Zacha Acosta: Esgrimista, comunicadora y pionera

 

Por Javier Guaní Gorbea/Especial para Claridad

Con motivo de la suspensión de actividad deportiva en Puerto Rico y a nivel internacional hemos decidido hacer una serie de entrevistas a figuras vinculadas al mundo deportivo desde estas páginas de las Canto como las Veo.

Hoy tenemos en entrevista a Zacha Acosta quien además de haber sido esgrimista, es profesora de periodismo deportivo, trabaja como directora de prensa de la Liga Atlética Interuniversitaria (LAI) y forma parte del equipo de prensa y comunicación del Comité Olímpico de Puerto Rico, tiene su propio blog La Estocada, y en ocasiones ha sido colaboradora de este semanario.

¿Por qué de todos los deportes te decidiste por la esgrima que no es necesariamente un deporte tradicional en Puerto Rico?

Fue por accidente. Mi primer amor fue el béisbol, aprendido por mi papá. Jugué hasta los 12 años. De ahí me recomendaron a jugar softbol y hacer las pruebas de la Escuela Especializa en Deportes en el Albergue Olímpico. En la familia decidimos ir a la escuela, hice las pruebas y me aceptaron, porque podía representar a Puerto Rico. ¡El gran sueño! De todos los deportes que roté en el primer semestre había encontrado la pasión en los de combate. Un accidente el 27 de octubre de 1992 en el patio de la residencia de la escuela me provocó la pérdida de gran parte de mi dentadura, y por prohibición de la escuela de hacer boxeo y taekwondo es que entré a esgrima por toda la protección que incluye su práctica. Ahí fue la conexión con un deporte “extraño”, que me ha llevado a vivir las mejores experiencias del Movimiento Olímpico representando con pasión mi Puerto Rico.

¿Cuándo lo empezaste a practicar enfrentaste discrimen y comentarios mal intencionados?

Siempre se viven y también se usan para superación. Más por lo de mi accidente que estuve un periodo de la escuela intermedia sin dientes. Era muy delgada. Venía de un barrio, Playa, y un municipio, Guayanilla, que la gente no reconocía. Usé el deporte para manejar el temperamento e inspirarme para sacar la cara por mi familia, mi barrio, mi pueblo y por todos los que son discriminados o víctimas de burlas por personas sin escrúpulos.  La esgrima es un deporte que los que no lo conocen discriminan diciendo “ustedes los de pelear con palos de escoba”. No reconocen que, hasta el 2010, había sido una de las disciplinas que había llenado con exitosos resultados las memorias deportivas de Puerto Rico.

Se que estuviste bien cerca de ir unos Juegos Olímpicos como atleta, pero no se dio ¿te tomó mucho tiempo superarlo?

Se me aguan los ojos y a la misma vez sonrío. Fueron dos veces que lo intenté, Atenas 2004 y Beijing 2008. La más que me dolió fue Atenas 2004. Había dejado todo a nivel nacional con los requerimientos que impuso la Federación, quería demostrar que yo podía hacer mi propio camino, no vivir a la sombra de otras grandes deportistas e ir a los Juegos en que Puerto Rico se presentó como candidata a la sede. Empecé con nuevos entrenadores que confiaron en mí y le soy eterna agradecida, Enrique Salvat y Luis Ángel Rodríguez, siempre de la mano de mi familia y mi psicóloga Rosa Hechavarría. Ese ciclo iba dos atletas en florete femenino por el preolímpico de América y yo perdí uno de los pases 15-13, quedándome con la medalla de bronce. A esta “derrota” se añadía mal de amores, un hermano en la Guerra y al acabarse el sueño más grande, Atenas 2004, el cual Don Germán nos había inspirado desde la Escuela en el Albergue no se dio, la depresión atacó y ahí solo estuvieron la familia, Rosa y mis dos entrenadores. Pero… la llamada de Lester Jiménez en el mismo día de la inauguración de Atenas 2004 fue la diferencia, para ir a uno de los medios más prestigiosos del país, hacer un examen y unirme al equipo de reporteros de deportes.

