Población penal en huelga en Estados Unidos

Mientras el gobierno de Puerto Rico continúa con su política de Out State, de trasladar a presos desde las cárceles de Puerto Rico a cárceles privadas en Estados Unidos, el martes 21 de agosto se inició una huelga de confinados en más de 17 estados, la cual esperan sostener hasta el 9 de septiembre.

Bajo las consignas de “Somos seres humanos” y “Fin a la esclavitud Moderna”, las razones que generan la huelga representan una contradicción con la imagen que ha pretendido presentar el gobierno de Ricardo Rosselló Nevares y su administrador de la Administración de Correcciones (AC) Erick Rolón Suárez de que los presos puertorriqueños estarán mejor atendidos en instituciones carcelarias privadas en Estados Unidos.

El movimiento es dirigido y dado a conocer mediante las iniciativas Jailhouse Lawyers Speak (JLS) y Swai Mi.org. “Fundamentalmente, es un problema de derechos humanos. Los prisioneros entienden que están siendo tratados como animales. Las prisiones en América son una zona de guerra. Todos los días se daña [se hace daño] a los presos debido a las condiciones de confinamiento. Para algunos de nosotros es como si ya estuviéramos muertos, entonces, ¿qué tenemos que perder?”, lee una declaración firmada por JLS en su página WEB. Según denunciaron, más de 800 mil presos en Estados Unidos trabajan en las cárceles con salarios miserables, a menos de cuatro centavos la hora, por lo que demandan poner fin a esta situación. Las demandas incluyen además que se mejoren las condiciones de vida en las cárceles, se ponga fin a la cadena perpetua sin derecho a libertad condicional, mayor financiación para servicios de rehabilitación y el fin a la privación del derecho al voto de unos 6 millones de estadounidenses que tienen delitos graves.

El mismo martes que comenzó la huelga, el JLS dejó saber en su página web que había recibido correspondencia de apoyo de prisioneros de todo el país, incluyendo de presos que supervisan al esclavo industrial de los complejos carcelarios, a pesar de que las autoridades federales y estatales ya estaban en alerta máxima en todo el país, en una represión preventiva, con tácticas amenazantes.

“Los prisioneros entienden que están siendo tratados como animales. Sabemos que nuestras condiciones están causando daños físicos y muertes, que podrían evitarse si a los responsables de las políticas penitenciarias realmente les importara un comino. Las prisiones en América son una zona de guerra. Todos los días se daña a los presos debido a las condiciones de confinamiento. Para algunos de nosotros es como si ya fuéramos a estar muertos”, lee parte de la declaración. Incluso reconocen que no esperan que su huelga sea cubierta por los principales medios de comunicación del país y que la única vez que lo harán será cuando el levantamiento esté en pleno desarrollo más allá del control de las autoridades y, en ese momento, lo etiquetarán como un disturbio.

Los confinados que dirigen el movimiento exhortaron en su comunicado a los otros presos a detener la violencia entre ellos, “sin importar raza, clase o etiqueta, somos uno”. A su vez exhortaron al resto de la sociedad a que les respalden. “¡Nosotros somos humanos! En nombre de los presos en todo el país, agradecemos a todos los partidarios que hacen que nuestras voces sean escuchadas a través de sus acciones de solidaridad. Mantente alerta, te necesitaremos más que nunca durante la huelga.”, cierra el mensaje de los confinados.

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