Editorial: Las mujeres y su derecho a una vida libre de violencia

 

Nuevamente el Día Internacional de la Mujer vuelve a recordarnos cuán largo es el camino que aún falta por recorrer hacia el disfrute de la equidad entre los géneros en Puerto Rico y el mundo. El machismo atávico sigue haciendo necesaria- hoy más que nunca- la lucha de las mujeres por alcanzar su derecho pleno a la igualdad y a vivir una vida sin la sombra de la violencia que hiere a diario a tantas de ellas por el solo hecho de ser mujeres. La lucha por alcanzar y conservar el poder- sea político, económico, personal o familiar- es la raíz de toda violencia y también lo es de la violencia de género, conductas que mantienen a millones de mujeres en el mundo en situaciones de riesgo para su salud e integridad física y emocional, su seguridad e incluso sus vidas. El feminicidio o  asesinato de mujeres es la forma más extrema de la violencia contra estas, y prevenirlo con miras a erradicarlo debe ser un objetivo primordial de todo país que aspire a llamarse civilizado. A la altura de esta tercera década del Siglo Veintiuno, el mundo no puede darse el lujo de mantener a más de la mitad de su población en situación de riesgo continuo por violencia.

La violencia machista es un impedimento fundamental  para que las sociedades puedan dar el  salto hacia un mundo más equilibrado y justo. Para lograr el cambio necesario y la eventual erradicación de las conductas machistas que desembocan en violencia, la educación es una herramienta principal. Puerto Rico también necesita provocar ese cambio mediante la educación, porque la espiral de violencia machista sigue en ascenso, a pesar de las múltiples leyes y políticas públicas que existen en nuestro país. En esta edición, CLARIDAD publica un extenso análisis sobre por qué es necesario implantar la educación con perspectiva de género en Puerto Rico. Una razón principal es el aumento de feminicidios registrados en los últimos años. Previamente no contábamos con estadísticas claras que reflejaran la magnitud del problema. Pero ahora, el Observatorio de Equidad de Género de Puerto Rico provee el acceso a datos confiables que revelan conductas altamente preocupantes. Basta con mirar las cifras de asesinatos de mujeres entre los meses de enero y hasta el 20 de febrero de 2022, para advertir cuán dramáticamente han aumentado los feminicidios en relación al mismo período en los años 2021 y 2020. (Ver el reportaje Hay la necesidad de la educación con perspectiva de género, de la compañera Cándida Cotto)

La labor del Observatorio de Igualdad de Género de América Latina y El Caribe, del cual Puerto Rico forma parte, es magnífica porque ofrece la mirada abarcadora que esta emergencia de los asesinatos de mujeres amerita en nuestra región del mundo. Los datos publicados por la entidad señalan varias tendencias alarmantes. En un total de 26 países (17 de América Latina y 9 de El Caribe) al menos 4,091 mujeres fueron víctimas de feminicidios durante el año 2020, durante el período de mayores restricciones por la pandemia del Covid-19. La entidad ha elaborado también el Mapa Latinoamericano de Feminicidios, que incluye  los casos registrados entre enero y diciembre del 2021  por organizaciones de Argentina, Chile, Colombia, Ecuador, Panamá, Puerto Rico y Uruguay. Los datos indican que durante ese período se registraron 1,185 feminicidios en dichos países. La mayor parte de las víctimas fueron mujeres jóvenes, con una edad promedio de 34.3 años. La inmensa mayoría, 827 fueron asesinadas por armas de fuego o armas blancas. Setecientas cuarenta y ocho (748) fueron asesinadas por sus parejas, ex parejas o por personas con otros vínculos. Entre todas, dejaron 716 hijos e hijas sin madres.

El Mapa Latinoamericano permite visualizar la magnitud del problema de los asesinatos de mujeres  en nuestra región, y la atmósfera de violencia machista que las mantiene en condiciones de riesgo continuo. También, la necesidad y posibilidad de establecer estrategias comunes que amplíen la coordinación de esfuerzos a nivel de gobiernos y  sociedad civil en nuestros países, para desarrollar proyectos comunes en las áreas de prevención y educación, ya identificadas como indispensables.

En días recientes se cumplieron dos años del asesinato de Neulisa Luciano, conocida como Alexa, una mujer transgénero puertorriqueña de 28 años, cuyo cuerpo baleado fue hallado en una carretera en Toa Baja. Luego de encontrarla, se supo que había sido víctima de acoso y atacada con proyectiles de goma desde un auto en movimiento. Su asesinato ha constituido uno de los crímenes de odio más denunciados y repudiados en Puerto Rico. Aunque las autoridades dicen tener un sospechoso, aún nadie ha sido arrestado ni acusado por el crimen de esta joven especialmente vulnerable.

Precisamente los victimarios se aprovechan  de la vulnerabilidad de las víctimas. Por eso, en ocasión de la afirmación anual de los valores feministas, es imperativo redoblar el compromiso con el derecho de las mujeres a vivir libres de violencia.

 

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