Vuela alto, hijo mío 

 

 

Ya no tienen en sus manos una manera 

de golpearnos más hondo… Hijo, te recordaremos 

minuto tras minuto en el resto de esta lucha
de todos nosotros, que será el resto de nuestras vidas.”

Juan Mari Brás

Hubiera sido  diferente

si yo hubiera estado a tu lado

cuando manejabas, solo, el auto de tu hermana

—-aquel miércoles infame

cuando fuiste a recoger a tu sobrino,

sin saber que sería tu último día.

Quizás no viste a alguien extraño

conduciendo detrás de ti,

tan solo el sol escondido entre las nubes.

Me pregunto si reconociste a

quienes te asaltaron y secuestraron,

a aquel supuesto amigo/quien disparó el arma

calibre 38

en tu inocente y fresca sien derecha,

alguien cuya salud mental se convirtió en

la baraja perfecta para un plan maestro.

 

Hubiera sido   diferente

si yo hubiera tomado tu mano

con mi brazo izquierdo

y abrazado fuerte       con mi otro brazo

para esconderte dentro de mi corazón

mi niño/mi hijo mayor en vida plena,

hubiera sido   diferente

si yo hubiera muerto             en tu lugar

exterminado por aquellos que orquestaron

un asesinato de odio

—-por nuestros ideales supremos.

 

Me pregunto cuántos vuelos

hubieras hecho a través de los cielos caribeños,

pues preferiste ser piloto

—-un cóndor en las alturas.

Desafiaste el reclutamiento forzoso de las
fuerzas armadas de Estados Unidos

para ir a matar vietnamitas

—-aquella atroz guerra.

Me pregunto a cuantas otras protestas
te hubieras sumado    para exigir justicia

—-paz y libertad

para nuestro bello archipiélago

—todavía colonizado por el imperio.

 

Todo ha cambiado para mí, hijo mío,

después de tu partida de este mundo

pero no hay espacio en mi ser para venganza.

 

Anoche mientras miraba la estrella más brillante

sentí tu último aliento en este plano,

tu espíritu elevado en el cosmos.

Tu martirio se ha transformado en heroísmo,

—en resistencia de nuestro pueblo boricua

—en lucha por una patria libre.

 

En este poema asumo la voz de un padre en el día del entierro de su hijo. Santiago (Chagui) Mari Pesquera fue asesinado el 24 de marzo de 1976 cuando tenía 23 años. Era el hijo mayor de Juan Mari Brás, el entonces líder del movimiento independentista y socialista en Puerto Rico. En ese momento, Mari Brás era candidato a la gobernación por el Partido Socialista Puertorriqueño.

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