Excelentes documentales puertorriqueños: Vietnam, Puerto Rico y La cultura de la ignorancia

Conversando con el cineasta Monchy Almodóvar de un proyecto que nos requiere revisitar el cine puertorriqueño desde sus comienzos hasta el presente ambos estuvimos de acuerdo de la excelente producción de documentales en esta década y sorprendentemente en los últimos dos años. Pensemos tan solo en los más recientes que han tenido acceso a los cines de Fine Arts: 1950 La insurrección nacionalista de José Manuel Dávila Marichal y Nuyorican Básquet de César Torres y Ricardo Olivero Lara, y anteriormente dos de los mejores ecodocumentales en manos de Sonia Fritz: 15 Faros y Mona, tesoro del Caribe. A este caudal se suman Vietnam, Puerto Rico de Gabriel Miranda y La cultura de la ignorancia de Francisco “Paco” Vázquez.

Tanto Vietnam, Puerto Rico como La cultura de la ignorancia son proyectos personalizados ya que tanto Miranda como Vázquez dirigen, escriben y producen su documental lo que les da el control que necesitan para presentar su temática en el estilo que escojan. Son proyectos que pudieron tardar de dos a cuatro años con fondos (“crowdfunding”) que consiguieron poco a poco y sin ataduras. Esto les da una gran libertad para decir y hacer lo que quieran. Por eso pueden abiertamente culpabilizar a los políticos de turno —que la mayoría de las veces llevan años en su poltrona política— criticar sus acciones y favorecer una solución en particular.

Vietnam, Puerto Rico, para los que no conocen este sector geográfico, puede dar la impresión que se trata de historias de veteranos y opositores de esa guerra de reclutamiento obligatorio. Lo que descubrimos de inmediato es que la historia gira alrededor de los todavía residentes de la barriada Vietnam en un sector colindante con los manglares de Cataño y Guaynabo. Y aunque desde el principio conocemos a algunos de sus residentes quienes ellos o sus padres llevan ahí desde el rescate de estos terrenos que se hizo en la década de 1950, la lucha que los une es el empeño del alcalde de Guaynabo de expropiarlos para dar paso a su proyecto “The Guaynabo City Waterfront”. Siempre hemos conocido a Héctor O’Neill como un adversario confrontacional que a través de sus 24 años en la alcaldía ha hecho y deshecho lo que le viene en gana. Gracias a que una mujer no se dejó amedrentar y lo denunció como agresor sexual, O’Neill tuvo que renunciar en junio pasado y será enjuiciado próximamente.

Cualquier puertorriqueño pobre que tenga una pequeña vivienda cerca del mar, rio, bahía, playa o mangle están en peligro de que los especuladores descubran el lugar y decidan desarrollarlo para el uso y disfrute de los adinerados. A pesar de que los residentes de Vietnam tienen su título de propiedad y de que su sector es protegido por la Ley de Comunidades Especiales creada bajo la gobernación de Sila Calderón, los jueces, alcaldes, legisladores pueden engañar, amedrentar, amenazar abiertamente y cambiar las leyes para que ellos sean los favorecidos. Y eso es precisamente lo que sucede aquí. Por eso de las casi 900 familias que una vez habitaron Vietnam, ahora quedan 200 entre casas destruidas, escombros que nadie recoge, utilidades y caminos que no reparan y el continuo acoso de las autoridades municipales y estatales.

El director ha escogido un impresionante grupo de abogados, planificadores, sociólogos, economistas (Lilliana Cotto, Linda Colón, Argeo Quiñones) para contextualizar las luchas de comunidades como Vietnam. Traza de manera clara y precisa la secuencia del caso jurídico, las consecuencias del traslado de los residentes de esta y otras barriadas y el sentido de comunidad de vecinos y familiares.

La cultura de la ignorancia aborda los temas que están presentes en la discusión de Puerto Rico como colonia de los Estados Unidos con una deuda al parecer insuperable en documentales anteriores como Bancarrota de José Umpierre, Jurakán: Nación en Resistencia de Gonzalo Mazzini y Puerto Rico: The Last Colony de Juan Agustín Martínez. En este caso, Vázquez va más allá al explorar lo que él llama “la cultura de la ignorancia” lo que hace que los votantes de Puerto Rico sigan fieles al mismo partido, reelijan a los gobernantes, legisladores y alcaldes que no cumplen con sus promesas electorales, que no cuestionen las causas y razones por las que estamos en esta situación económica, y vayan en busca de otras alternativas que no sean la estadidad o el status presente.

Vázquez es contundente en cuanto a quiénes son los responsables de la deuda—no solamente nombra a cada uno de los gobernantes comenzando con Rafael Hernández Colón sino que además identifica las cantidades que cada uno le debe al pueblo de Puerto Rico. También identifica a los miembros de la Junta Fiscal Promesa con nombre, apellido y lazos fraternales, políticos y económicos con los gobiernos de Rosselló y Fortuño. En otras palabras, comienza el proceso de auditoría de la deuda que tanto hemos pedido. También incluye excelentes intervenciones del economista José Alameda, Alejandro Torres, Manuel Cidre, Aleida Centeno del Partido Nacionalista y el mejor testigo y locutor de nuestros tiempos: Rafael Cancel Miranda.

Tanto Vietnam, Puerto Rico como La cultura de la ignorancia y los antes mencionados documentales son ejemplos del desarrollo de este género en Puerto Rico pero además, por su enfoque, temática y estilo, motivan a iniciar discusiones para que nunca nos conformemos y siempre demos la batalla.

Artículo anteriorEl abaratamiento no es la clave para el traslado de confinados fuera del país
Artículo siguienteJuan en el pensamiento, Juan presente