La fraternidad humana en el planeta de la información

 

 

Especial para En Rojo

Entre tantas fechas conmemorativas de estos días (el día de la Madre Tierra y el día de la clase obrera), podría parecer poco relevante que la Organización de  Naciones Unidas haya consagrado el 3 de mayo como «día internacional de la libertad de prensa». La libertad de prensa sigue siendo coartada, ya sea por el poder político de tendencia totalitaria, sea por el poder económico de los grandes conglomerados que hacen de la comunicación un arma para concentrar más poder y obtener más beneficios. En el mundo, más del 80% de las agencias de noticias pertenecen a grandes empresas que controlan, al mismo tiempo, redes de información, compañías petroleras e industrias armamentísticas.

Los medios de comunicación se han convertido en armas mortales utilizadas por los imperios para destruir gobiernos progresistas y proyectos de emancipación política de países que no les gustan. El gobierno estadounidense gasta millones de dólares para que diariamente, en todos los países, se publiquen noticias negativas en relación al gobierno venezolano. Esta guerra de 4ª generación es más barata y eficaz que la convencional.

Quienes informan están en su derecho de tomar partido y declarar sus preferencias ideológicas y sociales. Lo importante es que esto quede claro, incluso para favorecer el debate y la pluralidad de opciones. Aunque pertenezca a empresa privada, la comunicación es siempre servicio público. Debe cumplir su función sin estar subyugado a intereses privados.

En su mensaje para la 55ª Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales que se celebrará el domingo 16 de mayo, el Papa Francisco señaló los riesgos de la expansión de las llamadas «fake news«, bulos. El Papa dijo: «La conciencia crítica nos obliga a tener una capacidad de discernimiento cada vez mayor» (…) «Todos somos responsables de la comunicación que hacemos, de la información que damos, del control que podemos ejercer juntos sobre noticias falsas, desenmascarándolas. Todos estamos llamados a ser testigos de la verdad». «Necesitamos de un periodismo ‘valiente’, con coraje de salir al encuentro de la gente y de las historias de vida.

Los que son cristianos recuerdan: la palabra de Dios nos llega a través del «evangelio», término griego que significa buena noticia, información verdadera y liberadora, sobre el proyecto divino en el mundo. Independientemente de estar vinculada o no a una religión, será una noticia evangélica si sirve a un proyecto de mundo más justo y fraterno. Para ello, es indispensable y urgente que los medios de comunicación sean libres y democráticos.

 

 

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