone took Welfare
Especially de Latins!
To El Barrio I went
In pursuit of low rent
In an five room apartment
Where my neighbors will be
Puerto Ricans like me
Dressed in tropical garments
I know,
I know, I know
I’ll miss Puerto Rico
(land of de Palm trees)
And so,
And so and so
I’ll live in El Barrio’s
(Latin Community)
And whennnnnnnn
When I hit de numbers
I’ll return to San Juan
Afford de price of pan
Until my life is done
(Island blessed by the sun
Here I come Here I come
Donde my roots are from)
Pedro Pietri (1944-2004) es el mejor conocido de los poetas llamados “Nuyorican”. Escribe en inglés entrecortado por español –Spanglish— la mezcla callejera común de las comunidades puertorriqueñas y latinas de las ciudades norestes de Estados Unidos. Vamos a oír el sentido de salsa, de ritmos de Jazz latino, la letra de plenas y de bomba en sus versos en la creación de imágenes táctiles, de textura cotidiana y a la vez multi-niveladas y multi-dimensionales en su famoso poema de 1973, Puerto Rican Obituary:
(Video de Pietri leyendo)
They worked
They were always on time
They were never late
They never spoke back
when they were insulted
They worked
They never took days off
that were not on the calendar
They never went on strike
without permission
They worked
ten days a week
and were only paid for five
They worked
They worked
They worked
and they died
They died broke
They died owing
They died never knowing
what the front entrance
of the first national city bank looks like
. . . .
Juan
Miguel
Milagros
Olga
Manuel
From the nervous breakdown streets
where the mice live like millionaires
and the people do not live at all
are dead and were never alive
Hay tiempo para “visit sister López again, the number one healer and fortune card dealler in Spanish Harlem”, jugar la bolita y esperar “for the welfare check to come and go and come again” o para “[your]supervisor to drop dead so [you] could get a promotion” y para trabajar:
As lavaplatos porters messenger boys
Factory workers maids stock clerks
Shipping clerks assistant mailroom
Assistant, assistant assistant
To the assistant’s assistant
Assistant lavaplatos and automatic
Artificial smiling doormen
Y para soñar los sueños falsos de movilidad social:
Dreaming about Queens
Clean-cut Lily-white neighborhood
Puerto Ricanless scene
Thirty-thousand-dollar home
The first spics on the block
Proud to belong to a community
Of gringos who want them lynched
Proud to be a long distance away
from the sacred phrase: Que Pasa
. . . .
They knew
They were born to weep
And keep the morticians employed
As long as they pledge allegiance
To the flag that wants them destroyed
. . . .
Juan
Miguel
Milagros
Olga
Manuel
All died yesterday today
And will die again tomorrow
Hating, fighting and stealing
broken windows from each other
Fuerte, vibrante, dinámica, una poesía de protesta: anti-colonial, anti-establecimiento y todavía con un sentido de auto-reflexión (también es mucho más que eso). Además, está escrita desde allá, la calle, desde el punto de vista de El Barrio y no de los pasillos de la Universidad de Puerto Rico o el Ateneo Puertorriqueño o las escuelas graduadas de NYU o CUNY. El poema Kafka-esco “Suicide Note from a Cockroach in a Low Income Housing Project” sigue con ese tono de compenetración socio-lingüística y cultural local por el punto de visto de una cucaracha –el nivel más bajo– que pueda ser también compartido por el inmigrante inconforme con su estatus cambiado:
. . . .
I want to be
A million miles away from humanity
With their vanity and profanity
And insanity preachers preaching survival
For them and to hell with everybody else
Who cannot read the new york times
Drink good booze have the wall street blues
Hate discriminate castigate castrate
Liquidate assassinate and instigate air pollution
Oppose revolutions that will put a conclusion
To confusion and welcome positive solutions
End false illusions of the beginning of time
I want to be a million miles away
From nickels and dimes and quarters
And dollars White collars, bright collars
Blue collars go screw yourself collars
Millionaires carfares welfares nightmares
And all of that neurotic, psychotic idiotic
Chaotic air of despair found everywhere
If I have to sin to make this wish come true
I will start by saying: our father
Who art in heaven FUCK YOU!
Ya estamos lejos de la “mirada atrás”, el deseo de volver, el sueño de la finca, la vaca y la mujer; lejos de La carreta. Estamos dentro de la pesadilla de la clase baja inmigrante que no puede volver pero a la vez que ha cambiado de manera significativa la vida y cultura de la ciudad donde va a seguir viviendo, trabajando y muriendo.
Sin embargo, la a veces criticada última sección de “Puerto Rican Obituary” parece como pura nostalgia:
. . . .
