Filmes que resistieron el embate de las megaproducciones

Por Maria Cristina/En Rojo

 

¿Qué hacer después de ver los grandes estrenos del verano? Pues siempre se puede esperar al próximo, pero también hay tiempo para explorar lo que se exhibe en otras salas de cine comerciales y, en el caso de Fine Arts, lo que NO es otra comedia española/argentina/mexicana más. Así que con esa visión comento los siguientes filmes.

All Is True

 

(director Kenneth Branagh; guionista Ben Elton; cinematógrafo Zac Nicholson; elenco Kenneth Branagh, Judi Dench, Ian McKellen, Kathryn Wilder, Lydia Wilson, Jack Colgrave Hirst, Jimmy Yuill, Phil Dunster)

Este hermoso filme, dirigido y protagonizado por Kenneth Branagh, quien ha dedicado una gran parte de su vida actoral adaptando al cine las obras de William Shakespeare, traza la vida breve de este dramaturgo y actor una vez regresa a su “village” (aldea), Stratford-upon-Avon, después de una exitosa carrera en Londres. Es un retiro forzoso ya que el Globe Theatre, donde la compañía dueña del teatro, Lord Chamberlain’s Men, estrenaba y presentaba funciones de las obras de Shakespeare, se quema y el grupo queda desprovisto de su inversión y lugar de trabajo. Sin duda, su familia ha podido vivir bien gracias al dinero enviado por William, pero el costo ha sido su ausencia por más de 20 años y su desconocimiento de lo que fue la crianza y crecimiento de sus dos hijas, Susannah y Judith y el hijo que muere a temprana edad y a quien añora todo el tiempo. ¿Cómo puede un hombre recuperar el afecto de la familia que apenas conoce, el buen nombre de sus antecesores y descendientes y volver a ser parte del diario vivir a pesar de la vida tan diferente que llevó en Londres?

Una narrativa tan íntima y al parecer insignificante se convierte en una obra de grandes proporciones por la centralidad de la interpretación de Branagh como Shakespeare, de los referentes literarios (los sonetos dedicados a un gran amor masculino; el ensayo de Virginia Woolf “A Room of One’s Own” donde se crea el personaje de la hermana de Shakespeare, Judith; la exaltación del hijo varón por encima de cualquier talento de las hijas no educadas formalmente) y las pausadas y profundas actuaciones de Judi Dench como su esposa Anne Hathaway, Kathryn Wilder como Judith e Ian McKellen como el Conde/Earl de Southampton, el amor secreto del poeta. El encuentro con el Conde es un tour-de-force para ambos actores.

Yesterday

(director Danny Boyle; guionistas Jack Barth y Richard Curtis; cinematógrafo Christopher Ross; elenco Himesh Patel, Lily James, Vincent Franklin, Joel Fry, Ed Sheeran, James Corden)

Como hace en sus muy conocidos filmes, Danny Boyle escoge como protagonistas a personas que se apartan de ese centrismo de fuerza y atracción física. Pensemos en el grupo de Trainspotting, el niño Damian en Millions, Jamal en Slumdog Millionaire y Aron Ralston en 127 Hours. Esta vez es Jack Malik, quien quiere tener éxito como cantautor, pero su único público son sus amigos, y mientras tanto tiene empleos de servicio donde lo maltratan y vive con lo mínimo.  Ellie es la amiga que lo ama en secreto y lo apoya en su “carrera” actuando como su agente. Entonces un suceso atmosférico cambia ciertos aspectos del pasado de la tierra. Quizá de lo más importante para Jack, la total ausencia de los Beatles en la historia musical: nadie los conoce y las canciones que tararea y luego canta se las atribuyen a su autoría.

