­­­­­­­¿Por qué y para qué conmemoramos este 8 de marzo?

 

Este 8 de marzo, Dia Internacional de las Mujeres, conmemoramos las diferentes gestas para la consecución y reconocimiento de nuestros derechos humanos, a través de la historia. La cronología es larga pero recordamos algunos de esos momentos. Recordamos a las trabajadoras de las fábricas de textiles de Nueva York y Chicago que en 1857 protestaron por las condiciones infrahumanas en que trabajaban. Fallecieron 127 mujeres cuando la policía disparó tratando de dispersar la manifestación.  Recordamos que en 1910 en la Conferencia de la Internacional Socialista, Clara Zetkin propuso la designación del Dia internacional de las mujeres trabajadoras exigiendo reducción en el horario laboral, eliminar el hacinamiento y el trabajo infantil en las fábricas. Recordamos que en 1911 se produjo un incendio en el Triangle Shirtwaist de Nueva York por el cual perdieron la vida un centenar de trabajadoras que quedaron atrapadas al no poder abandonar el edificio. Recordamos que en Puerto Rico, también en diferentes épocas, las obreras lucharon por mejorar sus condiciones de trabajo y que se unieron a otras mujeres en pro del sufragio femenino. Durante la Segunda Ola del feminismo, el Frente Femenino del Partido Independentista Puertorriqueño (PIP)-1972- y la organización feminista Mujer Intégrate Ahora (MIA)-1974-, fueron de las primeras organizaciones en conmemorar el Dia Internacional de las Mujeres. Además, en 1976 la Asamblea Legislativa aprobó la Ley 102 para denominar el 8 de marzo de cada año como el Día Internacional de la Mujer. La Organización Puertorriqueña de la Mujer Trabajadora (OPMT) y las otras organizaciones feministas, desde su fundación, también lo conmemoran anualmente.  La Coalición 8 de Marzo ha estado a cargo de la coordinación del evento en tiempos más recientes.

En fin, cada 8 de marzo nos reunimos con el fin de rememorar tan importantes sucesos históricos y también con el interés de sensibilizar sobre las desigualdades que todavía sufrimos las mujeres social, económica, política y culturalmente.  Además, este día nos invita a reflexionar sobre los logros y los retos a enfrentar en los años venideros.  Es por eso que celebramos foros, jornadas, marchas, conferencias y un sinfín de actividades artísticas. Las feministas de todos los géneros somos como juglares llevando preocupaciones, perspectivas, ideas, tácticas y estrategias allí donde sea necesario para adelantar nuestros derechos.

Este 2023 conmemoramos el 8 de marzo bajo el lema: Justicia de las mujeres es justicia verde.  La fecha toma especial significado en un Puerto Rico donde inversionistas y desarrolladores impunemente, y en muchos casos en contubernio con el Estado, violan las leyes ambientales. Los daños a los recursos naturales y a las personas se ven, por ejemplo, en la contaminación del agua, del aire, del terreno, del subsuelo y en el desplazamiento de nuestras comunidades más pobres.

Las lideresas comunitarias puertorriqueñas en diversas ocasiones se han levantado reclamando justicia ambiental y ecológica. El estado y sus gobernantes deben entender que la incorporación de mujeres y de la perspectiva de género a sus proyectos contribuye a evaluar soluciones diferentes para los problemas ambientales y también para los que son particulares de las mujeres y sus familias.  Al abordar los problemas comunitarios, ambientales y ecológicos de esta forma, no solo se nutren del liderazgo de las mujeres, sino también de su experiencia en la gestión para proteger los recursos naturales.

La justicia verde también se relaciona  con el derecho a la despenalización del aborto y a tener acceso a la terminación de un embarazo de forma segura, salvando así la vida de las mujeres. Las luchas a favor de tomar las decisiones sobre nuestros cuerpos se distinguen por el uso de un pañuelo verde. Una mujer que desea finalizar un embarazo tiene derecho a estar informada sobre cuál es el procedimiento que se le practicará, a conocer los riesgos que enfrenta, a que se le garantice la confidencialidad del proceso y a conocer los derechos que la protegen.

