CLARIDAD
La atleta olímpica conversó con CLARIDAD en un evento de recaudación del Comité de Solidaridad con el Pueblo de Haití
Tan pronto se baja del carro, Adriana Díaz es recibida con un ramo de flores y una plena, al entrar al Club de Tenis de Mesa de Trujillo Alto. Las Barrileras del 8M le dedican un himno con el cual la condecoran: “madre de este pueblo”. La actividad dio comienzo oficialmente con el himno de Puerto Rico interpretado por el maestro Ricardo Pons.
Rápidamente, le rodea un grupo de niños en el complejo deportivo de la urbanización Ciudad Universitaria. Madres y padres le piden a la atleta olímpica que pose para una foto con sus hijos. Adriana se dobla para estar a la misma estatura que los pequeños. Su grandeza no es sólo que es la número 11 del mundo en el tenis de mesa y la primera en representar a Puerto Rico en ese deporte en las Olimpiadas. La grandeza de Adriana es que recuerda siempre de dónde vino y nos recuerda a todos de lo que somos capaces.
“Soy del campo, [soy] de Utuado. Nacida y criada [allí]. Es un orgullo que yo haya salido desde lo más alto [de las montañas] de Puerto Rico”, dice a Claridad sobre la emoción que la invade en cada uno de sus juegos internacionales. Exhibió tal asombro, por ejemplo, en la Copa Panamericana de 2019, cuando se lanzó al piso y se cubrió el rostro, en aparente incredulidad, tras ganar el oro para su país. Luego, se subió a la mesa para ondear la monoestrellada ante el público que se dio cita en Lima (Perú) o veía aquella transmisión.
Durante los cinco años que sucedieron a ese evento, Adriana subió en su clasificación mundial (de la posición número 24 a la 9, en abril pasado). Con tan solo 23 años, ya ha participado en tres Olimpiadas. Pero, la carrera de Adriana no surgió repentinamente como la espuma, sino que ha sido el trabajo de toda una vida, pues comenzó a entrenar y competir desde que tenía seis años.
“El tenis de mesa me ha enseñado todo. La verdad es que no soy nada sin el tenis de mesa… me ha abierto muchas puertas en la vida y me ha ayudado a conocer otras culturas. Estoy super agradecida”, puntualizó en un aparte con este medio durante la actividad “Tenis de mesa por Haití”, que organizó el Comité de Solidaridad con el Pueblo de Haití. Tanto atletas jubiladas como niños de apenas 7 años tuvieron la oportunidad de jugar 1 minuto con la tenimesista, al aportar a esta causa.
En el complejo pequeño de Trujillo Alto, la utuadeña reaccionaba atenta a cada persona que le interrumpía. Se mostraba paciente como si comprendiera que esa es parte de la responsabilidad que conlleva ese sueño que tuvo desde niña, como si supiera que en sus sueños habita también un país.
Desde una distancia prudente, le acompañaban su padre Bladimir Díaz, y su madre, Marangely González; siempre atentos, e intercambiando miradas de complicidad con su hija. La historia de esta familia nace precisamente en un partido de tenis de mesa. González contó que ella y su esposo se conocieron y se enamoraron en el club de tenis de mesa de Utuado, Águilas de la Montaña, cuando comenzaron a entrenar juntos allá para 1992 o 1993. Ambos compitieron en la Liga Atlética Interuniversitaria.
“El tenis de mesa y el deporte han sido un bálsamo en mi vida. El deporte nos asignó un propósito. No digo que no hubiera hecho otras cosas. Sí, definitivamente, hubiéramos hecho otras, pero le debo demasiado al deporte”, reflexionó Díaz, quien ha sido entrenador por los pasados 33 años.
Durante la ceremonia, distintas personas se acercaron a la pareja para agradecer la labor que han hecho por el país tanto en la crianza como en los sacrificios que ha conllevado el entrenamiento de Adriana y sus tres hermanas: Melanie, Fabiola y Gabriela.
“Desde pequeña, mis padres siempre me enseñaron lo importante que es respetar nuestra cultura, lo importante que es la monoestrellada, lo importante que es La borinqueña, y eso creó un sentimiento muy bonito dentro de mí”, afirmó Adriana durante la corta entrevista.
Lecciones sobre las derrotas
El camino emprendido por la familia no está hecho de meros deseos, sino de trabajo arduo tanto a nivel físico como mental y emocional. “Las derrotas y lo mental se trabajan a través de la comprensión; y se trabaja en lo que hay que resolver”, mencionó Díaz. Padre e hija ya están enfocados en superar los obstáculos que detuvieron a Adriana de avanzar a los cuartos de final de las Olimpiadas. “Ya nosotros vimos lo que sucedió, [y] pues ya estamos tomando medidas sobre eso”, agregó.
Díaz admitió: “Esto es un camino doloroso por naturaleza. No te puedo decir que una derrota como la de [las Olimpiadas] se olvida rápido porque no es así, sino que hay un trabajo [por hacer]: ‘Okay, hicimos esto, ahora vamos a hacer lo otro. Vamos a mejorar esta área’. Es un proceso doloroso y requiere de mucha voluntad para volver a levantarse cuando las cosas no salen”.
Por su parte, Adriana indicó: “Es bien importante el conocimiento de sí mismo. Hablarse a sí mismo, entenderse, perdonarse, y creo que esa es una de las razones por las cuales he enfrentado muchas situaciones difíciles en el deporte, pero siempre me he podido recuperar. Obviamente, soy humana: cometo errores; y bueno, es normal caerse y levantarse. Yo creo que eso es bien importante: hablar con uno mismo y seguir hacia delante”.
La atleta ya había compartido públicamente que tiene psicóloga deportiva, pues sus papás lo entendieron importante desde muy temprano en su vida. “Esa ayuda que llega extra no solamente cambia tu vida como atleta, sino tu vida en general”, comentó en una entrevista que le hizo Deplaymaker, en 2022.
Mensaje para los candidatos
La reflexión sobre los beneficios del deporte no solo se queda en el plano personal, sino que sirve de llamado a los candidatos a puestos políticos en las elecciones del 5 de noviembre. Díaz les exhortó en la entrevista con Claridad: “Que esto no sea de los últimos temas a hablar, sino que sea de los principales. El deporte es el remedio a muchos de los problemas sociales que tenemos. Es algo mucho más importante que lo que ellos pueden ver. Hay que conversar sobre el tema del deporte; desde el alto rendimiento hasta la recreación”.
En un aparte con la prensa, Adriana expresó: “Me encantaría que en el futuro haya más niños tenimesistas, y veo que hay muchos niños con mucha energía, con mucha ganas de entrenar”. “El deporte es una de las cosas más lindas que tenemos que apoyar como país. Es algo que nos une”, opinó.
La utuadeña dijo que el lunes, 5 de septiembre, saldrá hacia Macao, China, para una de las competencias más fuertes del año: la copa de la World Table Tennis. “Todavía queda mucho en el calendario, así que estamos preparándonos en Utuado para poder representar a Puerto Rico en las próximas competencias”.