Expertos analizan el Plan Fiscal

CLARIDAD

ccottto@claridadpuertorico.com

Desde el 2017 hasta la fecha, la Junta de Control Fiscal (JCF) ha gastado la suma de $1,200,096,572.55 millones (más de $1billón,en inglés) en servicios profesionales. Esto representa más del 126.8 % del dinero público, mientras los gastos en nómina del Gobierno para el mismo periodo llegan a menos del 51.7 %.

El 46 % de esta cifra está concentrado en tres compañías: Proskauer Rose LLP, $228,219,775.63; McKinsey & Company, $200,987,030 y Ernst & Young LLC, $200,987,030. A esta última se unió  la exdirectora ejecutiva de la JCF, Natalie Jaresko, se dio a conocer el pasado mes de marzo. Los gastos se refieren a consultores de la JCF, consultores del Proceso de Título III (proceso de quiebra) y el oficial Examinador.

Los datos  fueron presentados por el economista de la organización Espacios Abiertos (EA), Daniel Santamaría Ots, y el economista y exministro de finanzas de Argentina, Martín Guzmán, en un conversatorio con miembros de la prensa sobre el  análisis del Plan Fiscal 2023 (PF), teniendo en contexto los anteriores ocho planes  preparados por la Junta de Control Fiscal. Santamaría Ots explicó que el actual PF, por primera vez, es un poco distinto a los anteriores, ya que tiene tres volúmenes. El primer volumen hace un resumen de lo que según la JCF son los logros de la Ley PROMESA. El segundo se centra más en proyecciones financieras y económicas de la JCF para los próximos años. El tercero son las  reformas que la JCF está proponiendo en sus planes y en qué nivel de implementación se encuentran. También detalla con bastante profundidad cómo se están ejecutando estas políticas por parte del Gobierno de Puerto Rico.

Santamaría Ots concentró su análisis en el pilar dos y tres: las reformas del servicio público en Puerto Rico  y lo que la JCF denomina como la inversión en crecimiento, que  no es otra cosa que las medidas fiscales. Vale mencionar que inversión en crecimiento es el eufemismo que utiliza la Junta para las medidas de austeridad.

Al respecto de las reformas en el servicio público, frente al gasto de manera exponencial en servicios profesionales de la JCF, el economista de EA señaló que “estamos viendo una preocupación genuina de la erosión del aparato público y la capacidad  que de ahora en adelante pueda tener Puerto Rico  para proveer  servicios de calidad a los ciudadanos”. Este hizo la observación de que “llevamos $1,200 millones gastados en los procesos de   restructuración. Los datos no son fáciles de conseguir. Hay unos que la Junta publica en sus informes mensuales y anuales, pero hay otros que están en la corte”.

Añadió que esta es la primera vez que la JCF revela cómo se distribuyen los gastos de consultoría y cuáles son las compañías principales. El economista alertó de la preocupación que supone la  transferencia de conocimiento de instituciones públicas de Puerto Rico hacia el sector privado y la forma tímida en que la JCF propone dar marcha atrás esta tendencia.

Falsos los ahorros proyectados por la JCF

 En cuanto a las medidas de crecimiento económico, el análisis de EA deja al descubierto lo falso y equivocadas de estas. Según la JCF, sus dos pilares para el crecimiento económico son las medidas de austeridad (las medidas fiscales) y las reformas estructurales (reformas del servicio público).  Santamaría Ots expuso que desde el 2017, la JCF siempre proyectaba en sus planes fiscales una contracción del producto nacional bruto (PNB) real durante los tres y cinco años siguientes de la implementación de esas medidas.  A la vez de ese efecto negativo a muy corto plazo, decía que esas medidas que se estaban implementando en el medio y largo plazo iban a tener unos ahorros, que iban a  impactar la económica. Por el contrario, lo que se observa es que desde el segundo PF certificado en el 2018 hasta el último en el año 2023, las proyecciones del impacto de las reformas van hacia una baja consecutiva de los ahorros proyectados.