Y, por supuesto, quedan fascinados con la sencillez de su letra y la hermosura de su música. Pero Jack sí sabe de los Beatles y ante la fama que adquiere siempre siente a sus espaldas la sombra de la verdad del pasado. Con cada canción de los Beatles que rescata de su memoria, el sentimiento de su letra y música lo hace ver a sus amistades y a Ellie, como seres dispuestos a dejarse amar, aunque en el camino puedan ser heridos. Pero además con cada composición de John Lennon y Paul McCartney descubre otras dimensiones de la vida que ni soñaba. Su encuentro con Lennon y su declaración de amor a Ellie nos hace llorar de amor.

Wild Rose

(director Tom Harper; guionista Nicole Taylor; cinematógrafo George Steel; elenco Jessie Buckley, Julie Walters, Craig Parkinson, Sophie Okonedo)

Sin duda lo maravilloso de este filme es su protagonista-cantante Jessie Buckley como Rose-Lynn, la aspirante a ser la mejor intérprete de música Country en Escocia. Sus interpretaciones de canciones reconocidas y sus propias composiciones mueven una historia que tiene sus límites. Rose-Lynn es una joven de clase trabajadora que ya a los 18 años tenía dos hijos, además de múltiples infracciones por uso de drogas, violencia contra propiedad y personas. Su madre, Marion (interpretada hermosamente por Julie Waters), trata de ayudarla y darle apoyo, pero entiende que a su edad y con una familia tiene que asumir responsabilidades. Por eso la obliga a conseguir un trabajo de limpieza y cuidar de su propio apartamento y sus hijos. Pero su pasión es la música y para Rose eso es lo único que importa.

Al parecer todos los que la conocen comparten su entusiasmo y están dispuestos a ayudarla conseguir su sueño: llegar a Nashville, la Meca de la música Country. Pero lo que se nos presenta es la vida caótica de Rose que parece querer vivir las historias de amor y sangre que narran las canciones Country: mujeres que aman y son abandonadas, los conflictos con la ley que los lleva a la cárcel, las mentiras y traiciones a que se enfrentan y las pérdidas de todo lo que parecía importante (revisen letras de canciones de Johnny Cash y, por supuesto, vean el excelente Walk the Line con Joaquin Phoenix y Reese Witherspoon). Personajes dentro de la trama que podrían aportar profundidad a la historia desaparecen rápidamente para que el centro siempre sea Rose, la joven cantante que enaltece la música Country en Glasgow.

Brian Banks

(director Tom Shadyac; guionista Doug Atchison; cinematógrafo Ricardo Díaz; elenco Aldis Hodge, Greg Kinnear, Melanie Liburd, Sherri Shepherd, Mystie Smith, Xosha Roquemore)

Este filme sigue la línea del documental de Ava DuVernay, 13th y la serie de NetFlix, “When They See Us” al presentar la historia verídica de Brian Banks, un joven de 16 años que en 2002 fue acusado de violación y secuestro, juzgado como adulto, encarcelado por cinco años y dos meses, puesto en libertad bajo palabra con grillete y entrado al registro de ofensores sexuales por toda su vida. Con esta carga legal ¿cómo va a encontrar un empleo que le permita rehacer su vida? En este caso, no es un asunto racial, pero sí del sistema policial y judicial que prefiere no gastar dinero en casos que para ellos no son importantes y, por eso, sin buena asesoría legal convencen a los acusados de llegar a un acuerdo para una sentencia menor.

Banks, de clase trabajadora y madre soltera, a los 16 años parecía tener su carrera como futbolista asegurada con oferta de beca de una de las universidades de California. Todo esto desaparece con la acusación de violación de una estudiante compañera de clase. No hay dinero para abogado particular y su representación legal tiene cientos de otros casos más graves que atender. Con la promesa de esta abogada de no declararse inocente y no impugnar la acusación conllevaría una sentencia liviana en detención juvenil, Banks acepta. Pero, como sucede muchas veces, el juez decide juzgarlo como adulto y sentenciarlo al máximo. Lo que mantiene a este joven en pie todo este tiempo encarcelado es el enfoque y la disciplina que siempre tuvo como niño y adolescente para que pudiera sobresalir en el deporte y el saber que es inocente y que alguien—en este caso el California Innocence Project—va a tomar su caso.

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