Casa Pueblo inaugura la Plaza de la Independencia Energética

En Rojo

La develación contó con el estreno de un documental y la presentación de un libro

 

Todo comenzó como una lucha en contra de la minería que planeaban asentar, en contubernio, el Gobierno federal y el de Puerto Rico. Al principio fue una tarea difícil. Poca gente acudió al llamado hasta que, muchos años después, más de 30,000 manifestaron su rechazo por el proyecto “malo”. En esos años, nació y creció Casa Pueblo, baluarte de la gestión autosuficiente en Puerto Rico que, apenas unos días, inauguró su Plaza de la Independencia Energética

Fundada por Faustina “Tinti” Deyá y Alexis Massol, Casa Pueblo comenzó como el Taller de Arte y Cultura de Adjuntas. Hoy, el proyecto comunitario funge como una microrred de energía renovable que produce más electricidad de la que consume. Con ella, energiza un mariposario, la casa principal, un laboratorio, un cine y hasta la comunidad del Alto de Cuba.

“Logramos nuestra primera (microrred )de independencia energética en el 2017, pero antes de esa, en el 2008, habíamos logrado la primera independencia para la Casa Pueblo, la sede. En esa primera independencia logramos que la casa, la biblioteca, los baños tuviesen energía solar”, expresó el cofundador de Casa Pueblo, Alexis Massol.

De igual forma, el activista recordó cómo esta independización de la red energética permitió que la organización comunitaria energiza el Cine Solar de Casa Pueblo, la Escuela de Música, una galería de arte, la emisora Radio Casa Pueblo y, ahora, la Plaza de la Independencia Energética.

En la plaza, cuatro postes se erigen, inclinados, con 31 paneles fotovoltaicos que fungen como hojas y ramas de un mismo árbol. Como techo, las placas solares dan sombra encima de una columnas con varias piezas de arte alusivas a la naturaleza. En días soleados, la luz del astro gigante penetra cuatro planchas de un aparente acero que, desde el piso, leen “Sol-idaridad”, de modo que se mantiene la relación entre la energía solar y este espacio.

“El huracán María y la ineficiencia del Gobierno colonial dejaron a oscuras a Puerto Rico por mucho tiempo. Y entonces, la palabra solidaridad apareció en los corazones del pueblo de Adjuntas. La gente convirtió la Casa Pueblo en un oasis energético. Ahí iba la gente a darse diálisis, terapias respiratorias, a regenerar sus medicamentos. Todo eso, esa solidaridad, la estamos ejerciendo a través de la gente”, aseguró Massol entre amistades y colaboradores.

En esa línea, Massol sostuvo que la solidaridad se manifestó en la llamada Insurrección Energética, un proceso de desprendimiento de los combustibles fósiles para entregar una soberanía energética a la ciudadanía. Con cientos de proyectos en escuelas, hogares de personas mayores, edificios públicos y hasta agencias locales de Adjuntas, como el Parque de Bomberos.

También, Massol remontó las iniciativas de Casa Pueblo al triunfo sobre los intentos de minería, a finales de la década de 1990. El fundador recapituló que, de haberse logrado, ese proyecto habría “convertido en pueblos fantasmas” a Lares y pueblos limítrofes. 29 años después, la Plaza de la Independencia Energética practica y celebra la solidaridad “con sus vecinos, con Casa Pueblo y con el pueblo de Puerto Rico”.

Arturo Massol Deyá. Foto por Adrián Rodríguez Alicea

“Lo primero (que se debe hacer) es tener organización social. Reunirse, estar en conjunto, querer abordar la realidad, romper con el modelo de la dependencia. De que venga aquel gobernador a resolvernos el problema, de que venga aquel político, aquel alcalde; es romper con el modelo de dependencia de que otro resuelva los problemas nuestros”, opinó el director asociado de Casa Pueblo, Arturo Massol Deyá, mientras discutió sobre la segunda edición de su libro Democracia y energía: Desafiando la economía de los combustibles fósiles por un país propio.

Además del libro, Casa Pueblo presentó el documental La gota que se vuelve río, de Filmes Zapatero, que incluyó un arte tradicional de cartelera, creada por el maestro Antonio Martorell. El largometraje integra testimonios de periodistas del país como Jorge Rivera Nieves, Yolanda Vélez Arcelay, Benjamín Torres Gotay y otros más que elogian la gesta de Casa Pueblo en las pasadas décadas.

“La pregunta es: ¿una transición energética hacia dónde? Lo tiene el título del libro, para un país propio. El modelo y transición energética tiene que ir dirigido a que la infraestructura energética aproveche, al máximo, los recursos propios que tenemos al alcance. Para potenciar nuestro vivir, nuestras actividades productivas, para generar riqueza propia, para que nos podamos descolonizar”, acotó el también profesor del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM).

Por igual, la nueva plaza fungirá como un centro de estudios sobre la viabilidad de las microrredes y cómo se puede afianzar la tecnología de esta fuente energética. Para eso, el RUM, la Universidad de Tenesí y la Universidad de Florida Central formarán parte de esos estudios.

Foto por Adrián Rodríguez Alicea

“Ya sea para la cotidianidad o en situaciones de emergencia, la plaza levantada a un costado de Casa Pueblo y el Bosque Solar proveerá energía eléctrica con una nueva microrred, agua potable y alimentos de un huerto, mientras su arte público invita a la recreación y la contemplación”, lee la edición más reciente de Adjuntas Pueblo Solar, periódico de Casa Pueblo.

Asimismo, la inauguración celebró los 35 años del también de casapueblano Café Madre Isla- una forma de generar ingresos- y ofreció explicaciones de cómo funciona la energía fotovoltaica con la Plántula Solar. Para la construcción de la Plaza de la Independencia Energética los donativos a Amigos de Casa Pueblo, así como las actividades de recaudación, han sido puntales del proyecto.

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