En el Puerto Rico contemporáneo personas y grupos extremadamente conservadores, con lenguaje seudocientífico y promoviendo sentimientos de culpa, están tratando desde la Legislatura de violentar el derecho que nos asiste a tener autonomía sobre nuestros cuerpos y nuestra salud. Contrario a su premisa, aquí no existe un problema o una crisis relacionada con las terminaciones de embarazo. Como parte de la “Marea Verde” que integramos junto a muchas otras organizaciones, resistiremos el intento de arrebatarnos las conquistas que hemos reivindicado, entre las que destaca tomar las decisiones sobre nuestra salud sexual y reproductiva.

La Organización de las Naciones Unidas (ONU) conmemora el 8 de marzo de 2023 con el lema: Por un Mundo Digital Inclusivo: Innovación y Tecnología por la igualdad de Género. Las mujeres y las feministas tenemos que continuar luchando porque la tecnología contribuya a transformar nuestras vidas y nuestro entorno ecológico. Para ello, necesitamos tener acceso, no solo a la tecnología, sino también a la educación digital. En Puerto Rico el último lustro demuestra lo atrasado que estamos en la inclusión de mujeres y niñas en el mundo digital. Luego de los huracanes Irma y María (2017), de los terremotos en el área sur y de la Pandemia del Covid-19  (2020) quedó claramente demostrada la brecha digital existente y como ésta afecta desde las niñas y niños en edad escolar hasta la juventud universitaria.  También a la población con índices de pobreza más bajos, la cual está compuesta principalmente por mujeres. Por lo tanto, en la OPMT nos unimos al reclamo de la ONU desde donde se “homenajeará a las activistas y organizaciones que luchan por una tecnología y educación transformadoras para mujeres y niñas, explorará los efectos de la brecha digital de género en el crecimiento de las desigualdades sociales y económicas, pondrá de relieve la importancia de proteger sus derechos en los espacios digitales y abordará la violencia de género en línea.”

Nosotras entendemos que en el debate y planes del país que queremos y anhelamos se debe incluir la equidad, la diversidad y todos los géneros. Las mujeres feministas reclamamos nuestra presencia en el desarrollo de dichos planes para garantizar que tengan la transversalidad e interseccionalidad de género. Deseamos reconocer que, hoy como ayer, nos hemos inspirado en las gestas históricas de mujeres puertorriqueñas y de otras latitudes que han luchado y luchan por la equidad, la justicia social, la paz y los derechos humanos. Nos comprometemos con  las demandas del movimiento feminista y de la comunidad LGBTQI+ en el ámbito nacional e internacional.  Esas miradas potencian nuestras posturas, nos ayudan a entender la situación particular de nuestro amado Puerto Rico y contribuye a nuestra solidaridad con las luchas de otras mujeres.

En la Organización Puertorriqueña de la Mujer Trabajadora (OPMT) destacamos el carácter plural del movimiento feminista y continuaremos analizando con perspectiva de género, transversal e interseccional los temas más candentes en el Puerto Rico actual. Por ejemplo: la pobreza, la situación energética, la sostenibilidad alimentaria, la corrupción gubernamental, la salud, el cuido, la educación, la vivienda, el desplazamiento de las comunidades pobres, los derechos reproductivos, la discriminación racial, la exclusión social, la violencia hacia la comunidad LGBTIQ+, la protección del ambiente y los recursos naturales y cualquier otro que surja durante el presente año. Algunos de estos temas los abordamos en la edición de Mujeres en Marcha. Quisiéramos también analizar el tema de cuidar y cuidarnos tomando en consideración los tiempos convulsos en que vivimos y lo duras que son y se perfilan nuestras luchas.  No queremos llegar al desgaste o agotamiento (burnout) físico y mental que puede surgir de las luchas cotidianas en una sociedad con tantos frentes abiertos y donde diariamente debemos enfrentar a quienes pretenden debilitar nuestras organizaciones y el movimiento feminista.

Las feministas unidas y llevando a cabo acciones conjuntas podemos evitar el retroceso que pretenden dar a nuestros derechos humanos los sectores conservadores de la sociedad. En la OPMT tenemos el firme compromiso de, junto a otras mujeres y la comunidad LGBTIQ+ puertorriqueña y de otros países, continuar luchando en los movimientos feministas, anticolonialistas, antimperialistas, antirracistas, de la clase trabajadora, estudiantiles, de la academia, ecologistas, pacifistas. En fin, en todo movimiento que contribuya a lograr un mundo cada vez más democrático, libre, inclusivo, diverso, con justicia, paz y desarrollo para todas, todos y todes.

 

Reproducido de la boletina Mujeres en Marcha, órgano informativo de la OPMT.

 

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