Paseo Lineal de Puerta de Tierra, emblema del derrumbe colonial

Tomado de la página de FB Crónica de un derrumbe

 

 

El Paseo Lineal de Puerta de Tierra, que en días pasados ha sido noticia por el dramático y peligroso derrumbe de una parte de sus cimientos, es otro ejemplo más del desastre mayor que arropa al archipiélago borincano. Se trata del derrumbe del experimento colonial de Estados Unidos en Puerto Rico, venido abajo por la fatal combinación de estancamiento económico, quiebra fiscal, desastres naturales, desidia del gobierno metropolitano y la mala gobernanza de los decadentes gobiernos sucesivos de los partidos Nuevo Progresista (PNP) y Popular Democrático (PPD).

No es la primera vez que el Paseo de Puerta de Tierra enfrenta el escrutinio público. Su ejecución estuvo matizada por todo tipo de controversia, desde la oposición de las comunidades vecinas hasta la quiebra del primero de sus contratistas, además de los innumerables errores y omisiones atribuidas a su construcción. A solo ocho años desde su inauguración, un derrumbe anterior lo ha mantenido cerrado desde 2021, y las fotos aéreas del lugar tras el nuevo derrumbe dan cuenta del marcado deterioro de la estructura, una mezcla de los estragos del salitre, la erosión costera y la negligencia de los gobiernos de turno. En esta edición, CLARIDAD recoge el análisis y evaluación de expertos profesionales en las áreas de planificación, urbanismo, arquitectura y derecho ambiental sobre lo ocurrido a la estructura del paseo.

Sin duda, se trató de un proyecto de ensueño en medio de una crisis que no pudo sostenerlo. Sufrió de falta de previsión desde sus inicios, no solo porque fue concebido y ejecutado de espaldas y sin la participación de las comunidades inmediatamente circundantes de Puerta de Tierra y el Viejo San Juan, sino porque, más alla de su atractivo estético y su intención turística, su desarrollo no fue acompañado de iniciativas educativas que motivaran a la población a reconocer y adoptar el espacio para su uso continuo como área recreativa y de esparcimiento para todos y todas.

Además, fue una obra en la que se invirtieron $32 millones de fondos de un erario que sería declarado insolvente y puesto bajo una ley de quiebra especial del Congreso de Estados Unidos y  una Junta de Control Fiscal- también nombrada y enviada desde Washington-apenas dos meses después de que el entonces Gobernador de Puerto Rico, Alejandro García Padilla lo inaugurara con una bicicletada. El día que el Gobernador cortó la simbólica cinta y abrió la ruta peatonal y de ciclismo, en el mes de noviembre de 2016, ya los nubarrones de la crisis de la deuda pública de $72 mil millones ensombrecían la vista al mar y la vida de nuestra gente del litoral capitalino y de todo el País.

Un examen somero de la línea del tiempo del  proyecto del Paseo  Puerta de Tierra es muy revelador del ambiente que permeaba a su alrededor.

García Padilla anunció el inicio de.los trabajos en el mes de marzo de 2014, cuando ya la situación fiscal de Puerto Rico se deterioraba ante las casas acreditadoras, los mercados de capital y sus efectos ya se sentían en la calidad de vida de nuestro pueblo. Apenas un año después, en el mes de junio de 2015, y con el proyecto de Puerta de Tierra envuelto en un mar de controversias,  el gobernador García Padilla le dijo en entrevista al diario estadounidense The New York Times que la deuda de Puerto Rico era impagable. Esa entrevista desató los acontecimientos que vinieron después en sucesión vertiginosa. En octubre de 2015, el Gobernador le envió una carta al Congreso de Estados Unidos solicitando ayuda para lidiar con la crisis fiscal y de la deuda. En junio de 2016, el Congreso aprobó y el presidente Barack Obama firmó la Ley PROMESA para la reestructuración de la deuda de Puerto Rico. En agosto de 2016 se anunciaron los nombramientos de los integrantes de la Junta de Control Fiscal, y en octubre de ese mismo año, el ente federal entró en funciones e impuso su supremacía sobre todos los gobiernos electos de Puerto Rico desde entonces, y sus recortes draconianos y demás medidas de control y austeridad sobre nuestro pueblo. Nadie en Puerto Rico estaba para lindezas el día que se inauguró el Paseo de Puerta de Tierra en noviembre de 2016.

A este proyecto le pasó lo que a tantas otras obras de infraestructura en Puerto Rico. Fue presa de la improvisación, la negligencia, la burocracia, el desinterés y la falta de mantenimiento y cuidado al patrimonio y los haberes públicos que han caracterizado a los gobiernos del bipartidismo. El Tren Urbano, las obras de arte público, el puente Atirantado y  las carreteras urbanas y rurales  son solo algunos ejemplos del estado de abandono y falta del mantenimiento adecuado de nuestras estructuras públicas, a pesar de los.cientos y miles de millones invertidos para llevarlas a cabo. El Paseo de Puerta de Tierra es solo una pieza más de las muchas descartadas en el rompecabezas de falsas prioridades y promesas de los políticos y mercaderes que administran el presupuesto de Puerto Rico. Gobiernos inefectivos y corruptos que quieren borrar las huellas de sus desatinos construyendo castillos en la arena y torres de cristal en suelo movedizo.

 

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