Espacios Abiertos sostiene que la Junta misma reconoce que quizás estaban siendo demasiado optimistas en sus proyecciones y que van corrigiendo a la baja. En otras palabras, sus reformas no provocaron el crecimiento económico en el PNB que alegaba o esperaba. Sus evaluaciones iban conduciendo a la baja. Los ahorros proyectados por la JCF bajaron, en billones, de $193.90 en el 2018 a $119.40 en el 2019; luego, a $85.40 en el 2020; a $84.10 en el 2021 y a $49.70 en el 2022.

En cuanto al PF actual, la JCF no proyecta de manera explícita, lo que hace es cuantificar los potenciales ahorros de las medidas fiscales para los próximos 30 años. “En el plan no aparecen. Entendemos que no están cuantificadas. Si entienden que ya no van a generar esos ahorros, mercería una explicación pública más profunda, porque esto mueve la aguja en lo que es el déficit para futuro”.

Santamaría Ots resaltó que el año pasado, cuando se cerró el PF 2022 aun bajo la dirección de Natalie Jaresko, justo antes de la reestructuración de la deuda se proyectaba un déficit para el año 2044. El tener unas proyecciones de ahorros optimistas genera una potencial mayor de la capacidad de pago de la reestructuración de la deuda y puede estar llevando a una reestructuración con una supuesta capacidad de pago que realmente no se tiene, acotó.

“Una vez uno ha leído el plan salen más preguntas que las respuestas que el documento ofrece. Lo primero que nos llama la atención es que el déficit ahora mismo, según el plan, se adelanta del año 2044 al año 2027”, denunció.

Una importante consideración ante ese dato es que la Junta incorporó una interpretación de los fondos de Medicaid (que no tenía rango de ley) que dice que con toda probabilidad Puerto Rico va a tener garantizado durante las próximas décadas el financiamiento de Medicaid de $3 millones al año. El analista de Política Pública de EA considera preocupante el escenario que presenta la JCF del déficit al 2028, aun si el Congreso de EE. UU. aprueba un financiamiento anual del Medicaid que sea equivalente al promedio otorgado a Puerto Rico entre el 2022 y 2022.

Aun suponiendo que lo concediera y estuviese basado en el promedio de los años 2011-2022,  habrá un déficit en el 2028. “Así que este es el principal hallazgo fundamental de la lectura del PF. Es importante, queda mucho trabajo por hacer. Todo lo que nosotros vemos del trabajo de sus consultores son presentaciones de  PowerPoint o el PF.  Detrás de eso hay unos modelos que no se hacen públicos”, denunció sobre la secretividad del trabajo de los consultores de la JCF y de la misma Junta. Comentó que  los economistas y los académicos suelen compartir y hacer públicos sus trabajos para que la sociedad civil, otros académicos y políticos puedan debatirlo. “Eso en la actualidad, lamentablemente, no está disponible con el grado de profundidad que se necesita. Necesitamos que esos modelos se hagan públicos”.

Más aun, censuró el que haya falta de rendición de cuentas por parte de la JCF en cuanto a que las reformas estructurales no están teniendo los efectos que deberían a causa de que el Gobierno no las está implementando. Reconoció que si bien es cierto que este no está implementado esas reformas, también considera justo señalar que por parte de la Junta tampoco hay una evolución de lo que se proyectaba iban a ser los ahorros.

“Por último, pienso que no ha habido ninguna rueda de prensa del PF que se sacó en Semana Santa. De un punto tan importante, que es el contexto internacional muy distinto a enero 2022, es razonable esperar que en cada plan la Junta incorpore información de elementos externos que puedan variar el plan fiscal”.

 

 

 

Artículo anteriorAlbizu Campos desde lejos y con cariño
Artículo siguienteEditorial- Estados Unidos: la mentira como arma de política exterior