Alertan sobre el contagio con leptospirosis tras el paso de Fiona

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El Departamento de Salud (DS) comenzó una investigación el pasado lunes, 26 de septiembre, sobre casos sospechosos de leptospirosis en la isla tras las inundaciones que dejó el paso del huracán Fiona. Al momento, el DS ha registrado 19 posibles casos de esta enfermedad bacteriana que puede afectar a cualquier persona que entre en contacto con agua contaminada con la orina de animales infectados.

Si la persona tiene alguna cortadura o rasguño, ese es el foco de infección propenso para el desarrollo de la infección, cuyos síntomas comienzan a manifestarse en un periodo de 5 a 14 días después de la exposición al agua contaminada. Según ha informado la agencia gubernamental, el periodo de incubación de la leptospirosis es de dos a 30 días.

En entrevista con el doctor Arturo García, director médico del Centro de Servicios Primarios de Salud de Patillas, este explicó que “aunque no tengamos una cortadura, las manos sucias pueden transmitir la infección al tener contacto con los ojos, nariz y boca, mucosas que absorben las bacterias”. Por eso, una de las recomendaciones del Dr. García es tener precaución y lavar las botellas de agua y latas de refresco antes de beber directamente de ellas. “La gente acostumbra a comprar mucho botellas de agua y refrescos enlatados y no se dan cuenta de que pueden permanecer rastros de orín de ratón durante 1 a 30 días”.

A juzgar por el Dr. García, lo importante es que la gente conozca cuáles son las medidas preventivas a tomar y que los médicos también sepan y tengan idea de las enfermedades infecciosas para que puedan hacer el diagnóstico. “Es importante alertar a los pacientes, pero también a los médicos para que sepan que dentro de esta época de inundaciones una de las infecciones que puede salir es la leptospirosis”, dijo.

Recientemente, en el contexto del huracán María, se registraron 57 casos de leptospirosis en Puerto Rico, según ha expresado el doctor Carlos Díaz Vélez, presidente del Colegio de Médicos Cirujanos de Puerto Rico. Este doctor ha mencionado que algunos síntomas de esta infección pueden ser: fiebre, dolor de cabeza, dolores musculares, ojos enrojecidos, vómitos, diarrea, tos y  dolor abdominal. “El problema es que esta bacteria destruye el hígado y los riñones. Se trata con antibióticos; pero es una infección altamente contagiosa y peligrosa”, alertó públicamente.

“En estos momentos no se está para complicar los sistemas de salud, que están tan congestionados y con tanta dificultad”, añadió el Dr. Díaz Vélez mientras exhortó a la población a hervir el agua antes de ingerirla, a no recoger frutos del piso ni consumirlos antes de lavarlos y a usar zapatos cerrados o botas al momento de limpiar áreas que se inundaron.

Casos de gastroenteritis y condiciones respiratorias

El Dr. García, quien dirige el Centro de Servicios Primarios de Salud de Patillas, dijo a este medio que ese centro y los otros tres que tiene bajo su administración en los pueblos de Maunabo, Salinas y Santa Isabel han estado ofreciendo servicios a las comunidades a pesar de que han estado funcionando con generador eléctrico y cisternas de agua. Al momento de la entrevista, ninguno de los centros se encontraba con servicio de energía eléctrica.

Según comentó, aunque las necesidades apremiantes que se están atendiendo en esas clínicas varían dependiendo el pueblo, un factor común en todas es la asistencia a personas que llegan contagiadas con COVID 19, por lo que considera que tras el paso de Fiona han aumentado los casos. De igual forma, han atendido muchos casos de gastroenteritis, que surge por el consumo de agua contaminada y de alimentos que han estado sin refrigeración por mucho tiempo.

“La recomendación que se está dando a nivel del CDC es que no se ingieran alimentos que hayan pasado dos días o más sin refrigerarse. Estos se tienen que descartar aunque se hayan puesto en hielo porque no están en la temperatura ideal para preservarse”, explicó.

Otra de las infecciones que se producen después de mucha lluvia es el dengue. “Nosotros conocemos que es una condición endémica, pero hace falta el medio propenso para que este salga, y es la lluvia, las aguas estancadas, la humedad”, educó el Dr. García.

El doctor recordó que estos centros continúan ofreciendo servicios de vacunación contra el COVID 19 y la influenza a la comunidad. Estas clínicas son parte de la red de centros 330, por lo que atienden a cualquier paciente, tenga o no plan médico. Alrededor de todo Puerto Rico hay unas 28 clínicas 330 con sus ramificaciones de clínicas satélites.

La asistencia a personas sin plan médico en estos años tan difíciles ha aumentado. “Entiendo que hoy por hoy estamos más fortalecidos que el Departamento de Salud”, comentó el doctor. Estas clínicas satisfacen las necesidades que el DS no puede. “Nos gustaría que en vez de trabajar aparte trabajáramos en conjunto para ofrecer un mejor servicio al país; pero la burocracia no lo ha permitido”, abundó.

 

 

 

 

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