Sin explicación la demora de los fondos legislativos para las ONG

 

 

CLARIDAD

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A seis meses de haberse aprobado en el presupuesto del país, con una asignación de apenas $20 millones para distribuir entre más de un centenar de organizaciones sin fines de lucro y a dos semanas de que termine la presente sesión, todavía la Legislatura parece estar debatiendo cuál va a ser  la asignación a cada organización.

María de Lourdes Ortiz, directora ejecutiva del Movimiento Una Sola Voz (MUSV), informó a CLARIDAD que la Legislatura no les ha dado ninguna explicación concreta para la demora. “Lo único que nos han dicho es que estas son dinámicas que usualmente se dan dentro de la Legislatura”. Además de por la falta de una explicación, lamentó que en esta ocasión tampoco se haya hecho pública la lista de organizaciones con sus asignaciones, cosa que se suele hacer ya para agosto o, como tarde, septiembre.

La importancia de la lista es que una organización pueda saber si efectivamente entró en ese registro y cuánto podría ser la asignación, lo que permite ir haciendo los ajustes que necesite. La última información que recibieron —al momento de la entrevista con este medio— fue una llamada en la que les dijeron que ya habían hecho las asignaciones, habían cuadrado los números y que la resolución estaba en el escritorio del presidente del Senado, quien en esos momentos se encontraba  fuera de Puerto Rico.

En cuanto a la cantidad asignada, la directora ejecutiva del MSUV explicó que $20 millones no son suficientes y que mientras la cifra no ha cambiado en los últimos siete años ven que cada año son más las organizaciones que solicitan los fondos legislativos. Este año la Comisión Conjunta de Fondos Legislativos les informó que recibieron cerca de 900 solicitudes de ONG y, de esas, entre 500 a 600 cualificaban para recibir fondos.  Agregó que cuando se suma las cantidades de dinero que las organizaciones solicitaron, ascienden a  $90 millones. Pero según alegan algunos legisladores, ellos han hecho las gestiones para aumentar la cantidad, y es la Junta de Control Fiscal  quien no ha dado luz verde a ese aumento. Aclaró que eso no les consta de manera directa, sino que es algo que  le comentó  la directora de la Comisión.

Además de la demora en informar qué organizaciones han recibido alguna asignación, Ortiz denunció que este año a las organizaciones tampoco se les ha permitido poder llevar a cabo procesos de abogacía. Describió que el proceso de abogacía se fundamenta “más que nada, pensando en el servicio que ofrece esa organización y en el impacto que podría tener si la organización no recibiera los fondos o sufriera una disminución”.

Debido al número de solicitantes y la cantidad asignada, lo más probable es que las organizaciones reciban una disminución. Un estudio del MUSV de los últimos 10 años, de cómo han sido las asignaciones año tras año, ha reflejado  que las asignaciones se han reducido casi en un 60 %. Es difícil saber en qué tipo de organizaciones se ve la disminución y no les queda 100 %  claro cómo es que los cuerpos legislativos hacen la distribución. “Sabemos que cada cuerpo  otorga $10 millones, y ahí están los $20 millones, pero cuál es la fórmula para decidir cuánto se le  otorga a una organización y por qué, la verdad es que nunca se nos ha explicado”.

En entrevista por separado, el director ejecutivo de la Fondita de Jesús, Josué Maysonet, denunció que en los últimos años la Legislatura se ha demorado aun más en asignar esos dineros.“El año fiscal se supone que comience en julio y termina en junio del otro año. En los últimos años ha sido costumbre que esa asignación se  trabaja de cinco a seis meses en atrasos, lo que crea la incertidumbre para los que trabajamos de manera directa con las poblaciones más vulnerables en Puerto Rico de que los servicios se vean impactados”.

El director ejecutivo de la Fondita de Jesús atribuyó la demora a que “lamentablemente no se ponen de acuerdo cada representante. Cada legislador está utilizando, diría yo, el dinero que cada rama tiene para propósitos políticos. Trabajan un borrador determinado, representante o senador, de lo que menos prometió el otro. Se ha convertido en un juego de lado y lado por razones políticas. Se escucha feo, pero de cierta manera están comprando votos. Lamentable, se han convertido estos fondos en una estrategia política para beneficios de los legisladores y no para beneficio del país y de la gente que lo necesita”.

Defendió que cada dólar que las organizaciones sin fines de lucro reciben equivale a 7 que recibe el Estado, además de que los $20 millones no representan ni un 1 % del presupuesto del país. “Se hace mucho más de lo que representa, en cuanto a muchas vidas, para que se esté dilatando un proceso”.

Entre las ONG que reciben fondos legislativos, hay toda gama de servicios de salud, educativos, sociales, culturales, alimentarios, de ayuda a víctimas del crimen y otros.

Una de las organizaciones culturales que alzó su voz  es el Museo de las Américas. La directora ejecutiva, María Ángela López Vilella, aclaró de entrada que el Museo es una institución autónoma sin fines de lucro, fundado hace 32 años por don Ricardo Alegría. Esta argumentó que sobre el donativo legislativo la gente tiene que entender que la organización se somete a un proceso de propuesta y hay que cumplir con muchísimos requisitos, como estar al día con el Departamento de Hacienda, presentar cada año un  plan de trabajo de para qué se van a utilizar los fondos. En el caso del Museo, dijo, se utiliza para cubrir muchos de los servicios a la comunidad.

La directora ejecutiva del MA, que es miembro del MUSV, describió los inconvenientes que conlleva el retraso de las asignaciones. “Estamos hablando de seis meses y medio, casi siete meses. Uno se retrasa y llega el momento en que programas que se supone duren un año los tienes que ofrecer en ocho meses porque te dan una extensión, pero tiene que hacerse eso de manera atropellada. Eso no es sano ni es una política sana llevar esos servicios así”.

En torno a las organizaciones culturales, López Vilella manifestó que  “trabajamos contra viento y marea, y la cultura la ven como que no paga, pero nosotros somos parte del ciclo económico del país, nosotros generamos  muchos empleos en el sector cultural. No es meramente poner un cuadro en un salón, eso hay que defenderlo año tras año. La preocupación es que los fondos no los dilaten más. Hay una urgencia en recibirlos. Yo lo que solicito es que le den un poco mas de importancia a esto. Todos los años ocurre la misma situación, hay que ir a rogar por los fondos, que no los recorten, defenderlos, luchar por ellos. ¡Ese dinero está aprobado desde  junio!”

 

 

 

 

 

 

 

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