CLARIDAD
¿Acaso Thomas Rivera Schatz, otrora poderoso presidente del Senado, no les luce acorralado? Hace apenas año y medio, en agosto de 2019, intimidaba con sus rugidos de fiera, pero hoy anda buscando de qué agarrarse para mantenerse a flote y evitar consumirse en el rincón del olvido. Ahora luce tan débil que hasta lo humillan en público y no tiene más remedio que tragarse lo poco que le queda de orgullo. ¡Que pena! (Dirán sus familiares cercanos.)
El último pisotón se lo dio Wanda Vázquez el domingo 20 de diciembre, casi como un regalo amargo de Navidad, cuando dijo que la ex fiera fue a pedirle que lo nombrara a la vacante disponible en el Tribunal Supremo. Obviamente no tenía por qué revelar el pedido. ni mucho menos presentarlo como ruego de intimidad, pero así tratan a las fieras cuando pierden dientes y garras.
En agosto de 2019 Tommy creía tener el poder para decidir quién gobernaría y casi lo logró. La ira del pueblo había conseguido que el gobernador electo en 2016 saliera huyendo de la mansión ejecutiva, a la sombra de la noche y por la puerta de atrás. Pedro Pierluisi, el Secretario de Estado designado días antes, juramentó como mandatario, aunque el Senado, manipulado por Rivera Schatz, no lo había confirmado. El cuestionamiento jurídico resaltaba a la vista y una semana después, a petición de la poderosa fiera, el Tribunal Supremo ordenó la salida de Pierluisi. Según el orden sucesorio establecido en la Constitución, la muy cuestionada Secretaria de Justicia, Wanda Vázquez, juramentó como gobernadora aquella misma tarde.
Rivera Schatz emergía entonces como el gran victorioso, el que con su garrote mágico decidía quien gobernaba. Pero allí, en medio de su aparente éxito, comenzó su caída.
El mismo proceso que terminó en el desalojo de Pirluisi de la Fortaleza asomó sus debilidades porque todo indicaba que si la nominación a Secretario de Estado se hubiese sometido a votación, la mayoría de los senadores del PNP lo habrían confirmado, a pesar de la oposición del presidente senatorial. Para evitar tener que tragarse una derrota Rivera Schatz maniobró para evitar la votación.
Lo que pasó a partir de aquel momento está escrito en la pequeña historia de la politiquería isleña. Los esfuerzos de Rivera Schatz y Jennifer González para que Wanda Vázquez se echara a un lado y dejara a esta última como gobernadora, fracasaron. Luego Pierluisi anunció su candidatura para las elecciones de 2020 y, a la desesperada, la fiera (ya más mansa) se unió a su enemiga, Vázquez, para tratar de pararlo. Como la candidata era floja y, además, el terremoto y la pandemia desnudaron su incompetencia, volvió a fracasar.
Esa secuencia de fracasos, dejaron a Rivera Schatz a merced de Wanda Vázquez. ¡Miren que cruel resulta a veces el destino!
Sus traqueteos contra Ricardo Rosselló y Pierluisi minaron su respaldo en la base del PNP, al grado de que estuvo a punto de quedar fuera de la lista de candidatos en la primaria. Aunque resultó electo, ni siquiera tiene seguro quedar como líder de la minoría en el Senado. Por eso, y porque ve a muchos enemigos rodándole, se sintió obligado a pensar en su retiro, a pesar de que sólo tiene 54 años. Como toda su vida adulta ha estado viviendo de cargos públicos, pensó en el Tribunal Supremo como la alternativa dorada. Allí tendría un sueldo vitalicio, que ahora mismo ronda en $120 mil anuales y, aunque no podría gritar en público como hasta ahora, el cargo supondría algún resquicio de poder.
Pero para acceder a ese recurso necesita de Wanda Vázquez, quien anda pensando en sus propios acomodos (el de ella y el de su marido, a quien quería nombrar al Tribunal de Apelaciones) y que, además, tiene otras cuentas pendientes con Rivera Schatz. Algunos pensaron que, como se juntaron frente a Piersuisi en la primaria, Wanda salvaría a Tommy. Aquella alianza, sin embargo, fue un junte de conveniencia, haciéndole honor a la máxima de que el enemigo de mi enemigo es mi amigo. Ahora Wanda no lo necesita y, además, todavía debe recordar cuando el entonces poderoso senador promovió que se le presentaran cargos criminales a finales de 2018. En lugar de pensar en salvarlo, lo que llegó fue la hora de la venganza. Por eso lo humilló en su última conferencia de prensa.
Wanda Vázquez sabe que, a pesar de su caída, a Rivera Schatz le quedan algunas municiones. Como es presidente del Senado hasta el 31 de diciembre puede, por ejemplo, impedir que sus últimos nombramientos sean confirmados. Pero seguramente a ella le importa poco el destino final de sus seleccionados. Además, si la ex fiera logra colgarlos, estaría impidiendo que su partido tenga un juez adicional en el Supremo y otro de sus miembros como Contralor. Esta acción lo que lo hundiría aún más ante la base de su partido.
Mientras escribo el Senado está reunido y las nominaciones están en veremos, pero de lo que no hay duda es que la otrora fiera se quedó sin dientes.