Filmes flotantes -1ero: Bob Marley: One Love, The Zone of Interest, Passages

 

En Rojo

 

Flotantes quedaron Killers of the Flower Moon (Martin Scorsese) y The Holdovers (Alexander Payne) en mi resumen del año 2023 porque Juan Ramón Recondo escribió excelentes reseñas que contenían muchos de los puntos principales para incluir la 1era, en mi sección de “Propuestas fascinantes”, especialmente el resaltar las tradiciones originarias con tomas y coloridos de todo su esplendor y la 2nda, en “Comedias que a veces dan ganas de llorar” por las historias medias contadas de cada uno de los personajes. Incluyo en este escrito, filmes vistos tanto en salas de cine y por streaming ya que las gigantescas Netflix, Prime y Apple TV son ahora productoras muy importantes con estrenos en salas y luego accesible por su plataforma (los precios fluctúan según la producción).

Bob Marley: One Love

Director: Reinaldo Marcus Green; guionistas: Terence Winter, Frank Flowers, Zach Baylin, Reinaldo Marcus Green; autores: Terence Winter y Frank Flowers; cinematógrafo: Robert Elswit; elenco: Kingsley Ben-Adir, Lashana Lynch, James Norton, Tosin Cole, Umi Myers, Anthony Welsh, Aston Barrett, Anna-Share Blake, Gawaine ‘J-Summa’ Campbell, Naomi Cowan, Alexx A-Game

Siempre que algún grupo decide que reproducir la vida de un/a gran artista/atleta/políticx/escritorx al cine es una manera de darle reconocimiento y plasmar su trayectoria para que las futuras generaciones no lxs olviden, temblamos ante lo que puede ser el resultado. Cuando el escogido es un icono de la música que muere a los 36 años y que es reconocido mundialmente, el nerviosismo aumenta. Pero el proyecto fílmico (con la figura de Ziggy Marley como parte del grupo de productores) dirigido y co-escrito por Reinaldo Marcus Green, criado en Nueva York de madre puertorriqueña, sabiamente escoge solamente tres años cruciales en la vida de Bob Marley. Significativamente, son años de conflictos políticos en Jamaica donde, especialmente su población urbana de Kingston, es forzada a definirse entre la ideología, poder y violencia ejercida del People’s National Party (PNP), y el Jamaica Labour Party (JLP). En un intento de bajar ese nivel de violencia, se organiza el “Smile Jamaica Concert” el 5 de diciembre de 1976 a pedido del líder socialista Michael Manley del PNP, aunque la intención de Marley era la unidad sin partidos. Dos días antes, entran a la casa/lugar de ensayo de Marley y disparan contra Marley, su esposa, Rita y su manejador, Don Taylor.

Aunque el concierto se celebra, será la última aparición de Marley en Jamaica hasta el concierto del 22 de abril de 1978 en el National Stadium, “One Love Peace Concert”. En ese espacio de tiempo, Marley (Kingsley Ben-Adir) tendrá estadías cortas en varios lugares para luego instalarse en el Reino Unido desde donde lanzará sus nuevos álbumes con su grupo de músicos y sus giras a través de Europa, junto a su promotor Chris Blackwell (James Norton) y Island Records. Durante esta ausencia de Jamaica, Rita (Lashana Lynch), su esposa y compañera musical desde muy joven y quien sufrió heridas mucho más serias que las de las otras víctimas del tiroteo de 1976, residirá con Marley esporádicamente y recogerá toda la tensión de la separación, relaciones con otras mujeres, mal manejo de sus finanzas por su supuesto amigo, Taylor (Anthony Welsh) y la toma de decisiones que cambiará su vida, como su retorno a Jamaica y su pedido de unir las manos de los dos contrincantes políticos (Michael Manley y Edward Seaga) de este país en turbulencia. Pero lo que le da al filme un aura espiritual y hermoso—aparte de su música—es la religiosidad de Marley: Jah es su guía y su ruta la va definiendo junto a este ser poderoso, pero a la vez comprensible y paciente. Por eso, no se puede cargar la mente y el corazón de rabia, violencia o venganza. Hay que seguir el camino trazado ya sea para aprender y perdonar a los que le dispararon, los que le traicionaron y mintieron y llevar su paz y amor al mundo, no importa si esto implica poner en peligro su propia salud.

