Wilda Rodríguez presenta su libro más reciente

Foto Alina Luciano/CLARIDAD

 

La actividad se dio  en el contexto de la Semana de la prensa

EN Rojo

           

El pasado jueves, 1 de agosto,  la periodista Wilda Rodríguez lanzó su nuevo libro, “Periodismo: un deber con la memoria”, bajo la carpa roja de CLARIDAD, como parte de las actividades que preparó la Asociación de Periodistas de Puerto Rico (Asppro) para la Semana de la Prensa 2024.

“Yo quería estar aquí, entre periodistas y personas comprometidas con este trabajo necesario. Y quería estar aquí, en CLARIDAD, por lo que representa el esfuerzo de este periódico para el periodismo puertorriqueño […] este libro es para la periodista que quiero ser cuando sea grande”, expresó Rodríguez, quien comenzó su carrera en el antiguo periódico El Mundo.

El texto de Rodríguez trata temas como la autocensura, la historia de Puerto Rico, la objetividad, la historia del periodismo en el País y otros temas relacionados con la práctica periodística. La también exjefa de información para El Nuevo Día contó con la ayuda y revisión de profesionales como Mila Acevedo, Israel Rodríguez Sánchez, Che Paraliticci, Néstor Duprey y otros para la investigación.

“Escribo de conceptos controversiales, que son raramente tratados dentro del campo”, aseveró Rodríguez. De igual forma, la autora del libro mencionó que la “objetividad”, como requerimiento de la profesión, es “un invento gringo” para desacreditar la credibilidad de un periodista. “En Europa y América Latina entienden que el periodista es un político”.

En ese sentido, la expresidenta de la Asppro argumentó que un buen periodista debe, más que objetivo, procurar ser “honesto, responsable”, y recordó los ejemplos que, como ella, agregan un tono “irreverente” a su quehacer periodístico.

“Hay un capítulo en el que desquito contra Muñoz Marín, porque él fue periodista hasta el día antes en que juramentó como gobernador. De eso no se habla; los periodistas eran abogados, escritores y ejercían otras profesiones. Como los propios políticos”, recordó la autora del libro presentado.

Para redactar el libro, Rodríguez recopiló una plétora de documentos históricos para ilustrar las distintas épocas en que se ha desarrollado el periodismo en Puerto Rico. Los “mandamientos”, como chistosamente les apodó Rodríguez, integran el Tratado de París, la Ley Foraker, las Leyes de Cabotaje y, en fin, todos los determinantes que componen el andamiaje político del país.

Por otro lado, Rodríguez lamentó el “desapego” que existe entre profesionales del periodismo. La práctica, criticó, se ha tornado hacia el individualismo neoliberal de “claques” que no propician la solidaridad. Asimismo, recalcó la importancia de la agremiación como una red de apoyo necesario para la profesión.

Para ejemplificar la idea, Rodríguez narró los momentos en que CLARIDAD no era reconocido por el Departamento de Estado como prensa oficial. Para protestar esa determinación, los periodistas presentes se negaron a participar de una conferencia de prensa hasta que el semanario fue incluido entre los medios oficiales.

“Deben haber más sesiones de desahogo. Eso ya no se ve. Tenemos que llamarnos, hablar, compartir, rescatar ese compañerismo tan necesario en esta labor”, denunció Rodríguez.

La opinión de la autora coincidió con las de las también expresidentas de la Asppro, Daisy Sánchez y Yolanda Vélez Arcelay, quienes aseguraron que las redacciones actuales para periódicos están “desangradas”. Por su parte, Vélez Arcelay elaboró que no existe el mismo compañerismo de antes.

“Hoy en día, el periodista es la excepción en los medios. Hay mucho comentarista, abogado, pero no hay mesas de noticias como las de antes. Debemos rescatar esa solidaridad”, concluyó Rodríguez.

Para garantizar mayor compañerismo, las personas en el conversatorio mencionaron que las personas con mayor experiencia deben tomar el primer paso para erguir esos encuentros- o reencuentros- entre colegas periodistas, honrando la memoria de la profesión.

 

 

Artículo anteriorRoberto Martínez Torres: defensor del patrimonio cultural ancestral boricua (1952-2024)
Artículo siguienteDesde el estudio: El mundo de las ideas según el artista Ángel Otero