Una serie final que cumplió con las expectativas

La temporada de Baloncesto Superior Nacional que concluyó el pasado miércoles 8 de agosto ha sido, sin duda, una de las más exitosas de los últimos años. El hecho de que los equipos defendieran sus canchas locales y la intensidad con la que se jugó, dejó un buen sabor entre la fanaticada del “basket” boricua. Daba gusto ver las canchas llenas tepe a tepe, pese a la crisis económica que arropa al país.

Las rivalidades de área, un factor importante

Uno de los factores principales que crea emoción en el deporte son las rivalidades entre dos equipos de la misma región. Durante los últimos años, la rivalidad entre Quebradillas y Arecibo en baloncesto se ha vuelto una comparable con la que existió por muchos años entre Santurce y San Juan en el béisbol o, en voleibol, el llamado “duelo de la montaña” entre San Sebastián y Naranjito.

Vital Holloway y la experiencia del banco

La llegada de Terell Holloway al principio de la postemporada pareció ser el catalítico para redondear el equipo de Quebradillas, que pese a contar con una extraordinaria temporada de Mike Rosario, tuvo momentos de inconsistencia en la temporada regular ante la falta de un armador bonafide. Aún así, fue vital que se adueñaran de la tercera posición en el “standing” global pues eso les permitió empezar la serie contra Arecibo en su cancha, el Coliseo Raymond Dalmau, donde ganaron diez de los once juegos que se celebraron en la postemporada y donde Holloway era mucho más efectivo que en la carretera.

Por otro lado, fue beneficioso el hecho de que los Piratas contaran con un banco con experiencia campeonil. Ante la lesión de Rosario a principios de la postemporada, el poder insertar a un ex jugador de la selección nacional al cuadro regular como lo es Javier Mojica, fue vital. Cuando Rosario se recuperó de su lesión, en lugar de volver al cuadro regular, aceptó venir del banco, dejando a Mojica lucirse en su posición. Rosario, junto a jugadores como Jonathan García (quien siempre ha sido un tirador de rachas y les metió cuatro bombazos en el último juego a Arecibo) y Richard Chaney (quien hace muchas más cosas de las que aparecen en el box score) vinieron del banco para dar una ventaja sustancial durante toda la postemporada.

Notable la mejoría de Jorge Brian

Una de las cosas que no puede pasar desapercibida de esta temporada fue la sustancial mejoría de Jorge Brian Díaz, centro del equipo de Quebradillas. Aunque el jugador de la selección nacional está lejos de ser una figura dominante, su promedio de sobre 13 puntos por juego y 6 rebotes son, por mucho, sus estadísticas más consistentes. Pese a que los centros de Arecibo Chimelenu Elonu, Davon Jefferson y Ángel Álamo lo dominaban en fuerza, Jorge Brian llamó la atención ya que se fajó de campana a campana con ellos durante toda la serie. Esto augura para él un futuro en el equipo nacional y en el baloncesto extranjero.

Definitivamente el Baloncesto Superior Nacional demostró que sigue teniendo un enorme apoyo en el país por ser uno de los deportes que más pasión genera. Ojalá en los próximos años podamos tener más campañas como éstas.

*Nota histórica: Los Piratas de Quebradillas se convirtieron en el primer equipo en ganar tres series en siete juegos durante una temporada.

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