¿Cómo llegas a la LAI y al COPUR?

No hay mal que por bien no venga. Una vez pasado el intento de clasificación para Beijing 2008, decido retirarme de la competencia, pero no del deporte. Me tomé el tiempo de ver cómo iba a manejar las deudas que quedaron de la esgrima. Coincidí primero con un administrador gubernamental que me llevó a su equipo de trabajo para reconocer el valor del servicio público. Por los caminos de la vida paso a una organización magisterial donde no estaba a gusto. Dios escuchó mi plegaria y ahí llegó la entrevista con el licenciado José E. Arrarás para pertenecer a la LAI. ¡Una cosa me lleva a la otra! La exposición en los medios en la primera década de trabajo en la LAI fue reconocida por el Comité Olímpico de Puerto Rico. En el 2014 me llamaron a entrevista y acepto el reto de entrar a casi dos meses de los Juegos de Veracruz. Ese día, que me monté en el avión, recordé mi juramento en la escuela de comunicación de Sagrado: “redactar diferente a los medios, para demostrar que el atleta es un ser humano más allá de la etiqueta de máquina de resultados que impone la presión pública”. Todo este trayecto me trajo ser olímpica en Rio 2016 como la oficial de prensa de la Delegación, algo que estuve buscando como atleta. La vida me recompensó al final de todo.

Hablando de la Liga Atlética Interuniversitaria ha sido un año bien complicado tanto por los temblores como el Covid -19 ¿cómo han podido bregar con eso?

Ha sido un proceso de enseñanza día a día. Ser académico no te asegura comprender la importancia del deporte. Es un proceso de educar sobre el valor del deporte en la vida estudiantil y la sociedad, y por el otro lado, comprender la defensa de las universidades en la parte académica. La LAI no ha estado exenta de sufrir los estragos de todo lo de este año como lo estan viviendo todas las organizaciones deportivas nacionales e internacionales. Esto afecta a todos por igual.

¿Cuál es tu atleta favorita de cualquier deporte?

En este momento, Francisco Lindor, aunque sea una RedSox Fan. ¡No es justo!, debo escoger otro y aquí va: todos los atletas que deciden competir por Puerto Rico.

¿Si no hubiera sido esgrimita cual deporte hubieras hecho?

Béisbol, campo corto y segundo bate.

¿Cuál es tu música favorita?

Ouch! Desde tríos, paseando por el merengue, con un brinco en la bachata, una balada, un recogimiento con la música sacra y una ebullición con el reggaetón.

Tu eres profesora de periodismo deportivo en la Universidad del Sagrado Corazón ¿Qué entiendes que es lo más importante que los jóvenes que aspiran a ser periodistas deportivos en el futuro deben aprender?

Respeten a su entrevistado. No pasar la raya de la ética. No doblegarse a los ofrecimientos que vienen disfrazados para subir de puesto. Puntualidad, estudiar, ser original y siempre aprender algo nuevo cada día.

Por último, tu tuviste una relación bien cercana de trabajo y amistad con el compañero Elliott Castro quien por muchos años escribiópara este semanario, de manera breve dinos un poco de tus experiencias con él.

Elliott sigue presente en mi vida. Tan reciente como en febrero me asignaron mi director de tesis doctoral. En su presentación me habló del interés de dirigir mi tesis y entre todas las cosas resaltó su amistad con Elliott. Yo hice silencio, las lágrimas salieron mientras trataba de decirle al profesor: “Este Elliott sigue dándome la mano desde el cielo. ¡Es el mejor!”.  Con esto resumo la falta que me hace sus chistes, su trato responsable de atender los temas deportivos del país y ese mensaje de aliento cuando parece que todo está perdido, como me pasó en la asignación de mi director de tesis. Elliott es de los pocos que se acercaban a enseñar por vocación, no por simpatía ni por favoritismo. Elliott no discriminaba, ni tenía mala intensión. Me apoyó a mantener la guardia ante las pruebas que se viven en los medios dejándome ser auténtica.

 

 

Artículo anteriorUn País de desempleados
Artículo siguienteUn desastre la educación a distancia