Irizelma Robles
El poeta del fuego, el del agua y el de la tierra
no trasmiten la misma inspiración
que el poeta del aire.
El aire y los sueños
Gaston Bachelard
¿Qué distingue la inspiración que transmite el poeta del aire? A diferencia del poeta del fuego, del agua y de la tierra, el aire no tiene a nadie. El fuego es más bien estático, depende de una hoguera, de otros cuerpos. El agua no tendrá forma, pero toma forma. Esto lo vio Gorostiza de forma excepcional en el vaso que presta su forma al agua, en el vaso-cuerpo-dios y en el agua-alma-humanidad. La tierra es ella misma, y al serlo no se mueve, está en ella. El aire, en cambio, no permanece, no depende de nada ni nadie para existir, no toma prestada ninguna forma y, si bien el fuego se apaga, y el agua se acaba, la vida del aire es infinita. Tampoco, contrario a la tierra, está en él mismo. Nadie se atrevería a preguntar, ¿dónde está el aire? Nadie osaría decir, “el aire está aquí”.
Existe oposición—en el reino de la imaginación como en tantos otros dominios— entre la constitución y la movilidad. Y, como la descripción de las formas es más fácil que la descripción de los movimientos, se explica que la psicología se ocupe antes que nada de la primera tarea. Sin embargo, la segunda es la más importante. Para una psicología completa, la imaginación es, sobre todo, un tipo de movilidad espiritual, el tipo de la movilidad espiritual más grande, más vivaz, más viva. Por lo tanto, es preciso añadir sistemáticamente al estudio de una imagen particular el de su movilidad, su fecundidad, su vida.
Aquí Bachelard explica con claridad la cualidad especial del aire: es movimiento. Las canciones, los poemas, por su movilidad (la de los significados), su fecundidad (la de sus temas), su vida (la que nos inspira), se prestan mejor a este tipo de estudio. Para hacerlo este libro de versos es valioso. Es un intento de asir lo inasible en el mundo de los símbolos y, aunque breve, nos permite iniciar el estudio. Hay que investigar la poética del aire en estos Amanecimientos de Guillermo Rebollo Gil.
*
Dos soundtrack sin sonido. El autor reseña canciones que salen de seis discos en la segunda parte del poemario; otros seis discos en la cuarta parte. Si hago una lista de cada soundtrack sin sonido, respetando el orden de cada parte del poemario, encuentro dos poemas nuevos o la poética del libro Amanecimientos, cuyo título tuvo que haber sido Antesuspiro, como se verá adelante. Leamos los títulos de los discos de la segunda parte:
en el mejor de los casos
problemas técnicos
si fuera por mí la isla toda
sería un gran parque para perros rescatados
hasta que algo nos divierta más que fingir
no vernos en el aeropuerto
mi trayectoria
mentiritas
Discos enumerados en la cuarta parte:
Claudicar
no es tanto una emergencia
como nuestra verdadera forma de ser
actores de reparto
a veces las voces de extraños suenan en blanco y negro
prueba de vocabulario
hundimiento
El resultado de este ejercicio son dos poemas en los que resuena la estética simbólica del poemario. Pasaría lo mismo si hago una lista de las canciones del primer soundtrack sin sonido:
Aparecieron
un día y nos apagaron
a la fuerza
Desesperado
y feliz
El monto de la pérdida
es como una montañita
que se derrama
Huérfanos
antes que océano
Cuántas veces no he mirado hacia atrás
para seguir hacia delante
estúpidamente
Quédate ahí
mirándome mientras
me despego de ti
…o del segundo soundtrack sin sonido (el aire es silencioso si no lo ayudan a hablar las hojas de los árboles):
Una caja de lluvia
se empaca gotitas para arriba
La distancia más corta
entre dos puntos de mariposa
En contra de casi todo
lo que me propongo
La letra recuerda esa escena donde el protagonista
hace como si fuera a regresar,
pero no
Cómo se le llama a esa extraña especie de ave
que no vuela cuando uno se le acerca
haciendo demasiado ruido
La tristeza es como una puerta entreabierta
que de lejos parece
como si alguien
la hubiera cerrado de prisa
Para hablar de la estética simbólica de este poemario, confiando que ya quedó demostrada en los ejercicios anteriores, sin ser poesía simbolista, habría que empezar por la mesa que mira al sur, el sobre de contenido incierto sobre la mesa, el libro dentro del sobre, el hombre dentro del libro de los poemas de la primera parte. Claudicar del sentido dado, de la poesía fácil que favorece al lector, del vocabulario hilado en oraciones coherentes: todo aquí es desplazamiento, trayectoria, prueba de vocabulario. No es que el léxico escogido por Rebollo Gil sea difícil a nivel ideal, no lo es, pero el vocabulario aquí pasa por la intimidad y se hace difícil como todo símbolo para el que no tenemos referentes. El lector también tiene que claudicar y pasar la prueba de un vocabulario íntimo.
El símbolo es opaco, dice Paul Ricoeur. Su opacidad espesa nos deja ver algo a través de esa oscuridad. Aquí veo un libro que traza la historia humana en el desvío de sus vínculos, por eso las voces de los extraños suenan mejor “en blanco y negro”, es decir, se escriben en blanco y negro. Es más fácil escribir de ellos, los extraños, que de nosotros, los extrañados de nosotros mismos.
*Sobre el título propongo Antesuspiro, un neologismo del poeta que designa algo que viene antes de un suspiro, ¿el amanecimiento? Así dicen los versos del cuarto poema del libro:
toda belleza es ocio de oscilaciones,
amanecimiento que se ensancha
sobre el hombre como un antesuspiro
Debe decir o puede leerse así:
toda belleza es ocio de oscilaciones,
antesuspiro que se ensancha
sobre el hombre como un amanecimiento
Antesuspiro significa antepasado, eso oculta este símbolo. Un antepasado humano que prefiere hundirse, decimismarse, pero nunca ensimismarse. Así, más suspirando que viviendo, nos hemos ido alejando, aunque la poesía reclama nuestros vínculos, nuestra unión. Estamos ante una estética del aire, ante un tipo de movilidad espiritual.
Toda belleza es algo que se le suma a un suspiro,
como un ácaro o una advertencia.
Si me tocara adivinar,
diría que es el aire.
Después de este poema vienen las primeras canciones, los respectivos discos, o los cuatro poemas que hemos trazado al inicio de estas notas. Todos sabemos que las canciones están hechas de aire, son para la voz, que es aire también. Al final se impone el silencio que también es aire, esto es bien sabido por aquellos que meditamos en la respiración. Además, ¿qué es un suspiro, qué viene antes del suspiro? Los antepasados, el aire de nuestros muertos, un aire de otros tiempos en movimiento lírico.
Se dirá que aquí han quedado fijos en los poemas, constituidos en el poema, pero no es así porque para llegar a descifrar este conjunto de símbolos nos hemos movido de un lugar a otro en el poemario, por eso hemos encontrado otros cuatro poemas flotando por sus páginas, porque sí están en el aire del libro, al aire en el libro.
El aire es la belleza que se le suma a un suspiro.