Here lies Juan
Here lies Miguel
Here lies Milagros
Here lies Olga
Here lies Manuel
Who died yesterday today
And will die again tomorrow
Always broke
Always owing
Never knowing
That they are beautiful people
Never knowing
The geography of their complexion
PUERTO RICO IS A BEAUTIFUL PLACE
PUERTORRIQUEÑOS ARE A BEAUTIFUL RACE
If only they
Had turned off the television
And tune into their own imaginations
If only they
Had used the White supremacy bibles
For toilet paper purpose
And made their latino souls
The only religion of their race
If only they
Had return to the definition of the sun
After the first mental snowstorm
On the summer of their senses
If only they
had kept their eyes open
at the funerals of their fellow employees
who came to this country to make a fortune
and were buried without underwears
Juan
Miguel
Milagros
Olga
Manuel
Will right now be doing their own thing
Where beautiful people sign
And dance and work together
Where the wind is no stranger
To miserable weather conditions
Where you do not need a dictionary
To communicate with your people
Aquí Se Habla Español all the time
Aquí you salute your flag first
Aquí there are no Dial soap commercials
Aquí everybody smells good
Aquí tv dinners do not have a future
Aquí the men and women admire desire
And never get tired of each other
Aquí Que Pasa Power is what’s happening
Aquí to be called negrito
Means to be called LOVE
Pero, ¿dónde está “aquí”? ¿Puerto Rico? Un Puerto Rico colonizado, americanizado, endeudado, mediatizado, endrogado, consumista, dependiente; un Puerto Rico de éxodo que cada día pierde más y más de su población, que sufre cada día más de la corrupción e incompetencia oficial del gobierno y la Junta de Control Fiscal. Y seguro, después de María esta situación se ha empeorado.
El punto que hace, sin embargo, no es nostálgico ni es la recreación imaginaria de una utopía de infancia perdida sino, primero, la necesidad de sobrevivencia, no importa el costo, como puertorriqueños, cambiando su nuevo ambiente más que cambiado por ello. Eso quiere decir reconocer y retener viva la noción de una identidad y nación compartida, a pesar de la distancia y las diferencias, tanto allá como acá. Segundo, son instrucciones de vida tanto para nosotros acá como para los puertorriqueños de allá de cómo vivir sin perderse en un sueño que no es lo suyo, que milita hacia la destrucción en vez de la sobrevivencia –son instrucciones que a veces necesitamos más los que vivimos aquí que los que sobreviven allá. El mensaje para ambas orillas recibe refuerzo veinte años después de “Puerto Rican Obituary” en “Viejo San Juan in English”:
(cantando)
De hard times were plenty
De pockets stayed empty
But the soul nunca dyyyyed
And junto we survived
And danced after we cried
Defending our pride
. . . .
Las Botánicas saved
Us from an early grave
All aspirins did was kill you
Muchas gracias Chango
La plena y el mambo
For coming to the rescue!
Some did assimilate
In de United States
They got rid of de accent
Tho whenever they spoke
You knew who were their folks
That will always unmask them!
But de majority
Kept their identity
Never did lose de accent!
They were proud not ashame
Of their Boricua names
If you don’t believe ask them
. . . .
I know
I know I know
I am being followed
(By my destiny)
And so
And so and so
I will not be swallowed
(By inferiority)
And whennnnnnnn
De plane take off again
I know that there will be
No return trips for me
Back to New York City
(Island blessed by the sun
Here I come Here I come
Donde my roots are from)
And wih my family
We’ll struggle and believe
That one day we’ll be free!
Empecé por decir que “casi cada detalle que sabemos, entendemos, estudiamos sobre la energía creativa e intelectual de la expresión artística y literaria nuyorquina –“Nuyorican”— se relaciona con las décadas post-Operation Bootstrap”, pero desde más o menos 2006 ha comenzado un nuevo drenaje de Puerto Rico, una succión del norte lleva puertorriqueños, no para ser parte de un “reserve industrial army” o de “equipos de cuido y de limpieza doméstica e institucional” sino como “profesionales” educados acá para dar servicios allá. Y ¿cómo educados acá para allá? ¿Ya podemos ver a Puerto Rico como una fábrica educativa que prepara sus estudiantes para suplir las necesidades afuera antes de dar servicio aquí? En vez de generar una nueva economía local, tenemos a Puerto Rico como una incubadora para preparar sus nuevas crianzas y así mandar a cumplir con necesidades en los Estados Unidos. Esto ha sido la lección o revelación, tal vez, más grande de la vida post-María en Puerto Rico: hemos preparado nuevas generaciones no tanto para participar y ayudar en la recuperación acá sino para irse. Y esta vez, ¿habrá la añoranza, esa “mirada atrás” o la ola de creatividad de las generaciones anteriores como la que nos muestra los poetas “nuyorican” como Pedro Pietri?
NOTAS
1 Una conferencia presentada en la UPR-Bayamón el 24 de abril de 2018.