Elogio a la mentira: Antes de “Qanon” fue la “operación Peter Pan”

 

CLARIDAD

En Estados Unidos están descubriendo, entre curiosas señales de asombro, algo que en América Latina se conoce desde hace más de un siglo: que mentiras, elaboradas desde las instancias de poder y difundidas hasta la náusea por ciertos medios de prensa, sirven para justificar golpes de estado. ¿Cómo es que no lo sabían – preguntan desde el Sur – si ustedes lo han hecho tantas veces y lo siguen haciendo?

Luego de que la campaña de mentiras de Donald Trump sobre el “fraude electoral” desembocó en un ataque violento al Congreso, buscando detener la certificación del ganador, académicos y analistas hablan de los “excesos” de la llamada “right wing press”, que le sirvió de portavoz. Mientras el propio Trump aprovechaba su acceso privilegiado a las redes sociales para la campaña, desde Fox News y Newsmax y varias cadenas de radio, magnificaban sus embustes. Gracias a la difusión continua de mentiras de todo tipo, originadas por el propio presidente del país, millones de estadounidenses siguen creyendo en el “fraude” y muchos de ellos aplaudieron cuando una turba atacó el Capitolio. Ahora, como respuesta a las mentiras, se están incoando demandas contra los medios difusores y algunos de estos, para curarse en salud, están despidiendo a sus comentaristas más vociferantes.

Esa “prensa de derecha”, dicen ahora, es tan responsable como los atacantes, por haber repetido y magnificado la falsa imputación de fraude electoral que, desde la misma noche de las elecciones del 3 de noviembre de 2020, comenzó a difundirorbi et orbiDonald Trump. Pero ¿acaso eso no fue lo que ocurrió exactamente un año antes, el 10 de noviembre de 2019, durante la noche electoral de Bolivia, cuando Evo Morales buscaba la reelección? La imputación de “fraude” se lanzó desde Washington y, de inmediato, fue difundida y magnificada por la misma prensa que ahora se asombra cuando las mentiras de Trump repercuten en su propio país.

Lo que sucedió en Bolivia es apenas el último capítulo de una historia que lleva más de cien años. El patrón siempre fue el mismo. Los servicios de inteligencia de Estados Unidos inventaban la mentira y sus medios de prensa, incluyendo a varios de los que ahora se quejan, la difundían a todo dar hasta convertirla en “verdad”. ¡Tan verdad como la que ahora repiten los oyentes de Fox News!

Hace 77 años Guatemala disfrutaba de un gobierno progresista que, para tratar de mejorar las condiciones de vida de su pueblo, tenía que enfrentarse a los grandes latifundios que encabezaba la United Fruit Company, algo que Washington no teleraba. En aquella ocasión, la mentira inventada y difundida por la prensa estadounidense no fue de “fraude electoral” como en Bolivia, sino otra más común, “la amenaza del comunismo”. En poco tiempo un levantamiento militar terminó con el gobierno de Juan Jacobo Arbenz, quien no pasaba de ser un liberal honesto. Lo mismo ocurriría dos décadas después con Salvador Allende en Chile. Allí también los militares actuaron alentados por una brutal campaña mediática lanzada desde Washington, donde regentaba el muy “democrático” Richard Nixon.

Además de prestarse para propagar mentiras, como la del fraude electoral, le imputan a la llamada prensa de derecha estadounidense haber difundido conspiraciones absurdas, como las de un grupo llamado “Qanon”, que ponía a Trump luchando contra una ganga dedicada a robar niños. No hay duda, que las historias inventadas por ese grupo son alucinantes; pero ¿acaso se olvidaron de la “Operación Peter Pan”? Una de las mentiras inventadas contra la Revolución Cubana tan pronto arrancó en 1959 fue que planeaba el envío de niños a la Unión Soviética, donde serían adoctrinados en el comunismo. Entonces no había redes sociales y la difusión de la mentira le correspondió exclusivamente a la prensa, manipulada por la CIA.

Aquella campaña absurda provocó un éxodo doloroso, organizado por la Iglesia Católica, que sacó a miles de niños de Cuba para “refugiarlos” en Estados Unidos. Allí crecerían desarraigados, lejos de sus familias. Ahora, cuando ciertos medios de Estados Unidos se asombran de que Fox News y Newsmax difundieran las conspiraciones absurdas de “Qanon”, debieran recordar que algunos de ellos también fueron instrumentos para lo que cínicamente llamaron “Operación Peter Pan”, una de tantas conspiraciones absurdas inventadas contra Cuba.

La historia sobre el uso de la mentira con fines estratégicos es larga y no solo fue obra de los nazis y Joseph Goebbels, como se quiere representar. Estados Unidos y sus servicios de inteligencia, particularmente la CIA, han utilizado la misma estrategia por más tiempo, por lo que no deben sorprenderse de que ahora le haya explotado en las manos.

Alentados por el éxito propagandístico de Trump, algunos medios de prensa ganaron billones de dólares vendiéndole publicidad a sus huestes. La sensación de prepotencia del mandatario los contagió y se dispusieron a operar sin límites, convirtiéndose en alegres portavoces de sus mentiras, y hasta de las conspiraciones locas de sus seguidores. Una de las abogadas de Trump, Sidney Powell, llegó a desarrollar la teoría, convertida en “verdad” desde Fox News, de que las empresas estadounidenses que proveían las máquinas de votar estaban manipuladas por los “chavistas” desde Venezuela. A cualquier persona racional eso le suena absurdo, pero Fox no tuvo reparo en difundirlo.

Esas mismas empresas, Smartmatic y Dominion, han presentado demandas contra Fox y sus comentaristas alegando difamación. En Estados Unidos era antes impensable que ese tipo de acción judicial pudiera prevalecer, ante la enorme amplitud que los tribunales le han dado a la libertad de prensa, pero el extremismo de Trump y sus seguidores han creado otro panorama.

Las mentiras de Trump y su prensa no llegaron a concretar el golpe de estado y, hasta ahora, sólo se habla de cinco muertos. Las que durante más de un siglo lanzaron en América Latina sirvieron para derramar mucha sangre y, en ciertos casos, cambiaron la historia de los países donde se propagaron.

 

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