The Zone of Interest

Director y guionista: Jonathan Glazer; autor: Martin Amis; cinematógrafo: Lukas Zal; elenco: Christian Friedel, Sandra Hüller, Agnieszka Wierny, Julia Polaczek)

Este filme se ha vuelto un “must see” porque fue nominado para los premios más importantes de cine y ha ganado muchos de estos galardones. Y todo eso, con un encuadre tan sobrio que tenemos que esforzarnos para entender cómo esta familia no solo sobrevive, si no que goza de vivir en una gran casa con jardines y piscina, al lado de una “fábrica” donde se oyen llantos, disparos y se inhala el olor de las cenizas que inunda su espacio. Todos los miembros de la familia y la servidumbre están en constante movimiento, todxs parecen tener una asignación que cumplir, sin tiempo para pensar y analizar la razón de su privilegio. Cuando el marido, Rudolf Höss, alto militar a cargo de este campo de exterminio que nunca vemos su interior, recibe órdenes de traslado para ejercer un puesto de más responsabilidad, Hedwig, su esposa, le pide que use sus influencias para que la familia pueda permanecer aquí en Krakow.

En el espacio que ocupa la familia, no parece ocurrir nada transcendente. Todxs tienen una labor que atender y lo hacen como autómatas. Sí, hay señales que algo no está bien: una hija pequeña que no logra conciliar el sueño y se pierde en los pasillos, una mujer mayor a cargo de la bebé que deja llorar sin que nadie la venga a rescatar, dos hijos que se amedrentan e intentan parecerse al padre que apenas les habla, sirvientas que nunca hablan y que obedecen de inmediato cualquier orden de Hedwig; jardineros y ayudantes que limpian y ordenan en silencio. Y, especialmente, la visita de Linna, madre de Hedwig, que cuestiona el silencio de la casa y el contraste con los llantos que se cuelan por las murallas a su alrededor.

Passages

Director: Irs Sachs; guionistas: Mauricio Zacharias, Ira Sachs, Arlete Langmann; cinematógrafo: Josée Deshaies; elenco: Franz Rogowski, Ben Whishaw, Adèle Exarchopoulos

El imán principal para este filme era la intimidad plasmada en pantalla entre dos hombres. Para mi, el atractivo siempre fue Ben Whishaw (Perfume, Bright Star, Suffragette, Women Talking, los tres últimos James Bond como Q) quien marca todo filme en que interviene, ya sea como protagonista, o co-protagonista o reparto. Y aunque Tomas Frieburg (Franz Rogowski) es el centro de una supuesta historia de amor, el que mueve todas las fichas es Martin (Whishaw). Es una historia dolorosa donde los sentimientos de los personajes son pisoteados y no hay marcha atrás después del dolor y la traición que se produce. Tomas es un director muy cotizado dentro del cine independiente europeo. Sostiene una relación de largo tiempo—ya muy pesada y cansada—con Martin, quien está dispuesto a aceptar los ataques de furia de Tomas porque todavía cree que son una buena pareja. Toda esta seguridad se altera cuando Tomas comienza un affair con Agathe (Adèle Exarchopoulos) y disfruta de darle todos los detalles a Martin tanto para despreciarlo como pareja como para jactarse de que puede sostener ambas relaciones, todo sin pensar en el daño que le hace a otrxs. Su realismo y acercamiento a la intimidad, es como una herida que se sigue abriendo hasta que, casi como manera de no hacerse más daño, tanto Martin como Agathe, dicen basta.

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